FELIZ DOMINGO PARA TODOS.
BUENO, bueno, BUENO,todo esto da pena,y en caso que sea verdad no es un delito ,ni esta perseguido nadie en España pòr ser homosexual.
Así que ningun jurado creo que lo escuche y le de la razon.
Ahora me voy a trabajar, ya cuando regrese por la noche ire contestando a todos los que han participado en el grupo.
Un abrazo,JORGE
Por Saúl Ortiz
Lo ha puesto todo en manos de sus abogados. Este periódico fue el primero en asegurar que el matador José Ortega Cano había decidido poner en manos de sus abogados todas las informaciones vertidas sobre su orientación sexual, su extraña relación con Juan de la Rosa y sus problemas con los Mohedano. Desde la publicación de la información, muchos medios de comunicación debaten concienzudamente sobre si el diestro tiene derecho a pronunciarse judicialmente sobre los asuntos que se televisan diariamente. Una discusión que ha provocado un gran revuelo. Y no es para menos. Sus detractores insisten en que dicen la verdad. Sus defensores, sin embargo, alegan una caza de brujas injustificada. Sea como fuere, lo cierto es que Ortega Cano es centro de despiadadas críticas. Incluso sus propios hermanos han saltado al coso rosa para enturbiar más el asunto. Y lo que te rondaré morena, pues dicen que negocian a marchas forzadas una nueva intervención televisiva. Si no lo veo, no lo creo.
Aunque ha cambiado su teléfono móvil, José es reacio a contestar llamadas de números no registrados. Sin embargo, con su educación y amabilidad que le caracterizan respondió a mis incesantes llamadas. Sereno, pero inevitablemente entristecido, el maestro me aseguró estar muy tranquilo y tomando decisiones firmes y convincentes: “Se me está haciendo mucho lado por todos los sitios, las acusaciones que están haciendo sobre mí son extremadamente graves, pero yo no puedo más. He dado luz verde a mi abogado para que interponga cuantas demandas sean necesarias para demostrar quién soy y quién no en los tribunales. No quiero entrar en el juego televisivo, y menos enzarzarme con ciertos colaboradores, todo lo resolveré en los tribunales”. Del mismo modo, José Ortega Cano, expectante y muy atento a mis palabras y preguntas, me aclaró que las relaciones homosexuales que se le atribuyen son “absolutamente inciertas, ahora me toca a mí”.