El cura “gay” que murió el 11-S entre los bomberos: historia de un bulo
Dennys Lynch, colaborador durante 10 años del padre Mike, explica como el lobby gay y la prensa
quieren homosexualizar el recuerdo de un cura fiel, célibe y de muerte heroica.
El padre gay Mychal Judge.
Las víctimas de los secuestradores del 11 de septiembre no sólo fueron personas. Una víctima de ese día fue la verdad sobre un sacerdote católico. Esta es la historia de cómo el activismo homosexual secuestró la verdad sobre el padre Mychal Judge.
El padre Mike: un secuestro del 11-S
Casi todo el mundo en Estados Unidos conoce hoy la historia del padre Mike. Nació el 11 de mayo de 1933 y se ordenó como sacerdote franciscano el 25 de febrero de 1961. Murió el 11 de septiembre de 2001, administrando los últimos auxilios de la fe católica a los bomberos caídos, cuando las torres del World Trade Center se hundieron.
Antes de morir, el padre Mike servía a las familias de diversas parroquias del área metropolitana de Nueva York. También a estudiantes del Sienna College. También a los bomberos municipales de Nueva York. Y el padre Mike servía a los sin techo, a los moribundos de SIDA, a los homosexuales y heterosexuales y especialmente a cualquiera que necesitase ayuda. Veía a Cristo en todos, sin excepción y sin objeción.
Pero como es típico con los activistas, la verdad sobre una persona no puede interponerse en el desarrollo de sus objetivos. Esto sucedió con los activistas homosexuales que vieron una oportunidad para atacar a la Iglesia Católica en la muerte heroica del padre Mike.
No importó que lo que dijeran sobre el padre Mike fuese falso. Sólo importaba que un sacerdote católico fiel, célibe y heroico pudiese convertirse en un icono homosexual. Así es como sucedió.
El padre Mike que conocí
Conocí al padre Mike durante los diez años antes de su muerte. Era muy cercano a la familia de Steven y Patti Ann McDonald. Estuvo en el hospital cuando el oficial de policía Steven McDonald fue tiroteado y quedó paralizado, en 1987. El padre Mike rezó con el agente McDonald y su familia. Y estaba presente cuando McDonald, aunque estaba completamente paralizado, perdonó a la persona que le había disparado.
La familia McDonald y el padre Mike compartían un amor especial por Irlanda. Tuve el privilegio de ayudar al padre Mike y al agente McDonald a viajar a Irlanda del Norte para extender el mensaje de reconciliación mediante el perdón en ese lugar tan atribulado.
Fue planeando uno de estos viajes a Irlanda del Norte con el padre Mike cuando me contactó un activista homosexual llamado Brendan Fay. Después de un primer viaje a Irlanda del Norte con un gran éxito, donde Mike y McDonald predicaban el mensaje de Jesús, la reconciliación mediante el perdón, el segundo viaje se organizaba con bastante publicidad.
El padre Mike me contó que Brendan Fay, nacido en Irlanda, realmente quería formar parte de nuestro Equipo Proyecto de Reconciliación. Me contó que Brenda Fay era alguien a quien él intentaba acercar a Cristo, aunque Brendan tenía una historia consolidada como buscalíos. Como mucha gente que yo conocía.
El activista homosexual
Supe luego que Brendan Fay era la persona que atacaba a la Iglesia Católica intentando que los homosexuales desfilaran formando su propia unidad en el desfile de San Patricio en Nueva York. Todos sabemos que homosexuales y heterosexuales han desfilado para San Patricio desde sus inicios. Pero los activistas homosexuales no querían sólo un derecho igual para desfilar. Querían –como Brendan Fay- reconocimiento y aprobación de su conducta en un acontecimiento católico, ser aceptados precisamente por sus pecados.
Brendan Fay era la persona que todo el mundo en Nueva York veía en televisión y que era mencionada en todos los medios. Tenía la misión, como activista, de forzar a los católicos de origen irlandés a aceptar en su desfile no el amor al pecador, sino el amor al pecado.
Quedé con Brendan Fay y el padre Mike para comer. Brendan Fay me contó cuánto quería ayudarnos a planear y participar en nuestro viaje a Irlanda del Norte. Me habló de los muchos contactos que tenía en Irlanda y como su participación podía hacer más efectivo nuestro viaje.
Yo sentía que Brendan no era completamente sincero, que sólo era un buscalíos comoel padre Mike me había mencionado. También sentía que todo lo que Brendan Fay quería de este viaje era un titular o una historia sobre él o su agenda homosexual. Quería problemas, no reconciliación.
Pese a todo, me mostré de acuerdo con que Brendan se uniese a la planificación e incluso al viaje con una condición. La condición era que el viaje debía tratar sólo del agente de policía McDonald y su esfuerzo por extender el mensaje de reconciliación de Jesús a través del perdón. Eso significaba, expliqué a Brendan, que no debía mencionarse ningún nombre en el viaje excepto los del agente McDonald y el padre Mike. Brendan me preguntó: “¿eso significa que no puedo atender entrevistas de televisión?” Le dije con claridad: “evidentemente que no; esta historia va de McDonald y su viaje. No trata de ti, de mi o de ninguna agenda.”
