El sexo a los 73, según Jane Fonda
Hanoi Jane sigue activa. No solo eso. Ahora es más Jane Fonda que nunca. A los 73 años, acaba de publicar un libro, Prime Time, para la tercera edad, con consejos sobre belleza y sexo. “Porque podemos aprovechar al máximo esos años”, asegura. De hecho, en una entrevista concedida al diario Daily Telegraph con motivo de su lanzamiento ha asegurado que usa testosterona desde hace tres años para mejorar sus relaciones sexuales. “Supone una enorme diferencia”. Habla sin tapujos de la masturbación, los juguetes sexuales o la Viagra, y añade: “Lamentablemente existe un tabú cultural. Se piensa que cuando se pasa cierta edad no se tiene sexo. Ocurre lo contrario”. Más madera: “Si no has tenido sexo durante un tiempo y comienzas un romance, ten por seguro que tu vagina necesitará cierta atención”.
Dice que ya está bien de juzgar a las mujeres por lo que ponga en su carné de identidad. En el suyo pone que nació en el año 37, ¿y qué? Si ahora se siente mejor que a los veinte.
Y no es una pose: «No querría ser joven otra vez», asegura la actriz estadounidense, una chica que se pasó la vida mirándose en el espejo y haciéndose reproches. Nunca se veía lo suficientemente bien, nunca lo suficientemente delgada. Sufrió anorexia y bulimia, mientras en los papeles la retrataban como una bomba sexual. Luego se forró vendiendo libros y vídeos de aerobic. ¡Qué cosas, eh!
Hace ya tiempo que Jane Fonda es capaz de mirarse al espejo sin enfadarse. Todo lo contrario, le sale una sonrisa satisfecha y no es para menos, que hasta los dientes los tiene perfectos. «Hice una enorme inversión. Costaron 55.000 dólares. Eran los dientes o un coche nuevo y opté por los dientes», cuenta divertida en una entrevista. Nunca ha ocultado que la conocen bien en el quirófano y que debe buena parte de su envidiable figura a la buena mano de su cirujano. Los otros ‘culpables’ de que todavía siga siendo un bellezón son los genes, el deporte, la alimentación y el sexo. «El 30% para mantener un buen aspecto físico se debe al buen sexo». Y ella presume de una vida amatoria muy activa.
Eso sí, que a nadie se le ocurra decir eso de que es ‘muy activa para su edad’ que entonces la van a oír. «Lamentablemente existe un tabú cultural, se piensa que cuando se pasa de cierta edad no se tiene sexo. Pero yo ahora estoy más feliz, entiendo la vida mejor y el sexo es mejor». De lo bien que se lo monta en la cama (literalmente) habla Fonda en su libro ‘Prime Time: creating a great third act’, que saldrá próximamente a la venta y que incluye capítulos «sobre el amor, los romances, el sexo y la sabiduría». También ofrece a las mujeres mayores un montón de consejos sobre cuestiones sexuales: «Si estás sana el sexo puede ser mejor después de los 60, especialmente para la mujer», reinvindica.
Y lo dice por propia experiencia. Aunque su fortaleza en la cama tiene truco: la testosterona, que consume desde hace tres años. «Tomar estas pastillas supone una enorme diferencia si se pretende mantener la actividad sexual cuando la líbido ha bajado». Y ella quiere mantenerse activa, que tiene novio, Richard Perry, productor musical cuatro años menor. Pero cuidado con las pastillitas -también se vende en parches-, que a ella le provocaron acné. «Y eso es ir demasiado lejos», bromea.
Feminista y ‘verde’
Y no será porque ella sea de las que se ponen freno. Nunca se lo ha puesto. Porque no sabe, ni quiere, estarse quieta. Ha hecho 41 películas (‘Descalzos por el parque’ (1967), con Robert Redford; ‘Barbarella’ (1968), donde se reivindicó como mito sexual; ‘Danzad, danzad malditos’ (1969)…), y además de a pasearse por la alfombra roja le ha dado tiempo a mucho más.
Cuando la guerra de Vietnam se descubrió como activista política (también se manifestó contra la guerra de Irak); y ha sido una defensora a ultranza del feminismo: «Si fortalecemos a las chicas y las educamos, las ayudaremos a usar anticonceptivos sin el riesgo de ser asesinadas por ello».
Tiene otras causas, que es de las que piensa en verde: «Mi rancho usa paneles solares para el agua caliente y la calefacción. También tengo un tanque que recicla el agua y conduzco un coche híbrido». Su última bandera es la de reivindicarse sexualmente activa a los 73: «Podemos aprovechar al máximo estos años», les dice a las de su quinta. A ella, aparentemente, le va muy bien.