Consumo de cerveza en adultos mayores, una clave para mantenerse sano
La ingesta moderada de esta popular bebida contribuye a optimizar los niveles de hidratación
del organismo, aportando vitaminas y nutrientes
Existen muchos mitos negativos en torno a la cerveza, todos ellos relacionados al consumo excesivo. Sin embargo, según estudios científicos realizados en España, la ingesta moderada de la popular bebida sería clave para mantener una buena salud.
“La cerveza consumida por adultos sanos con moderación y responsabilidad puede contribuir a optimizar los niveles de hidratación en nuestro organismo. Esta bebida aporta agua (95%) y, además, otras sustancias con un especial interés nutritivo, como vitaminas del grupo B (especialmente, ácido fólico), fibra y minerales (silicio, potasio y magnesio)”, publicó el Centro de Información Cerveza y Salud español.
Además, el informe del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) indica que la cerveza evita la deshidratación y puede prevenir enfermedades cardiovasculares, neurodegenerativas o relacionadas con los huesos; y también sitúa a esta bebida fermentada como una buena opción para las personas mayores.
“Nuestro organismo necesita una media de entre 2 y 2,5 litros de agua cada día”. Esta ingesta debe ser fundamentalmente de agua, aunque existen otras bebidas como zumos, té o cerveza (siempre que se consuma con moderación por adultos sanos) que pueden contribuir al alcanzar los niveles necesarios de hidratación.
EN DEPORTISTAS
Asimismo, otro estudio al que hace referencia la publicación concluye que el consumo moderado de cerveza puede ser incluido en la dieta equilibrada de los deportistas y puede contribuir a mantener niveles más altos de glucosa plasmática y atenuar las respuestas hormonales de estrés.
“El consumo moderado de cerveza, por su composición (agua, sales minerales, carbohidratos, vitaminas, oxidantes, fibra soluble), puede ser beneficioso para la recuperación tras el ejercicio físico. En este sentido, la cerveza contiene 4 gramos de carbohidratos por 100 mL. De esta cantidad, la mayor parte son maltodextrinas de bajo peso molecular que se metabolizan lentamente liberando unidades de glucosa que pasan progresivamente a sangre, lo cual conlleva un beneficio añadido”.
Consejos para disfrutar de una cerveza
El olor, la temperatura y el envase son cosas que debes tomar en cuenta al destapar una botella
A diferencia del vino o el pisco, la cerveza se bebe sin pensar. No la sometemos a protocolos de cata (aroma, color y cuerpo). Generalmente cuando tomamos una cerveza utilizamos el sentido del gusto y nada más, dejando de lado uno igual de importante: el olfato.
Según cuenta Ray Daniels, un experto cervecero de Chicago, “cada cerveza tiene una historia. Sensaciones que debemos aprender a conocer. Al igual que un vino, la cerveza también debe disfrutarse al máximo”, comentó en la web estadounidense Salon.
“El 85% de lo que describimos como sabor es en realidad aroma”, dice Daniels. “La nariz es un órgano tan importante puede procesar cientos de compuestos químicos en la cerveza de malta, lúpulo, levadura y especias. En cambio la boca puede manejar sólo cinco: amargo, dulce, salado, amargo y umami ”.
TIPS
Greg Engert, un importante sommelier estadounidense, señala que las bebidas preparadas de forma artesanal no tienen comparación con las industrializadas. Existen marcadas diferencias en cuanto a la riqueza del sabor y aroma del líquido.
El experto recomienda oler la cerveza previamente, al punto de introducir levemente la nariz en la espuma. La Temperatura es también un elemento a tomar en cuenta. “Debe tomarse entre 5 y 9 grados, pero nunca muy helada porque de esta forma se pierde el sabor. Solamente las bebidas malas se tomaban heladas”.
En el blog chevestuff, Javier Sánchez indica que la cerveza debe tomarse en vaso de vidrio. “El vidrio no guarda olores ni sabores que contaminen lo que vamos a beber. Es importante que no congelemos el vaso”.
“Al servir tu cerveza en el vaso, procura dejarle dos dedos aproximadamente de espuma. Aunque la espuma en sí no contribuye al sabor, sí funciona como capa protectora para conservar los aromas y sabores dentro del recipiente. Si bebes de la botella, tómala por el cuello para que no se caliente tan rápido por el calor de la mano”, señaló.