Pedro Pablo Oliva dice que expresar sus ideas no lo hace un 'disidente'
Deja en claro que 'no tiene ninguna intención' de salir de la Isla y que la 'fidelidad a la Patria no es fidelidad a un partido'.
El destacado pintor Pedro Pablo Oliva, destituido de un cargo en la Asamblea del Poder Popular por actitudes políticas críticas, afirmó hoy que expresar sus ideas no lo hacen un "disidente" ni "traidor" y dijo que no piensa abandonar la Isla, según EFE.
Oliva, Premio Nacional de Artes Plásticas en 2006, publicó un comunicado en su página web para referirse a las circunstancias que provocaron su destitución como delegado de la Asamblea del Poder Popular en la provincia de Pinar del Río, por haber violado el código de ética de ese órgano de gobierno local.
En la declaración señala que la "comisión de ética" que valoró su caso determinó que se había pasado a "las filas de la disidencia" y dentro de la Asamblea se manejaron calificativos en su contra como "disidente", "contrarrevolucionario", "traidor a la Patria" y "anexionista".
"Me niego a aceptar esas acusaciones por el solo hecho de haber expresado mis ideas", resaltó el artista de 62 años, tras destacar que "la inmovilidad de pensamiento es el cáncer de los procesos sociales".
"No me paga la CIA, no me sostiene la Fundación Cubano Americana, ni ninguna otra, ni las embajadas Polaca y Checa con las que tengo las mejores relaciones culturales en un clima de respeto", aseveró.
"Busco como todo ser humano que ama su país, una sociedad mejor, pero esa búsqueda no siempre tiene que coincidir con las ideas de un partido. No idealizo ninguna sociedad", agregó.
Oliva explica que otro delegado al órgano de gobierno local presentó una denuncia en su contra porque "ya no poseía las condiciones necesarias" y pidió evaluar su "separación" del cargo.
La acusación tomó en cuenta una carta del pintor que fue publicada con su consentimiento en el blog de la opositora Yoani Sánchez y las declaraciones que realizó al programa La tarde se mueve del locutor procastrista Edmundo García en una radio de Miami.
Según Oliva, sus palabras en ambos sitios "infringían o contradecían los estatutos ideológicos y el código de ética" de la Asamblea —que él firmó al ser elegido como delegado— y por eso estuvo de acuerdo con quien hizo la denuncia.
De acuerdo con su versión, se le acusó de publicar sus ideas en el "terreno de la disidencia" y de mantener relaciones de amistad con "elementos contrarrevolucionarios".
En ese sentido, advirtió que ningún órgano de la prensa oficial hubiera publicado sus palabras y consideró que "participar con ideas en otros espacios de debate no implica, en modo alguno, pensamientos semejantes".
"Vivo en un país marcado cada día por gente obsesionada con partir a cualquier sitio. No es ese el país que soñé. Sé que el presidente de la nación está haciendo esfuerzos por organizar nuestra maltrecha economía, titánica labor, pero aún más lo será intentar unificar la nación espiritualmente", afirmó Oliva.
El pintor agradeció a la revolución la posibilidad de formarse como creador, pero afirmó que "no se queda callado ante lo que considera errado" y defendió su derecho a "la duda".
También menciona que tuvo que tomar la "difícil decisión de cerrar" su proyecto artístico "Casa Taller" en Pinar del Río porque la dirección del Poder Popular consideró que se habían "desviado" de los objetivos culturales iniciales.
En su comunicado, Oliva también deja en claro que "no tiene ninguna intención" de salir de Cuba y resalta que la "fidelidad a la Patria no es fidelidad a un partido".
Graduado de la Escuela Nacional de Arte de La Habana, Oliva es considerado uno de los más destacados exponentes de la pintura cubana, ha recibido importantes reconocimientos por su obra artística y ha sido docente.
Sus obras forman parte de las colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes y de otros países como Canadá, Francia, Italia, España, Brasil, Suiza, México, Alemania y Estados Unidos.
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