Obama coquetea con grupos gay para financiar su campaña
Falta un año para las elecciones, pero paso a paso, los demócratas continúan trabajando para la reelección del presidente de Estados Unidos, obteniendo donaciones y estableciendo alianzas y estrategias. Lanzada la campaña para reunir los fondos necesarios para la reelección, la clave en el cuartel general de los demócratas es saber qué grupos y lobbies continúan apoyando al presidente Barack Obama después de su primer mandato y quiénes pueden incorporarse a la carrera de las donaciones. Algunos de los tradicionales mecenas del partido, como los grandes financieros del estilo de George Soros no parecen dispuestos a volver a contribuir a su campaña. Tampoco los ejecutivos de Wall Street ni varios de los grupos judíos más influyentes.
No obstante, los responsables financieros de la campaña se encuentran con que un importante grupo de activistas pueden convertirse en los grandes contribuyentes para esta campaña. Los colectivos gays han comenzado a revelarse como donantes de la campaña de Obama gracias a dos cuestiones: los esfuerzos de los candidatos republicanos por ser antigay y los gestos políticos del presidente durante los últimos meses.
El punto de inflexión fue la derogación de la norma del Ejército de Estados Unidos conocida como “no preguntes, no lo cuentes” sobre la identidad sexual de los soldados y mandos. Y después, el anuncio de Obama de oponerse a una ley de defensa del matrimonio. Pero hay otros pequeños gestos, como incluir en el comité de finanzas de su campaña a 15 personas que se declaran gays o nombrar como secretario Social de la Casa Blanca a otro homosexual.
Tras dos años en los que parecía que la Administración demócrata no iba a avanzar en los derechos de esta estas minorías, en los últimos tiempos los signos se multiplican, como el acceso de las parejas gay a los hospitales para ver a su pareja o avances en la legislación contra los delitos de odio. Como en todo el mundo occidental, la minoría blanca homosexual es objeto de deseo por su capacidad de gasto y de compromiso en los avances sociales. Para junio está prevista una gala especial en Nueva York de la que se esperan grandes resultados.
Ahora falta por ver qué sucede con la amplia minoría hispana de Estados Unidos, que ya sobrepasa en número a la población de color. Se calcula que existen en el país 10 millones de personas sin papeles de procedencia hispana. De los pasos que dé Obama con respecto a ellos pueden depender muchas donaciones del influyente sector latino de la comunidad demócrata.