Buenos Aires es uno de los destinos gay más sofisticados del mundo
Buenos Aires es una ciudad marcadamente cosmopolita que combina las ventajas de París, Berlín o Milán con una oferta de ocio amplia y variada durante todo el día y la noche y un ambiente que se adapta a los gustos de cada consumidor. El turista gay encuentra una ciudad con arte, cultura, arquitectura y gente amable y disponible. La aprobación de la Ley de Unión Civil que legaliza las bodas entre parejas del mismo sexo le abrió las puertas al pink market. Tal es la llegada de turismo rosa- un 20% de los viajeros que llegan a la ciudad 'entienden'- que la oferta de ocio gay no para de ampliarse y diversificarse. Aparte de los establecimientos específicamente homosexuales, proliferan gran cantidad de lugares tolerantes con la comunidad homosexual, donde nos sentimos integrados y cómodos.
Buenos Aires es un sueño para el turista gay. Actualmente existe una oferta de más de cien bares, restaurantes y discos “gay friendly” concentrada entre los barrios de Palermo (en todas sus versiones: Viejo, SoHo, Hollywood y Sensible), San Telmo, Recoleta y Barrio Norte, que combinan un pasado histórico con la abundancia de lugares donde alojarse, comer, salir y comprar a precios competitivos y ambiente moderno, bohemio y vanguardista. Además, en Buenos Aires hay un movimiento gay culto, que habla idiomas y eso ayuda.
A la hora de buscar un hotel donde alojarse, las ofertas 'gay-friendly' van desde lugares de cinco estrellas como el Four Seasons, Alvear Palace Hotel, Axel –especializado en un cliente homo- o el magnífico Claridge, a otros más económicos como el Howard-Johnson Plaza, el Bel Air o los populares 'bed&breakfast' para bolsillos con presupuesto más ajustado.
La rica y variada gastronomía argentina es otro de los puntos fuertes de Buenos Aires. Los bonarenses disfrutan ante un plato de su tradicional “asado” y son únicos en la preparación de gastronomía a base de carne de vacuno. Delicias que se pueden degustar sobre todo en la zona de Las Cañitas, en Palermo, en restaurantes como Arguibel, El Estanciero, Tacla con sus shows de stripper o Rave. Pero también podemos probar sabores exóticos de la cocina internacional.
Tras una buena comida, podemos tomar unas copas en el barrio de Palermo donde multitud de discotecas 'de ambiente' -boliches como le llaman ellos- compiten para un público exigente. Los más entraditos en años pueden ir al “Contramano”, los más 'fashion' al “Palacio de Buenos Aires” y los más maquineros a la mega discoteca “Amerika”, donde encontraremos a gays, heteros, 'strippers' y travestis; si bien la oferta de pubs y locales nocturnos crece sin parar (Goddess, Angel's, Marlene y Unna para mujeres, Ambient House, Hatrick, Sacramento, Kwan, Nixas, Hood Cooldrinks, o el Mystique After Office, una propuesta de relax, diversión, networking y sorpresas...). Tampoco podemos olvidar el tango, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, Las Milongas -lugares de baile de tango gays- están de moda. Y es que el tango gay de Buenos Aires es único en el mundo, como el que podemos disfrutar en La Marshall, por poner algunos ejemplos.
Si la oferta nocturna da para mucho, los amantes de la cultura no deben perderse el Museo de Arte Latinoamericano MALBA o la obligada visita a la tumba de Evita Perón en el cementerio de Recoleta y a su museo en Palermo, donde se guardan sus trajes y objetos personales. Los domingos es habitual darse una vuelta por la Feria de Antigüedades de San Telmo para, despues, bailar al Tea Dance del Palacio de Buenos Aires, donde se congrega lo más selecto y 'cool' de la comunidad gay porteña.
Buenos Aires presume de tener un ambiente mixto donde todos nos mezclamos con todos y un creciente turismo que supone uno de los puntales de su economía. Y es que la ciudad tiene todas las posibilidades del mundo para que se invierta y florezcan los negocios.