Tampa busca ser la puerta de acceso de EEUU a Cuba
POR MIMI WHITEFIELD
El primer vuelo fletado desde el Aeropuerto Internacional de Tampa hacia Cuba en casi 50 años despegó el 8 de septiembre – la festividad de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, la santa patrona de Cuba – y desde entonces Tampa no ha sido la misma.
Ha habido un frenesí de actividades relacionadas con Cuba en el área de Tampa Bay -algo difícil de imaginar en el sur de la Florida- comenzando con una carta de saludos amistosos que el Ayuntamiento de la Ciudad de Tampa envió a Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional de Cuba.
Desde que comenzó el servicio de aviones fletados, el presidente de la Cámara de Comercio del Gran Tampa dijo que planea un viaje a Cuba, se extendió una invitación a los diplomáticos cubanos en Washington para visitar a los líderes empresariales de Tampa, la Orquesta de la Florida, con sede en Tampa, envió a un grupo de músicos a Cuba en un intercambio cultural y la Autoridad del Puerto de Tampa realizó un seminario sobre oportunidades potenciales de comercio con la isla.
Mientras tanto, los planes para tratar de posicionar a Tampa como la puerta para los viajes y el comercio con Cuba ganan impulso en la comunidad empresarial.
“Creemos que Tampa es un lugar perfecto como la ciudad puerta hacia Cuba”, dijo la representante Kathy Castor, una demócrata por Tampa Bay que ha defendido el levantar todas las restricciones de viaje a Cuba y ha cabildeado intensamente a favor de los vuelos fletados desde Tampa.
Las personas que viajan a Cuba pueden venir a Tampa, dijo la legisladora, y tomar un curso de inmersión en la historia cubana, aprender español y caminar por las estrechas calles de ladrillos de Ybor City, el vecindario de Tampa donde el patriota cubano José Martí hizo mítines con los que trabajaban en la industria del tabaco para que le dieran su apoyo a la Guerra de Independencia de Cuba a finales del siglo XIX.
“Miami tiene grandes lazos históricos y culturales con Cuba, pero Tampa Bay también”, dijo Castor.
Para ella, quien también piensa que el embargo ha “sobrevivido a su utilidad”, el reforzar el estatus de Tampa como una ciudad puerta tiene que ver con la creación de empleos, especialmente para las pequeñas empresas como los moteles y hoteles en Ybor City, así como los restaurantes y las tiendas. “El tema número uno es los empleos y la economía en mi área”, manifestó Castor.
Pero la representante Ileana Ros-Lethinen, republicana por Miami, dijo que tales esfuerzos están mal dirigidos. “Encuentro desafortunado cuando alguien busca asociarse con el régimen cubano y coloca el valor de los dólares por encima del valor de las personas. Hay muchos representantes municipales y empresariales por todo Estados Unidos que abogan por levantar todas las restricciones de viaje, pero esto va más allá de los viajes familiares humanitarios y enriquecería a la tiranía cubana”.
Aunque ha habido algunas voces que disienten en la antigua comunidad cubana de Tampa, Castor dice que la mayoría de los cubanoamericanos apoyan aumentar las relaciones con Cuba. “El área de Tampa Bay es un poco diferente a la de Miami, y los cubanos de Tampa Bay son diferentes de los que vinieron a Miami después de la revolución de Castro. Ellos tienen relaciones diferentes con la isla y no son tan estridentes”, manifestó.
“Tenemos una larga historia con Cuba que trasciende lo que ha sucedido en Cuba durante los últimos 50 años”, dijo Tom Keating, presidente y principal ejecutivo de la Cámara de Comercio de Ybor City.
Esta historia data de 1886, cuando Vicente Martínez Ybor abrió su primera fábrica de habanos. Trabajadores expertos en los puros de Cuba y Cayo Hueso se asentaron en casitas que rodeaban las fábricas de habanos de paredes de ladrillo, y a solicitud de Martí, muchos se comprometieron a dar un día a la semana de su salario en apoyo de la independencia de Cuba.
Keating dice que los nuevos viajes a Cuba ofrecen una oportunidad para mejorar esas relaciones.
En ayuda de la apertura de los viajes se encuentra la decisión del presidente Barack Obama en el 2009 de permitir viajes ilimitados a la isla por parte de los cubanoamericanos.
A comienzos del presente año, Obama siguió adelante al autorizar intercambios de personas que permitieran a más estadounidenses visitar Cuba y levantar algunas restricciones de viaje por grupos religiosos y académicos. El presidente también incrementó de tres a 15 el número de aeropuertos estadounidenses y puertorriqueños que podían suministrar servicios de vuelos fletados hacia Cuba.
“Al cambiar la política hacia Cuba, queremos aprovechar eso”, dijo Keating.
Poco después de que comenzaron los nuevos vuelos, Castor estuvo de acuerdo en una sesión de intercambio de ideas con los dueños de negocios, representantes de las cámaras de comercio de Ybor City y West Tampa, funcionarios de turismo y la Corporación de Desarrollo de Ybor City para presentar formas de mercadear Tampa a las familias, así como a grupos educacionales y culturales, como el “trampolín” para los viajes a Cuba.
