Michael Bell estaba cansado de lucir cansado. Estaba cansado de preguntas molestas de si había dormido bien.

“Quería parecer tan bien como me sentía”, dijo el educador retirado de 53 años. “La cara no mostraba la energía que tenía”.

Así que, luego de meses de investigación, se operó de los párpados. Ahora parece más joven. Incluso sus amigos se lo dicen.

Olvídese de los ojos caídos. Dígale adiós a esas arrugas delatoras y a la papada. Un pequeño pero creciente grupo de hombres de mediana edad se someten al bisturí en un intento por controla la incansable marcha del tiempo. Les inyectan Botox, les rellenan los tejidos suaves y les practican microdermabrasión en busca de una apariencia más juvenil.

Este tipo de procedimientos aumentó entre los hombres 2 por ciento en el 2010, principalmente entre los nacidos en la generación de posguerra —entre 1946 y 1964— que se adaptan mejor a la idea de que un pequeño empujón cosmético puede llegar muy lejos. Es el primer aumento desde el 2007, según la Sociedad de Cirujanos Plásticos de Estados Unidos (ASPS), que dice que el cambio también señala que la gente se siente más cómoda en gastar dinero en sí mismas después de la recesión.

Entre el 2007 y el 2009 la cifra de operaciones cosméticas entre los hombres permaneció constante en 1.1 millones. Pero el año pasado el número aumentó a 1.2 millones. Y de todas, los procedimientos entre los hombres han aumentado significativamente, de 8 por ciento del total en el 2008 a 13 por ciento en el 2010. El mayor aumento han sido procedimientos mínimamente invasivos.

“Es más aceptable”, dijo Ivan Malave, de 50 años, a quien le operaron los párpados, le subieron las cejas y luego, por si fuera poco, le hicieron un implante de cabello. “Mi padre nunca hubiera pensado en hacerse esto, pero creo que hice lo correcto”.

Hombres de todas las edades aceptan mejor la idea de mejorar su apariencia, desde cremas especiales hasta inyecciones o procedimientos con láser. Programas de entrevistas populares de cirugía plástica y financiamiento asequible han también aumentado el interés. Los hombres ven a personas como ellos mismos —no celebridades o actores— mejorar su apariencia y se enteran de que pueden conseguir los mismos resultados sin tener que dejar de trabajar mucho tiempo.

Alfredo Amoedo, por ejemplo, se operó recientemente un viernes de las molestas bolsas debajo de los ojos y regresó al trabajo a mediados de la semana siguiente.

“Si uno se siente mal, se toma una medicina”, explica Amoedo, de 50 años. “Si haces ejercicio, tomas suplementos. Esto es muy parecido”.

Los médicos dicen que los nacidos en la generación de la posguerra están llegando a una edad en que los ejercicios ya no son suficientes para mantener el peso a raya. Por eso en el 2010 las operaciones cosméticas del rostro entre los hombres aumentaron nacionalmente 14 por ciento y la liposucción 7 por ciento, según la ASPS.

“Para estas personas”, dijo el Dr. Jeffrey S. Epstein, cirujano plástico de Miami y Nueva York que se especializa en restauración del cabello y cirugía plástica facial, “lucir bien y joven siempre ha sido muy importante. Quieren mantenerse competitivos y lucir bien”.

Alrededor de 70 por ciento de los pacientes de Epstein son hombres, la mayoría de entre 40 y 50 años. Durante los últimos tres meses ha visto un aumento de 20 o 25 por ciento en la cantidad de pacientes, en comparación con el mismo período del año pasado.

En algunos casos es precisamente la inseguridad laboral de la recesión lo que hizo aumentar el interés en la cirugía cosmética.

“El mercado laboral es más duro, así que quieren parecer mejor y más jóvenes”, dijo Seth R. Thaller, jefe de Cirugía Plástica y Reconstructiva en la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami. “Quieren parecer menos cansados y más alerta. No quieren ojos caídos ni papada”.

Por otra parte, Stephan Baker, cirujano plástico de Coral Gables, dijo que sus pacientes son empresarios que han logrado mucho y no se sienten amenazados por hombres más jóvenes. “Son gente de éxito y es más una cuestión de ego. No tienen que probar nada. Simplemente quieren parecer bien”.

Carlos Wolf, otro cirujano plástico de Miami, dice que muchos de sus pacientes hombres ven la cirugía cosmética como “una inversión en su futuro. A menudo los escucho decir que están buscando empleo y necesitan lucir bien, o que parecen más viejos de lo que son”.

Amoedo negocia contratos de instalación de antenas de telefonía móvil en edificios y lucir bien es una parte importante del trabajo.

“Cuando uno entra a un edificio a negociar quiere presentar una imagen joven, de energía”, dice. “Pero es también por ti mismo. La imagen afecta cómo uno se siente”.

Algunos hombres deciden visitar al cirujano plástico por otras razones. Unos pocos se encuentran de repente solteros y quieren buscar nuevas relaciones, por lo general con mujeres más jóvenes.

“Es una gran motivación”, dice Wolf.

Las expectativas de los hombres que se someten a cirugía cosmética son muy diferentes de las de las mujeres, según médicos. Los hombres demoran mucho más tiempo para decidirse y lo investigan mucho. Por lo general van solos a las consultas, aunque sus esposas o novias vienen a veces para apoyarlos.

“Todavía se considera algo femenino”, dijo Baker. “Una mujer viene a los 40 años, pero los hombres esperan más”.

Los hombres también dicen a los cirujanos que no quieren un cambio drástico en su apariencia, sólo lo suficiente para hacerlos lucir mejor.

“La mayoría no quiere pasar de 60 a 20”, dice Thaller. “Prefieren un cambio sutil, más natural”.

Aunque el Botox y otros procedimientos poco invasivos encabezan la lista en operaciones cosméticas entre los hombres, los cirujanos plásticos del sur de la Florida dicen que ven a muchos hombres que prefieren hacérselo todo de una vez.

“No quieren dedicarle mucho tiempo”, agregó Baker. “No quieren tener que venir cada unos pocos meses para algo como el Botox. Quieren todo de una vez”.