Como resultado, Brendan dejó de aparecer para ayudar con el viaje. Brendan Fay no tenía interés en el mensaje de reconciliación. Si la historia no trataba de Brendan Fay, Brendan no estaba interesado.
La muerte del padre Mike
La siguiente vez que vi a Brendan Fay fue tres años después en la misa funeral del padre Mike. En el monasterio franciscano de Maniatan, la iglesia estaba abarrotada de gente de luto. Todo el mundo que vi en el funeral estaba triste y solemne. Todos, excepto Brendan Fay. Brendan sonreía, extrañamente feliz. Le saludé antes de que empezase la misa y le vi comportase casi con gozo en un día que las lágrimas estaban en los rostros de todos los demás. No sabía por qué Brendan actuaba de aquella forma extraña, casi demoníaca. Pronto lo descubriría.
Antes de la muerte del padre Mike, nadie de los que lo hubiesen conocido por un tiempo lo habrían descrito como homosexual. De hecho, jamás ningún activista homosexual ha aportado ninguna evidencia de que Mike fuese “gay”.
Y sin embargo, en los periódicos inmediatamente tras este funeral Brendan Fay empezó a aparecer, citado, diciendo que el padre Mike era homosexual. Brendan Fay organizó un encuentro publicitario con la prensa en el que varios ponentes hablaron del compromiso del padre Mike con la comunidad homosexual y dijeron que el padre Mike era gay. Esto era una novedad para mí, que lo conocía casi desde una década atrás.
Las mentiras de los medios sobre el padre Mike
Después de las primeras series de periódicos afirmando que el padre Mike era homosexual, de repente los políticos estaban en el Congreso lamentando la muerte de “el padre Mike, el cura gay”.
Preocupado al ver que el padre Mike era usado por activistas homosexuales, empecé a contactar con mucha gente que lo conocía desde hace tanto o más tiempo que yo. Quería que se publicase la verdad sobre él. Ni uno de esos amigos de muchos años jamás oyó ni vio nada que hiciera el padre Mike que pudiese indicar esa homosexualidad. Yo mismo pasé semanas con él, en una época en la que hablábamos de muchas cosas personales. Ni una vez hubo nada que sugiriese que el padre Mike era gay. Era un sacerdote católico y célibe, nada más.
Pasaba el tiempo, y Brendan Fay empezó a organizar actos proclamando que el padre Mike era “Héroe, Sacerdote y Gay”. Los medios empezaron a referirse al padre Mike ya no sólo como “gay”, sino como un sacerdote “abiertamente gay”. Nada de esto era cierto.
Escribí una carta a la cadena de diarios Gannett por referirse así al padre Mike. Su respuesta fue que rechazaban la autenticidad de mi artículo y ¡¡me citaban una ley que dice que no se puede difamar a una persona muerta!! Les respondí explicando que yo no difamaba, que sólo quería que se publicase la verdad del padre Mike. No me respondieron.
El New York Times también escribió en un artículo que el padre Mike era homosexual. Escribí al diario pidiendo pruebas que apoyasen su historia, ya que mucha, mucha gente no creíamos que lo fuese. Tampoco recibí respuesta.
Hubo un caso en que un diario escribió que Mike era gay. Cuando se le preguntó por este artículo, la respuesta del editor fue desconcertante. Escribió que en realidad no importaba si el padre Mike era homosexual o no. El editor declaró que los homosexuales son un grupo “desaventajado” y que si el artículo les ayudaba a tener auto-estima, entonces el padre Mike estaría contento.
Dicho con otras palabras: que decir la verdad, decir que era un sacerdote católico fiel, no importaba en nuestro mundo políticamente correcto.
A medida que pasaba el tiempo, los activistas homosexuales embellecieron aún más su historia sobre el padre Mike. Durante la Semana del Orgullo Gay en Nueva York, un diario publicó la falsedad de que el padre Mike había sido un “líder” en el movimiento GLBT (gays, lesbianas, bisexuales y transexuales).
Las mentiras sobre el padre Mike continuaban creciendo en los medios políticamente correctos. Tristemente, incluso un miembro de la jerarquía católica en Nueva York comentó en los medios que el padre Mike era “un sacerdote gay”. Cuando se le preguntó sobre la verdad de sus comentarios, este sacerdote admitió que sobre el padre Mike sólo sabía lo que había “leído en los medios”.
La verdad sobre el padre Mike
La verdad sobre el padre Mychal F. Judge, de la orden franciscana, es que fue un magnífico sacerdote católico. El padre Mike veía a Cristo en todos. Sirvió a todos con una sonrisa, com la oración y el amor de Cristo en su corazón. Incansablemente intentaba vivir su vida como un sacerdote según el modelo de San Francisco de Asís.
Aunque los activistas homosexuales han secuestrado la verdad sobre él, yo sé que en el Cielo el padre Mike querría que supieseis la verdad sobre él. También querría que rezaseis por aquellos que levantan falsos testimonios. Sobre todo, al padre Francis no le importa nada si lo recordáis, pero sí que recordéis y viváis la Oración de San Francisco.