Cincuenta y Tres Años de la Tragedia del Pueblo Cubano
Hace 53 años el pueblo de Cuba estaba viviendo la última etapa de su vida republicana aunque en medio de deficiencias políticas existentes. Pero en diciembre de 1958 Cuba era república. Esa institución desapareció, desgraciadamente, el primero de enero de 1959 cuando se inició el régimen de tiranía absoluta, marxista-leninista, que todavía azota al pueblo cubano bajo la férula espantosa de los hermanos Fidel y Raúl Castro.
Desafortunadamente, el pueblo cubano cayó en la trampa de un farsante de características tenebrosas aun cuando en la primera etapa de su tiranía no se identificaba plenamente como lo que era, lo que ha sido y seguirá siendo, un marxista-leninista al servicio del despotismo.
Ojalá que los pueblos de América, para no mencionar los del resto del mundo, sepan aprovechar esta dolorosa lección histórica que caracteriza la vida y la conducta de Fidel Castro y de su hermano Raúl, y no caigan en esa emboscada traicionera que ha sometido a los cubanos, durante cincuenta y tres años a un régimen saturado de fusilamientos, de robos a la propiedad privada, en encarcelamientos masivos y, en fin, caracterizado por la violencia institucionalizada por una tiranía totalitaria – hay que repetirlo – marxista-leninista.
El robo a la propiedad privada por parte de la tiranía ha sido común y corriente desde el año 1959 en Cuba. Como consecuencia de las características de esa tiranía, la pobreza y la miseria han echado raíces profundas y dolorosas en la vida de los cubanos que antes, en medio de vicisitudes normales, vivían en forma compatible con sus tradiciones.
Quiera Dios que ese martirio que padecen los cubanos desaparezca pronto del escenario de sus vidas. Quiera Dios también que la tragedia de Cuba no se presente en la vida de otros pueblos, de otras naciones de la región que han sido objeto de emboscadas tenebrosas de la conspiración castrista.