España no apoyará el cambio de la política de la UNIÓN EUROPEA si La Habana no hace avances. El ministro de Exteriores ha asegurado que el Gobierno de Mariano Rajoy mantendrá una postura diferente a la que mantuvo el anterior ejecutivo
Vista de la cupula del museo de Ciencias Naturales desde la Castellana
con la plaza de San Juan de la Cruz en un dia de tormenta en la capital. Foto publicada por Jose Luis Candela
Redacción CE, Madrid
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha afirmado hoy que España no apoyará el cambio de la política de la UE hacia Cuba mientras que el régimen castrista no haga avances en materia de derechos humanos y de pluralismo político, reportó EFE.
“No vamos a cambiar la Posición Común mientras Cuba no dé señales de que está avanzando en esa dirección”, ha avisado García-Margallo en declaraciones a Antena 3.
García-Margallo ha asegurado que el Gobierno de Mariano Rajoy mantendrá una postura diferente a la que mantuvo el del PSOE, favorable a suavizar la relación de la UE y el Gobierno cubano suprimiendo la llamada Posición Común.
Este marco de relaciones, instaurada en 1996 a iniciativa del expresidente del Ejecutivo José María Aznar, supedita el diálogo de Europa con el régimen cubano a que se den pasos en favor de la democracia y el respeto de los derechos humanos.
El ministro de Exteriores ha hecho hincapié en que la revisión de la actual política de firmeza de la UE “dependerá de que el Gobierno cubano vaya haciendo avances”.
“Para Cuba no quiero nada distinto de lo que quería para España cuando estaba en la oposición al franquismo”, ha señalado.
En su opinión, la relación con la Isla debe ser como un “tema de familia”, deseando lo mejor. “Más homenaje a los cubanos no puede haber”, ha añadido.
García-Margallo ha reiterado que La Habana debe liberar a todos los presos, después de que también lo manifestara la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, el pasado viernes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
El Ejecutivo hizo esta reclamación después de la muerte del opositor Wilman Villar Mendoza tras una huelga de hambre en prisión de cerca de dos meses.
El régimen castrista tildó de “inaceptables” estas exigencias y aseguró que ni el Gobierno español ni la UE tienen “la más mínima autoridad moral para enjuiciar” a La Habana.
García-Margallo, en cambio, ha valorado el gesto de las autoridades de La Habana de liberar, “sin contraprestaciones”, al empresario y periodista español Sebastián Martínez Ferraté después de año y medio en la cárcel acusado de corrupción de menores y proxenetismo.
En entrevista con el diario El País el pasado domingo, el ministro español hizo unas declaraciones similares al ser preguntado sobre cuál sería la política de España con respecto a la Posición Común, que el anterior ejecutivo intentó abolir sin éxito.
“Yo no quiero para Cuba nada diferente de lo que quiero para mi propio país. Quiero un régimen sin presos políticos, con un reconocimiento pleno de derechos y libertades, con pluralismo político, donde puedan convivir los que apoyan al régimen con los llamados disidentes”, destacó García-Margallo.
El político español considera que un cambio en la Posición Común no contribuye a lograr esos propósitos y que en estos momentos una modificación no tiene ninguna posibilidad de prosperar en el seno de la Unión Europea.
“Están en contra Alemania, Suecia, Polonia y Chequia. Lo que probablemente haya que buscar es una interpretación más flexible de la misma para que vaya modulándose en función de los avances que se produzcan en Cuba”, declaró el ministro al rotativo.
Acerca de la muerte de Villar Mendoza, García-Margallo mostró su consternación y señaló al diario que “lo ocurrido pone de manifiesto, una vez más, la necesidad improrrogable de que Cuba garantice los derechos humanos y permita la expresión de toda idea política sin excepción”.
El ministro español dijo que había trasmitido personalmente a la familia del opositor “el pesar del Gobierno español”.
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