Ahora las tres compañías de vuelos fletados ofrecen cuatro vuelos semanales entre Tampa y Cuba.
Para fines de año, se espera que hayan llevado a 8,874 pasajeros, dijo Janet Zink, una portavoz del Aeropuerto Internacional de Tampa.
Pero eso es una pálida comparación con el Aeropuerto Internacional de Miami, que manejó el año pasado cerca de 320,000 pasajeros que iban a Cuba y espera aún más este año.
Sin embargo, dijo Zink, “no hay dudas, nos consideramos como una alternativa de Miami. Hay un esfuerzo muy grande aquí en Tampa, no sólo por parte del aeropuerto, para fortalecer los lazos con Cuba”.
Es eso lo que Mary Mulhern, concejal de Tampa, trataba de hacer cuando propuso enviar una carta de buena voluntad al presidente del parlamento cubano para marcar la inauguración de los vuelos fletados, así como expresar su deseo de expandirlos y explorar “futuras oportunidades”.
Durante una discusión sobre la carta, el concejal Mike Suárez objetó al decir: “Nuestro papel en el Ayuntamiento de la Ciudad es no hacer política internacional”.
Después de tres rondas de discusión, el Ayuntamiento de la Ciudad votó finalmente el 22 de septiembre para enviar la carta, dos semanas después del vuelo inaugural y después de que Mulhern había ido y vuelto de un rápido viaje a Cuba.
En un editorial antes de la votación, The St. Petersburg Times destacó que “lo último que Tampa necesita es repetir los dramas de la Guerra Fría con Cuba que tan a menudo han arruinado el discurso político en Miami” y urgió al ayuntamiento a “centrarse en el progreso que esta nación y la comunidad están finalmente haciendo para reunir a dos naciones con una tradición compartida”.
Albert Fox, un ex cabildero de Washington que ha hecho unos 80 viajes a Cuba y ha preparado visitas de miembros del Congreso federal y gobernadores, dice que al final le entregó personalmente la carta a Jorge Bolaños, jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington.
Sumándose al drama cubano en Tampa Bay está la abortada visita de dos diplomáticos cubanos: el primer secretario Raúl Sánchez y Juan Jacomino, segundo secretario y agregado de prensa en la sección de intereses.
Normalmente, esos funcionarios cubanos no pueden viajar más allá de la autovía de circunvalación de Washington y tienen que pedir un permiso especial del Departamento de Estado para ir más lejos.
Pero Fox -fundador de la Alianza para la Fundación de una Política Responsable hacia Cuba, que apoya la normalización de relaciones con Cuba- y una coalición de ejecutivos les extendieron la invitación y comenzaron a preparar reuniones. Fox dijo que la Cámara de Comercio de Tampa, ejecutivos en el puerto y en el aeropuerto y la Mutual de Cítricos de la Florida acordaron todos reunirse con los diplomáticos cubanos.
Fox dijo que el viaje del 26 de octubre se canceló debido a que el Departamento de Estado dijo que el papeleo no estaba en orden. Se estableció una nueva fecha para el 9 de noviembre, dijo Fox, pero el Departamento de Estado negó la solicitud del viaje. Castor cuestionó la negativa, especialmente cuando Bolaños tenía permiso para hablar en Ohio a mediados de noviembre. Castor informó que el Departamento de Estado le había dicho que era en respuesta a las restricciones de viaje al nuevo jefe de la oficina de Estados Unidos en La Habana y que el viaje de Ohio se había “planeado y aprobado mucho antes”.
Ros Lehtinen, quien encabeza la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, no está a favor de que los diplomáticos cubanos viajen por Estados Unidos.
“Esos llamados diplomáticos cubanos algunas veces sirven de espías para el régimen de Castro”, dijo Ros Lehtinen, y La Habana “continúa siendo una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos”.
Mientras tanto, Robert Rohlack, presidente de la Cámara de Comercio de Tampa, y Castor dijeron ambos que planean viajes a Cuba a comienzos del año próximo.
Los vuelos cubanos, dijo Rohrlack, forman parte de una estrategia general para traer más negocios internacionales al aeropuerto de Tampa y él hará el viaje principalmente para mostrar su apoyo a los viajes y su deseo de que se mantengan exitosos.
Durante su visita, Castor dijo que intenta presionar a los funcionarios cubanos sobre sus planes de perforaciones petroleras frente a sus costas y su potencial impacto en la Florida, y seguir el intercambio con la Orquesta de la Florida, que está concebido como un programa multianual con la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba,
Al destacar las diferencias entre Miami y Tampa, la Comisión de la Ciudad de Miami aprobó el año pasado una resolución que urgía al Congreso federal a aprobar una legislación para oponerse a tales intercambios si Cuba continúa violando los derechos humanos y negando las libertades básicas a sus ciudadanos.