presidente para conseguir fondos entre los grandes donantes hispanos
Por María Ramírez / Nueva York
Antonio Banderas y Melanie Griffith apadrinaron este lunes por la noche el primer acto de campaña de Barack Obama para recaudar fondos en la comunidad hispana de EEUU.
La casa de Banderas, en Los Ángeles, recibió al presidente demócrata con pétalos de rosa, velas y más de 120 invitados dispuestos a pagar entre 5.000 y 35.800 dólares (entre unos 3.600 y 25.700 euros) por la cena y la compañía.
La atracción de la fiesta era también Eva Longoria, que dio la bienvenida a Obama como "el presidente de todos los americanos". Entre los invitados, había políticos y sindicalistas hispanos con capacidad de movilizar fondos y votantes, como Antonio Villaraigosa, el alcalde de Los Ángeles, y Julián Castro, el de San Antonio (Texas).
Longoria, la más emocionada, llamó al presidente "baby" en Twitter después de "una noche increíble". En 2009, Obama la nombró asesora para un posible museo sobre la historia de los hispanos en EEUU.
Banderas presumió ante la prensa del invitado. "Estoy encantado de que el presidente de EEUU use mi casa para lanzar un mensaje a la comunidad latina", dijo el actor español a la prensa local. "Ya vino Al Gore en otra ocasión y mi casa se está convirtiendo en una especie de institución", comentó.
California es el estado donde los demócratas recaudan tradicionalmente más fondos. Sólo en la zona de Los Ángeles, el presidente ha conseguido cerca de un millón de dólares (más de 700.000 euros) en los dos últimos trimestres.
Obama sólo se pasó por la mansión de los Banderas-Griffith para el postre (había cenado con otro grupo de actores no latinos antes), pero escuchó muchos aplausos. El demócrata presumió de que ha logrado poner en práctica el 60% de sus ideas. "Estoy seguro de que podemos conseguir el 40% que falta en los próximos cinco años", dijo. Volvió a prometer que cambiará las leyes de inmigración, una cuenta pendiente.
El presidente, según las encuestas, tendrá serios problemas para ser reelegido en 2012 ya que hasta los más fieles –como las mujeres, los afro-americanos, los jóvenes o los independientes- lo están abandonando. El voto latino es, de hecho, uno de los que más peligra.
En 2008, cerca del 67% de los electores hispanos votó por Obama, el mejor resultado de toda la historia para un demócrata. Pero según las últimas encuestas de Gallup, ahora menos de la mitad aprueba su gestión.
Quedarse sin el voto latino puede tener un impacto significativo, sobre todo en estados como Nuevo México, Nevada o Colorado. Los hispanos empujan ahora el crecimiento nacional –ya son más del 16% de la población en EEUU- y son los que más electores nuevos llevan a las urnas. El año pasado, en las elecciones al Congreso, votaron más de 6,6 millones de hispanos, casi el 7% del total de electores.