El béisbol detrás de señal de TV Martí
EL LOGO de TV y Radio Martí en las oficinas de la emisora en Miami
Juan O. Tamayo
El misterio de las transmisiones “cifradas” de TV Martí a Cuba, que se añadieron a las quejas de La Habana sobre una “guerra cibernética” de Estados Unidos, ha sido resuelto.
En una palabra: béisbol.
El misterio empezó el 10 de octubre, cuando una página de internet que monitorea los gastos del gobierno de Estados Unidos en programas relacionados con Cuba reportó que una firma israelí había ganado un contrato para transmitir la programación de TV Martí a la isla vía satélite.
El acuerdo, por un valor de hasta $1 millón, requiere que RRsat Global Communications Network brinde a TV Martí la capacidad de “cifrar” su señal de televisión vía satélite.
CubaMoneyProject.org, que lleva Tracey Eaton, periodista estadounidense que estuvo radicado en Cuba durante varios años, subrayó la mención de cifrado en el contrato pero no hizo comentarios sobre las razones por las que TV Martí lo necesita.
Radio/TV Martí son estaciones del gobierno estadounidense creadas para romper el monopolio del gobierno de Fidel Castro sobre los medios de comunicación noticiosos de la isla. Cuba las tilda de ramas de propaganda de Washington.
La señal radial de Radio Martí se transmite en frecuencias de onda corta y AM, y la señal de televisión se transmite desde el satélite Hispasat y un avión que vuela cerca de los Cayos de la Florida. Cuba bloquea con facilidad las transmisiones del avión, pero no puede bloquear las del satélite, que funcionan de forma parecida a Direct TV en Estados Unidos.
Las antenas de recepción de satélite son ilegales en Cuba, pero resultan relativamente comunes, por lo general montadas en los techos y ocultas dentro de tanques de agua o rodeadas de tendederas de ropa.
Dos días después del reporte de Eaton, Cuba renovó sus acusaciones de una “guerra cibernética” en su contra a través de internet, teléfonos celulares y otros equipos de alta tecnología.
El contrato de RRsat Global era “sospechoso” debido al requerimiento de cifrado, “el cual no puede tener otro propósito que la inteligencia”, señaló una columna publicada el 14 de octubre en el portal gubernamental Cubadebate.
La columna estaba firmada por Jean-Guy Allard, un canadiense francófono que ha vivido en La Habana por años y escribe con regularidad sobre tenebrosas conspiraciones de los exiliados cubanos, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos y otras entidades en contra de la isla.
Allard hizo más picante el misterio el miércoles con otra columna en la que reportó que el presidente de la junta directiva de RRsat Global es Shlomo Shamir, ex jefe de la versión israelí de la agencia de Seguridad Nacional, la agencia estadounidense a cargo del espionaje electrónico.
Todo esto es mucho ruido y pocas nueces, dijeron el director de Radio/TV Martí Carlos García-Pérez y Tish King, portavoz de la Junta Directiva de Telecomunicaciones (BBG), la cual supervisa todas las emisoras del gobierno estadounidense.
El contrato con RRsat Global es exactamente el mismo que el contrato anterior para transmitir la señal televisiva por Hispasat (que es gratis para los que la reciben en Cuba), pero más barato, dijeron ellos a El Nuevo Herald.
En cuanto a la necesidad de cifrar la transmisión, agregaron, se debe a que las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) permiten que los juegos se transmitan desde el avión, sin costo alguno para TV Martí porque la audiencia es pequeña: La Habana y sus alrededores.
Pero la señal de Hispasat puede ser recibida en la mayor parte de América Latina, las zonas del este y el centro de Estados Unidos, la mayor parte de Europa y parte de Africa. MLB cobraría millones por transmitir los juegos vía satélite, explicaron.
De ahí la necesidad de cifrar las transmisiones – un proceso conocido generalmente como codificar la señal— para que las teleaudiencias no autorizadas no puedan ver los juegos.