San Agustín, el santo gay, el padre de la culpa
Le guste o disguste al Vaticano, "San Agustín" es considerado un "Santo Gay" según algunas biografías bastante bien Documentadas...
San Agustín nació el 13 de noviembre del 354 en Tagaste, Numidia (la actual Souk Ahras, en Argelia). De niño, San Agustín no fue bautizado ni recibió ninguna formación cristiana; a los once años fue enviado a la escuela en Madaura, un centro de cultura y aprendizaje pagano, donde adquirió amplios conocimientos sobre literatura latina.
Regresó a su casa en el 369 y dedicó un año a no hacer nada, si bien durante este período la lectura del Hortensio de Cicerón despertó su interés por la filosofía.
Al año siguiente se trasladó a Cartago, donde conoció y disfrutó de los placeres de la carne, incluida la homosexualidad. Como escribiría posteriormente en sus Confesiones: "Cuando llegué a Cartago, a mi alrededor bullía un caldero de amores ilícitos. Yo nunca había amado y estaba ansioso por amar. Me parecía dulce amar y ser amado, y mucho más si podía disfrutar del cuerpo de la persona amada. De modo que contaminé el agua primaveral de la amistad con la suciedad de la concupiscencia. Enlodé su limpia corriente con el infierno de la lujuria y, a pesar de ser impuro e inmoral, con mi exceso de vanidad solía comportarme como un hombre de mundo que frecuenta los lugares elegantes que están de moda. Me zambullí de cabeza en el amor, ya que anhelaba que me atrapase".
En su obra Christianity, Social Tolerance and Homosexuality, el historiador John Boswell escribe que "la mayoría de los maniqueos se oponían por igual a cualquier forma de sexualidad. Pero [los placeres homosexuales] se consideraban menos graves que los heterosexuales puesto que a) no compartían la falsa aureola de santidad que la sexualidad marital utilizaba para tentar a los desprevenidos hacia una vida autocomplaciente, y b) no atrapaban las almas dentro de la materia, como ocurría con las relaciones heterosexuales cuando producían niños".
Durante esta época, San Agustín reanudó su amistad con un joven cristiano que conocía desde la infancia y le llevó por "mal camino". La relación, que apenas duró un año, fue "lo más dulce que experimenté en toda mi vida". Años después, en sus Confesiones, San Agustín alaba la beneficencia de la mano de Dios que hizo enfermar al joven de fiebres porque, sin que él lo supiera, su familia le hizo bautizar en su lecho de enfermo y "fue arrebatado a mi locura para poder ser preservado contigo para mi consuelo. Pocos días después, estando yo ausente, regresaron las fiebres y falleció".
Incapaz entonces de apreciar la maravilla de los misteriosos designios de Dios, el joven San Agustín quedó desolado. "Todo lo que había compartido con él, sin él quedaba reducido a un tormento cruel. Me sorprendía que siguieran vivos otros mortales puesto que había muerto aquel a quien yo había amado como si no fuera a morir jamás. Y me sorprendió aún más el hecho de que mientras él estaba muerto yo estuviera vivo, porque él era mi "otro yo". Ya lo había dicho alguien refiriéndose a su amigo: que "era la mitad de mi alma". Había llegado a sentir que mi alma y la suya eran "una sola alma dentro de dos cuerpos". De modo que mi vida se convirtió en un horror. No quería vivir sólo con la mitad de mí mismo, y tal vez el motivo por el cual le temía tanto a la muerte era que entonces habría muerto la totalidad de mi amado amigo."
Según Boswell, "éste tipo de relación, una amistad apasionada o "erótica" entre hombres ( ... ) tomó muchos términos del lenguaje de las relaciones sexuales y a menudo imitaba deliberadamente la literatura homosexual de la antigüedad. ( ... )
El contenido erótico de la "amistad" en la antigüedad se debía en gran medida al hecho de que la homosexualidad era muy frecuente en numerosas sociedades antiguas y que bien podía intervenir en la relación: los amigos del mismo sexo utilizaban el vocabulario habitual del amor homosexual para expresar sus sentimientos en términos eróticos.
El propio San Agustín, escribiendo en estos términos, expresó el amor que sentía por un amigo de su juventud. ( ... ) A diferencia de muchos de sus contemporáneos cristianos, San Agustín lamentaba amargamente el aspecto sexual de estas pasiones ( ... ) y al llegar a la edad adulta rechazó la posibilidad de mantener relaciones homosexuales carnales".
Durante estos años, "San" Agustín tuvo también una amante que, en el año 371 le dio un hijo de nombre Adeodato.
Entre los años 374 y 383, San Agustín dirigió una escuela de retórica en Cartago; después se trasladó a Roma, donde siguió enseñando retórica. Bajo la influencia de San Ambrosio, que predicaba en Roma, acabó rechazando las doctrinas maniqueas. Un domingo de Pascua, el 25 de abril del 387, San Agustín y su hijo Adeodato fueron bautizados en el cristianismo.
San Agustín se deshizo rápidamente de su amante y regresó a África en el 388. Vendió sus bienes, distribuyó el dinero entre los pobres y convirtió su casa en una comunidad monástica. Adeodato colaboró con él en el monasterio hasta su prematura muerte, a los dieciocho años.
San Agustín fue ordenado en Hipona (la actual Annabah, en Argelia) y en 395 -396 fue consagrado obispo auxiliar. Poco después fue nombrado obispo. Durante los treinta años siguientes, escribió sus obras principales, que incluyen las Confesiones (397 - 401), De Trinitate (400 - 416) y La ciudad de Dios (413 - 426).
San Agustín es considerado uno de los grandes padres de la Iglesia Católica, un pensador que cambió el curso de la civilización occidental. Esbozó los conceptos de pecado, perversión y la relación entre lo bueno y lo malo que han impregnado tanto nuestra manera de pensar que, para bien o para mal, resulta imposible concebir nuestro mundo sin ellos.
No resulta exagerado afirmar que San Agustín es responsable en gran medida nada menos que de nuestra sensación del yo subjetivo.
Sin duda, San Agustín aparentemente disfrutó de los placeres de la carne, tanto masculina como femenina, y que probablemente en esto no fue demasiado diferente de tantos ciudadanos de los últimos tiempos del imperio romano que no reconocían la distinción que hacemos actualmente entre homosexuales y heterosexuales.
En agosto del 430, los vándalos se apoderaron de Cartago y sitiaron Hipona. San Agustín falleció el 28 de agosto (día de su festividad), durante el sitio. Cuenta la historia que poco después los vándalos saquearon e incendiaron todo lo que encontraron en Hipona, a excepción del Monasterio Agustino.Considerado uno de los padres fundadores de la Iglesia Católica como existe hoy, también podemos llamarlo uno de los grandes padres fundadores de la represión y de la culpa.
Posteriormente, su desprecio por esos actos juveniles ha tenido y sigue teniendo importantes consecuencias para todos nosotros.
Por más que despreciemos los siglos de represión y persecución que a consecuencia de estos hombres "Santos" se ha permitido a la sociedad imponer a los gays y las lesbianas, hemos de reconocer que han tenido una influencia poderosa en la civilización occidenta.
FUENTE LA RED