PABLO XIMÉNEZ DE SANDOVAL
La crisis económica europea ha llevado al desempleo a unos 100.000 inmigrantes ecuatorianos en España, según informó ayer la gubernamental Secretaría Nacional del Migrante (Senami) de Ecuador en Madrid. Esta cifra supone un 27% de la comunidad ecuatoriana en España, según Óscar Jara, responsable de Senami en el país. La cifra es siete puntos superior a la tasa de desempleo en el conjunto de España, que se situó en agosto en el segundo trimestre en torno al 21%, superando ampliamente los cuatro millones de desempleados.
Sin embargo, el dato más preocupante es que apenas un tercio de esos parados (33.000, según la misma organización) recibe algún tipo de ayuda pública para seguir subsistiendo. Estas ayudas son principalmente dos: el subsidio de paro y la renta de 400 euros que el Gobierno da a los parados de larga duración que han agotado ya la prestación. Esta ayuda es la última red de salvación para muchos desempleados. El programa fue planeado en un principio para finalizar en febrero de 2010, pero el Gobierno español viene prorrogándolo desde entonces. Los datos se refieren siempre a inmigrantes ecuatorianos con la residencia en regla en España. "La situación entre los sin papeles es más precaria", advirtió Jara.
La mayoría de los ecuatorianos han sido víctimas del hundimiento del mercado inmobiliario, ya que lograron establecerse en España gracias a la frenética actividad del sector de la construcción durante la burbuja inmobiliaria. En este sentido, el responsable de Senami dijo que los ecuatorianos tienen ahora más capacidad de adaptación y de reciclaje laboral. Primero, por su disposición a la movilidad geográfica, mayor que la de los españoles. Y segundo, porque muchos ya tenían oficios previamente y se dedicaron a la construcción para salir adelante.
Ahora, según Senami, el Gobierno ecuatoriano trata de recuperar esos oficios. Por ejemplo, más de 100 personas que antes eran maestros han participado en un "programa de actualización pedagógica" realizado a través de un convenio con la Universidad Nacional de Educación a Distancia española. De la misma forma, la Senami está intentando que tengan reconocimiento en España títulos académicos obtenidos en Ecuador. La idea general es escapar de la agonía de la construcción.
La recién nombrada secretaria nacional del migrante de Ecuador, Ana Beatriz Tola, aseguró ayer que una de las principales demandas que ha encontrado entre la comunidad ecuatoriana durante su visita a Madrid es precisamente de ayuda para "formación y capacitación" que permita huir de la crisis de la construcción hacia otras áreas. A pesar de que sus compatriotas "se interesan por los mecanismos" para regresar, esta es una opción minoritaria. Tola visitará a continuación Murcia, Barcelona e Italia.
La mayor flexibilidad para moverse (se ha detectado una nueva migración desde España a otros países de la UE, principalmente a Reino Unido), sumada a las redes de apoyo familiar, explican que los programas de retorno a Ecuador apenas tengan éxito. El Gobierno ecuatoriano ofrece créditos para retornados para iniciar negocios en su país (Senami asegura que ya se han invertido 11,6 millones de euros en proyectos). El Gobierno español, por su parte, tiene programas para capitalizar toda la ayuda al desempleo, por ejemplo. Sin embargo, la cifra de retornados no supera el 9%, según datos de Senami.
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