Protección del cáncer de la piel de adentro hacia fuera
Por Yined Ramírez-Hendrix Durante estos meses -y en la Florida durante todo el año- el filtro solar es uno de los productos personales más utilizados. Este nos ayuda a prevenir molestosas quemaduras de sol y protege la piel del cáncer y del melanoma. Pero también existen alimentos que nos ayudan a proteger la piel de adentro hacia fuera.
La nutricionista Larisa Alonso, aconseja utilizar un filtro solar y una vestimenta adecuada que proteja de los rayos ultravioletas, pero también indica que ciertos alimentos pueden ofrecer protección de las quemaduras y cáncer de la piel. Hay alimentos que contienen nutrientes, vitaminas y minerales con la habilidad de atacar radicales libres en el cuerpo y reducir la inflamación. Estos alimentos nos mantienen con aspecto juvenil y nos protegen del embate del sol.
“La piel es el órgano más grande del cuerpo y es una barrera. El cáncer de la piel y el envejecimiento son provocados por la radiación UV. El mayor carcinógeno al que estamos expuestos es el sol. Una manera de protegernos es a través de buena alimentación, consumir la apropiada cantidad de antioxidantes para mantener la piel saludable y promover la producción de colágeno que mantiene la piel lozana y libre de arrugas”, explicó la profesional con práctica en el Canyon Ranch Hotel & Spa en Miami Beach.
“La piel es un espejo de lo que pasa dentro de nuestro cuerpo”, explica Alonso. “Si tu piel se ve sana e iluminada, estás haciendo lo correcto. Entre otras cosas: beber agua limpia, hacer ejercicios y mantener la piel limpia y humectada”.
Aún se investiga cuánta es la protección
que ofrecen los alimentos, pero entre los estudios científicos, se ha comprobado cómo ciertos vegetales pueden reparar la piel. “En los vegetales crucíferos como fresas, té verde y negro, coles, brécol y cítricos se encuentran un grupo de fitoquímicos que tienen la habilidad de defender al sistema de los radicales libres. Investigaciones han demostrado que estos componentes fenólicos pueden ayudar a reparar el DNA, estabilizar actividad celular y bajar las respuestas inflamatorias a la radiación UV”, explicó la experta.
El primer paso es tomar agua limpia. Cuando la profesional habla de ‘agua limpia’ no se refiere a agua embotellada, sino filtrada. “Necesitamos asegurarnos que la piel se mantenga hidratada porque eso aumenta la circulación y ayuda a distribuir los nutrientes por todo el cuerpo. Mi consejo es adquirir un sistema de filtración para asegurarse que el agua que consumen es limpia. El agua embotellada no es mejor que la del grifo. Para romper la rutina, el agua de coco da los mismos resultados y contiene electrolitos, lo que también es muy beneficioso”.
Qué se debe consumir
Antioxidantes: Ayudan a proteger la piel del daño que provoca la exposición a la radiación ultravioleta. Los alimentos con mayor concentración de antioxidantes son las verduras y las frutas. También son fuente de vitaminas A y C. “Los alimentos con colores vivos como los cítricos (mandarina, lima, limón), frutas como fresas y kiwi, los pimientos rojos, la espinaca y hortalizas de hoja verde, entre otros, contienen los nutrientes que ayudan proteger la piel del daño a la exposición solar.
Cobre y Zinc: son minerales importantes para sanar y promover la producción de colágeno. Ostras, frijoles, nueces y semillas, avena y pollo son buenas fuentes de zinc. Mientras que el chocolate, mariscos, almendras, semillas de soja, semillas de girasol y garbanzos, nutren al cuerpo de cobre.
Grasas saludables y ácidos grasos: Las grasas como Omega-3 ayudan con la inflamación, sirviendo como humectantes internos del cuerpo. Para reducir la inflamación del cuerpo de adentro hacia fuera es bueno consumir pescado (como pompano, caballa del Atlántico Norte, salmón, arenque). También aguacates, nueces, aceite de oliva extra virgen y semillas.
El método de cocción es muy importante. Alonso recomienda no freír o cocinar a la parrilla, ya que el carbón altera las partículas del alimento. Los mejores métodos son hervir, al vapor y escalfado. “Cuando las carnes son fritas, ahumadas, asadas a la parrilla o bien cocidas se producen reacciones químicas que pueden ser perjudiciales para la salud y provocar daño a las membranas celulares. Estudios han demostrado aumento de riesgo para ciertos cánceres con el consumo frecuente de comidas fritas y ahumadas. Al cocinar carnes a la parrilla, es recomendable usar temperaturas bajas y voltear con frecuencia.
En el caso de los vegetales, hay que tratar de que conserven la mayor cantidad de antioxidantes, de manera que lo mejor es cocinarlos al vapor, a la plancha o al horno.
Consciente de que no todos tienen el tiempo o estilo de vida que les permita hacer estas acomodaciones en su dieta diaria, Alonso compartió una receta de bebidas “verdes” que se consumen en la elegante hospedería de Miami Beach. La nutricionista enfatiza que es importante llevar protección solar, vestir ropa protectora y visitar al dermatólogo una vez al año para un chequeo de la piel.
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