Demoran residencia a médicos cubanos
ALFONSO CHARDY
Decenas de médicos cubanos alentados a desertar a Estados Unidos se enfrentan ahora con demoras en la obtención de residencia y ciudadanía, ya que en la isla cuando eran jóvenes pertenecieron al Partido Comunista o a organizaciones afiliadas como la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), según varios abogados de inmigración y activistas que defienden los derechos de los inmigrantes en el sur de la Florida.
Las demoras son un problema inesperado para algunos de los médicos que tenían la esperanza de ser recibidos con los brazos abiertos bajo un programa aprobado por la administración Bush en el 2006 como una forma de socavar la “diplomacia médica” de Cuba, en virtud de la cual miles de médicos son enviados a trabajar en el extranjero. Uno de los mayores contingentes está destacado en Venezuela, uno de los más cercanos aliados del régimen cubano.
Los obstáculos migratorios son sólo el último problema que enfrentan los médicos cubanos que han desertado. Recientemente, muchos de ellos se quejaron acerca de las dificultades que enfrentan para revalidar sus credenciales médicas en los Estados Unidos porque Cuba se niega a liberar sus documentos de certificación.
Una declaración por escrito del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) no hizo alusión a las demoras, pero apuntó que toda solicitud es considerada y decidida por sus propios méritos.
“USCIS decide individualmente todas las peticiones y solicitudes de beneficios de inmigración basado en las pruebas suministradas y en la ley de inmigración, al mismo tiempo que nos aseguramos de que no se sacrifique la seguridad nacional, la eficiencia o la calidad”, según la declaración.
Mientras tanto, la representante federal cubanoamericana Ileana Ros-Lehtinen, presidenta del poderoso Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes en Washington, dijo que proyecta investigar el asunto.
“Voy a ponerme en contacto con las autoridades de inmigración para saber más de este problema porque hasta ahora sólo tengo anécdotas de parte de familias afectadas por esta barrera”, indicó Ros-Lehtinen en un mensaje electrónico a El Nuevo Herald. “Estos doctores cubanos buscan la libertad, no quieren mentir y desean tener la oportunidad de beneficiarse de este gran programa de asilo especialmente designado para ellos. La tiranía cubana con desvergüenza usa a los médicos cubanos para promover su propaganda médica internacional y los Estados Unidos deberían ayudar a estas personas que piden asilo porque están cansadas de las mentiras del régimen”.
Activistas que defienden los derechos de los inmigrantes y abogados que están ayudando a los médicos cubanos, indicaron que los retrasos en la obtención de residencia y ciudadanía se añaden a los obstáculos burocráticos que los médicos desertores encaran una vez que llegan a los Estados Unidos.
Las tarjetas de residencia permanente son particularmente importantes para que los inmigrantes puedan establecer su estatus migratorio, en momentos en que se debaten en la Florida proyectos de ley que aumentarían los controles a inmigrantes indocumentados. La residencia es también esencial para cualquier extranjero que espere vivir y trabajar en Estados Unidos de manera permanente y poder traer a familiares cercanos.
Por lo general, los inmigrantes cubanos pueden solicitar su tarjeta de residencia poco después de un año en los Estados Unidos. Pero aquellos que admiten haber pertenecido al Partido Comunista u organizaciones afiliadas encaran demoras o rechazo de sus solicitudes.
Por ejemplo, un médico que desertó en Venezuela hace menos de dos años y solicitó su residencia permanente después de más de un año aquí sufrió el rechazo de su solicitud después de haber admitido en la petición que se había adherido a la UJC a los 14 años.
El abogado del médico, Tal Winer, de Florida Immigrant Advocacy Center (FIAC), dijo que está elaborando ahora una estrategia legal para ayudar a su cliente a obtener su tarjeta de residencia más adelante.
FIAC es una de por lo menos dos organizaciones locales que trabajan con los médicos cubanos cuyas solicitudes se han retrasado o han sido denegadas por previa membresía en el Partido Comunista u organizaciones afiliadas. El otro grupo es Solidaridad sin Fronteras, encabezada por el doctor Julio César Alfonso, que ayuda a reubicar a médicos cubanos en los Estados Unidos.
Reliquias de la Guerra Fría, cuando Estados Unidos consideraba al comunismo como su principal enemigo, las preguntas sobre membresía en partidos comunistas u organizaciones afiliadas se mantienen en los formularios de solicitud de residencia y ciudadanía.
Las respuestas tienen que ser veraces o los solicitantes pueden ser procesados y luego despojados de su residencia o ciudadanía si los funcionarios de inmigración descubren que mintieron al firmar sus declaraciones.
“Esta es una situación incómoda para estos profesionales’’, comentó Alfonso, director ejecutivo y presidente de Solidaridad sin Fronteras. “Estas organizaciones, el Partido Comunista y la UJC, son enemigos de la democracia, pero hay que tener en cuenta que estos profesionales no se adhieren a estas organizaciones porque son comunistas, sino para sobrevivir”.
Alfonso estimó que quizá un 10 por ciento de los 1,500 a 2,000 médicos cubanos que han desertado a Estados Unidos desde el 2006 han experimentado retrasos o rechazos en la obtención de beneficios de inmigración.
Ira Kurzban, un prominente abogado de inmigración de Miami, dijo que ha visto “un par de casos similares” en su oficina, y que entiende que es una situación que se repite con otros abogados..
“Esto está pasando”, agregó.
Los médicos cubanos que desertaron a los Estados Unidos antes del programa del 2006 experimentaron retrasos similares, pero los casos eran más esporádicos debido a que el número de médicos cubanos que llegaba entonces era relativamente pequeño.
Ninguno de los médicos cubanos afectados estuvo dispuesto a ser entrevistado.
Pero los activistas y abogados que los representan describieron algunos de los casos.
Alfonso indicó que dos dentistas jóvenes que desertaron en Venezuela hace unos dos años, sufrieron retrasos al solicitar sus residencias.
En un caso, señaló Alfonso, la solicitud fue denegada. En el otro, la solicitante experimento un retraso, pero finalmente recibió su residencia.
La ley federal prohíbe otorgar residencia o ciudadanía a solicitantes que admiten haber sido miembros del partido dentro de los 10 años inmediatamente anteriores a la presentación de la solicitud de naturalización o dentro de los cinco años precedentes a la residencia.
Pero en ambos casos hay excepciones que se basan en si el solicitante se unió cuando era muy joven o si la membresía era necesaria para obtener empleo, alimentos u “otros elementos esenciales de la vida”, de acuerdo a las regulaciones federales.