Richard Burton y Elizabeth Taylor en 1965
MÁBEL GALAZ -
El suyo fue un amor explosivo que se prolongó durante toda la vida. Hace un año, Liz Taylor entregó a una editorial norteamericana las cartas de amor que se intercambió con Richard Burton hasta el día en que él murió. Era 1984 y llevaba casado un año con Sally Hay, vivía en Suiza y fue enterrado en un cementerio de Céligny. Pero la familia Burton siempre quiso que regresara a Pontrhydfen, en Gales (Reino Unido), donde nació. Es allí donde Liz y Dick podrían volver a encontrarse 26 años después.
Sin embargo, ayer Elizabeth Taylor fue enterrada junto a su amigo Michael Jackson en el cementerio de Forest Lawn de Glendale, en Los Ángeles, en una ceremonia privada a la que acudieron solo los familiares más cercanos y algunos amigos íntimos. Según la revista People, la rapidez del sepelio se debe a que la actriz se había convertido al judaismo. Más adelante, en cualquier caso, Liz Taylor podría ser trasladada a Gales.
En más de una ocasión, ella y Burton confesaron a los suyos su deseo de ser enterrados juntos, como corresponde a la leyenda que acompaña a los grandes amantes. Por esta razón la familia Burton ha hecho saber a la de la actriz que estarían encantados de cumplir con el encargo. "Si ella ha dejado estipulado en su testamento que quiere eso, por supuesto, estamos de acuerdo en cumplir con su voluntad", ha dicho Sian Owen, sobrina del actor. Cuando Burton murió, Liz acudió a Gales a ver a los Burton, como ha revelado ahora su sobrina: "Se amaron hasta el final y yo sé que ella expresó su deseo de ser enterrada junto a Richard".
La familia ha pedido que en lugar de ofrendas de flores ese dinero se destine a donativos para la Fundación Elizabeth Taylor a favor de los enfermos de sida. Ni tan siquiera en el momento de su adiós la Iglesia Bautista de Westboro, conocida por creer que los gais deben ser condenados a pena de muerte, respetará la memoria de la actriz, y ha anunciado en su cuenta de Twitter que acudirá al funeral de Liz Taylor para manifestar su repudio a las acciones que ella emprendió.
Lo que nadie puede impedir es que su leyenda aumente. Ayer se anunció que el retrato que Andy Warhol le hizo será subastado el 12 de mayo en Nueva York, pudiendo alcanzar en la puja los 22 millones, según Phillips de Pury.
Se cumple el último deseo de Elizabeth Taylor:
llegar tarde a su propio entierro
Elizabeth Taylor descansa en paz. La leyenda de Hollywood ha sido enterrada en la más estricta intimidad en el cementerio Forest Lawn Memorial Park en Glendale, cerca de Los Ángeles, donde descansa uno de sus grandes amigos, Michael Jackson.
Las exequias de Taylor, que se convirtió al judaísmo antes de contraer matrimonio con Eddie Fisher en 1959, fueron celebradas por el rabino Jerry Cutler, al que la actriz conoció a través del actor Jon Voight, padre de Angelina Jolie. Cinco limosinas negras trasladaron a los familiares y amigos íntimos de Taylor al lugar del servicio funerario, pero no hubo cortejo fúnebre. Tal y como ella dejó escrito antes de morir, el entierro se celebró con quince minutos de retraso para cumplir su último deseo. Según leyó su representante: “Ella quiso llegar tarde incluso a su propio entierro”.
Las honras fúnebres duraron aldedor de una hora y muchos fueron los que quisieron dar su último adiós a la leyenda del cine. Colin Farrell, gran amigo de Liz Taylor, leyó un poema en su honor de Gerald Manley Hopkins, The Leaden Echo and the Golden Echo, dos de sus cuatro hijos leyeron dedicatorias en recuerdo de su madre. Y por último, su nieto Rhys Tuvey quiso rendir su particular homenaje a su abuela interpretando un solo de trompeta de Amazing Grace.
Taylor falleció a los 79 años en un hospital de Los Angeles, donde llevaba ingresada seis semanas por una insuficiencia cardíaca y pulmonar. En los próximos días se celebrará un funeral público para dar el último adiós a la gran actriz de clásicos como Cleopatra, ¿Quién teme a Virginia Wolf? o La gata sobre el tejado de zinc.
Los restos mortales de la gran Liz podrían ser trasladados al Gran Mausoleo de este cementerio, donde descansa su gran amigo Michael Jackson y compañeros de profesión como Clark Gable, Jean Harlow y Carole Lombard.