Mi Placer: Elizabeth Taylor
Por: Raquel Telias
Crecí pensando que Liz Taylor era la mujer más hermosa del planeta. Después me cambié a Sophia Loren y Marilyn, pero ahora veo sus fotos de joven en el día que anunciaron que murió y la encuentro sensacional, una vanguardista, sufrida, gozadora, una leyenda. Pienso en Cleopatra y lo que debe haber sentido el set completo cuando vieron el beso con Richard Burton y el amor explotó, lo que debe haber copuchado con Michael Jackson -siempre media rara esa relación-, el haber actuado desde los 9 años y haber vuelto loco a Hollywood entero. Simplemente no puedo pasarla por alto.
El SIDA
Hay un antes y un después en el mundo de las fundaciones y el nombre de Elizabeth Taylor. Fue la gran impulsora de fundaciones en pro de esta enfermedad y cuando su compañero y amigo Rock Hudson murió a causa del sida, ella entra con todo y crea varias organizaciones. En el 91 funda la propia y comienza a vincular la venta de su perfume White Diamonds con varias de las organizaciones que apoyaba. Incluso uno de sus hijos, al momento de la muerte y de declarar que el mundo era un mejor lugar porque su madre había vivido en él, pidió que en vez de enviar coronas hicieran donaciones en nombre de su madre.
Web: elizabethtayloraidsfoundation.org
Leer a Liz
Con más de 50 películas, 8 matrimonios y casi 80 años me parece curioso, por decir lo menos, que no haya biografías y autobiografías de ella. Sí, están esas líneas apasionadas de las cartas entre ella y Burton las que serán un libro en julio, según Vanity Fair. Hay una que otra cosa de medio pelo pero ninguna investigación profunda, una declaración dolorosa, algún secretillo jugoso. Raro. Me quedo con su historia a través de las películas en esa serie empastada Movie Icons que tiene Taschen y que es linda. Hojas y hojas con lo actuado. Bien bonito la verdad.
El vaso
No sé si fue su gran placer, su debilidad, su adicción. Pero la Taylor tomaba con estilo. Al menos como la grandiosa Martha en ¿Quién Teme a Virginia Wolf? El papel por el que se sintió más orgullosa, por el que recibió el Oscar y con el que se clavó en la mente de tantos. Ver esos diálogos y esos vasos con hielos llenos de gin y whisky me hace brindar por ella, por esos papeles emocionales y desenfadados. Como con ese vestido blanco junto a Paul Newman en La Gata Sobre el Tejado de Zinc , increíble en esas adaptaciones de teatro y en esas temáticas de la contención humana. Ella con sus caras, sus miradas, con sus desgarradas actuaciones. Tantas películas que ahora son un placer volver a ver e incluso a coleccionar.
Para mí no hay otra imagen de Cleopatra que no sea la de Elizabeth Taylor interpretándola. Pase lo que pase, es la única gran reina y nadie pudo verse más hermosa que ella en ese papel. ¡Qué cintura! ¡Qué ojos! ¡Qué garbo! Tres cosas que ella marcó en ese rol:
Serpiente: Es con lo que se suicida Cleopatra y con lo que se representa su enigmática belleza. La sensualidad de movimiento de la serpiente tiene que ver con los misterios de Cleopatra y quizás de ahí su simbología. Recuerdo esas joyas en los brazos hechas en forma de serpiente y que han sido replicadas por siempre, incluso las de la cabeza, un ícono egipcio.
Ojazos: Únicos, incomparables, engatusadores. Con o sin Cleopatra encima, los ojos de Elizabeth Taylor siempre marcaron. Al principio porque eran violetas, después porque eran un símbolo, y con harto delineador negro rodeándolos y sombra azul, simplemente lo máximo.
El baño de Leche: Nunca supe si realmente era leche con lo que bañaban a la Taylor en la película, pero de que Cleopatra lo hacía, es todo un mito. Una vez con mi hermana tratamos de hacer uno de esos baños pero después descubrimos que se necesitaban demasiadas cajas. Sé que en las Termas de Puyehue los hacen en el spa. Y uno ahora en honor a Liz va más que bien.
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