BUENO,bueno,BUENO, yo creo que despues de 51 años de dictadura en Cuba,la solución no es emigrar sino quedarse en el pais y luchar por alcanzar la libertad.. Tambien entiendo que la adaptación a una nueva vida es muy dificil al comienzo y que los cubanos estan acostumbrados a que el papá estado, decida y les de lo necesario para vivir..A lo mejor ellos pensarón que aqui serian ricos a su llegada por ser la familia de Orlando Zapata ..
La familia de Orlando Zapata Tamayo, el preso cubano fallecido el año pasado en la isla tras una huelga de hambre de 85 días, se encuentra a punto de vivir en la indigencia en Miami.
"Yo no como política... yo quiero un trabajo", fue el grito de alarma de Rogelio Zapata Tamayo, quejándose de que casi dos meses después de llegar a Miami todavía no ha encontrado trabajo y las perspectivas de lograrlo no son animadoras.
La familia Zapata Tamayo, compuesta por 13 personas, incluyendo a Reyna Luisa Tamayo, madre del cubano fallecido, llegó a Miami a principios de junio. En la ciudad del sur de Florida fue acogida por el Comité Internacional de Rescate, el cual alquiló tres apartamentos, les entregó alimentos, ropa, electrodomésticos y ayuda monetaria para rehacer sus vidas en Estados Unidos.
Aunque inicialmente se indicó que la ayuda era por seis meses, Rogelio Zapata, de 42 años, dijo en un canal de televisión de Miami que realmente era sólo por tres meses, los cuales se cumplen a finales de agosto.
Pasado ese plazo, los Zapata Tamayo tendrán que asumir sus propios gastos, para los cuales no cuentan con recursos. El alquiler de cada apartamento cuesta más de 1.200 dólares y no incluye ni el agua o la electricidad.
Tras la muerte del opositor cubano en febrero de 2010, su madre Reyna Luisa luchó en Cuba por viajar a Miami con las cenizas de su hijo, al tiempo que indicó a medios de comunicación de Florida que, una vez en la ciudad, tendría el apoyo de la comunidad cubana exiliada.
Incluso, afirmó que le prometieron una estatua para colocar las cenizas de su hijo, las cuales han terminado en el pabellón funerario de la Brigada 2506, la que trató de invadir Cuba en abril de 1961 con apoyo de Estados Unidos.
'Todo esto ha sido un engaño' Pero ahora, Rogelio Zapata se queja de que, en realidad, todo ha sido un "engaño". "Todo se vuelve política. Yo no como política, yo no siembro política. Lo que yo viví en Cuba ya lo hice en Cuba [...]. Yo puedo hacer cosas aquí, pero mi objetivo principal aquí es trabajar", afirmó Rogelio Zapata.
"Todo esto ha sido un engaño y toda una mentira. Desde que nosotros llegamos nos dijeron una cosa, después nos dijeron otra y, al fin y al cabo, la verdad no sabes ni dónde está", agregó, en una entrevista al canal 'GenTv'. Rogelio indicó que no piensa volver a Cuba, sino que quiere afincarse y trabajar en Miami, en "lo que sea".
La familia fue recibida en el aeropuerto por una pequeña manifestación de exiliados, activistas y políticos. Durante las primeras semanas dieron un par de ruedas de prensa, entrevistas en televisión e, incluso, Reyna Luisa y su esposo fueron recibidos en Washington por congresistas y senadores cubano-americanos.
Recibieron donaciones Algunos exiliados hicieron donaciones para ayudarles, como ropa y muebles e incluso dinero. Pero ahora, las ayudas se están acabando porque cada día se escucha hablar menos del asentamiento de la familia Zapata Tamayo en el sur de Florida, donde la tasa de desempleo es del 11%.
Rogelio Zapata aseguró que ha hecho innumerables gestiones para encontrar trabajo, pero no han dado resultados. Desde que se compró una bicicleta por 105 dólares no ha dejado de recorrer los vecindarios del barrio donde vive, en busca de trabajo. Pero sin éxito.
"Yo me meto 20, 30, 40 kilómetros al día dando pedal. Me conozco todo esto por ahí para arriba. Yo donde quiera que veo cualquier cosa me paro y pregunto, pero ¡nada!", aseguró. Hasta el momento, ninguno de sus hermanos, su madre o su padre tienen trabajo.
Reyna Luisa no sale de casa Desde que regresó de Washington, Reyna Luisa se ha encerrado en su casa y rehúsa hablar con la prensa ni ha comentado las declaraciones de su hijo Rogelio. Algunos exiliados, que se sienten avergonzados por la situación, han hecho llamamientos a la comunidad para que ayude a la familia y le busque empleo, para no ha habido una respuesta concreta.
En las emisoras de radio locales, habitual termómetro del pensamiento del exilio cubano, las críticas también son numerosas, aunque están divididas. Hay oyentes que piden que se ayude a la familia e instan a los hombres de negocios de la ciudad a que les ofrezcan un empleo. Pero hay otros ciudadanos que creen que la familia debía hacer más esfuerzos para conseguir empleos y los acusan de "desagradecidos" por las ayudas recibidas.
El caso de los Zapata Tamayo recuerda otro sucedido en los años 90, cuando llegó a Miami la opositora cubana Paula Valiente, la primera negra conocida por criticar al Gobierno cubano en las iglesias de la isla.
Valiente estuvo en el candelero durante unos meses, pero después dejó de aparecer en la radio y la televisión locales, y comenzó a criticar a los exiliados por dejar de ayudarla. Se rumorea de que ha vuelto a Cuba, pero no se sabe cuándo.
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