¿Qué va a decir Dilma en Cuba?
Una muerte polémica precede su viaje.
La sombra de una muerte precede la visita de Dilma a Cuba como precedió la de Lula hace un año. Antes de llegar a La Habana, el 24 de febrero de 2010, el entonces presidente Lula da Silva, el preso y disidente cubano, Orlando Zapata Tamayo había fallecido tras 85 días de huelga de hambre.
Orlando Zapata Tamayo
Por: Juan Arias
El martes próximo, dia 31, la sucesora de Lula, la exguerrillera, Dilma Rousseff, llegará también a Cuba, precedida de la sombra de otra muerte, la del preso y también disidente del régimen castrista, Wilmar Villar, de 32 años, fallecido después de 56 días de huelga de hambre , el pasado 20 de enero.
A casi un año de distancia, dos visitas polémicas, precedidas ambas, simbólicamente, de dos muertes no menos polémicas, ambas para pedir, en nombre de los derechos humanos, la libertad de los presos políticos en Cuba. ¿Qué va a decir Dilma en Cuba?
La visita de Lula estuvo revestida de tensión. Un grupo de 75 presos políticos de la Primavera Negra, habían pedido a Lula que interviniera a favor de la liberación de los presos y especialmente de Zapata, que moriría antes de él llegar.
El entonces Presidente de Brasil negó airado haber recibido dicha petición, al mismo tiempo que condenó las huelgas de hambre reivindicativas. “Después de mi experiencia de huelga de hambre, por amor de Dios, que nadie que quiera protestar me pida que vuelva a hacerla, porque no la haré nunca”.
Fue sobretodo la afirmación de Lula: “¿Qué pasaría si todos los “bandidos” de las cárceles de São Paulo hicieran huelga de hambre para pedir su libertad?”, la que creó mayor polémica, aunque después sus asesores explicaron que Lula había sido mal interpretado.
Lula con Fidel Castro en Cuba en febrero de 2010
Ahora Dilma llega a Cuba, seguida de la sombra de otra muerte, la del joven Mendoza, fallecido también en una cárcel cubana tras su huelga de hambre. Y también esta vez, grupos de disidentes del régimen, han pedido a Dilma que les reciba en nombre de los derechos humanos.
¿Qué hará y qué dirá Dilma en La Habana el 31 de este mes y el uno de febrero, casi al año exacto de la visita de Lula? ¿Recibirá a los disidentes cubanos, ella que se ha declarado desde el primer momento defensora acérrima de todos los derechos humanos? ¿Condenará también las huelgas de hambre de los presos políticos cubanos, ella que fue presa política durante tres años y bárbaramente torturada durante 23 días por los militares durante la dictadura?
Por lo pronto, antes aún de embarcar hacia Cuba, Dilma ha lanzado un gesto de simpatía hacia los disidentes en la persona de la escritora y bloguera polémica, Yoani Sánchez, que había pedido la visa para venir en febrero a Brasil a asistir a la proyección de un documental sobre la libertad de prensa, en la que ella es una de las entrevistadas. Yoani había escrito en su Twitter, con motivo de la muerte de Mendoza: “¿Cuántos más tendrán que morir? ¿Cuántos?”
Wilmar Villar, fallecido en huelga de hambre el 20 de enero de 2011
Dilma, tras haberse cerciorado de que las autoridades cubanas dejarían salir de Cuba hacia Brasil a Yoani, autorizó el visa brasileño. La disidente se había definido como “la nueva Dilma”, ya que también ella se siente perseguida por un régimen que considera dictatorial y recordó en una carta a la Presidenta exguerrillera, sus años de cárcel en Brasil, también ella víctima de una dictadura militar.
Yoani Sánchez, escritora y disidente cubana
Por haberse opuesto a la práctica bárbara de la muerte por lapidación de las mujeres en Irán, Dilma ha sido acusada por el régimen de Irán, de “haber golpeado lo construido durante años, por su antecesor Lula” en las buenas relaciones entre Teherán y Brasilia.
Nadie espera que después de la visita de Dilma a Cuba, las autoridades cubanas puedan hacer semejante acusación a Dilma ya que un inevitable tacto diplomático entre dos países con tanta historia pasada en común, obligará a la Presidenta a mantener las buenas relaciones que Lula tuvo siempre con Cuba y con Fidel Castro.
Quizás, sin embargo, algo podrá cambiar en el “talante” de ambas visitas, misteriosamente acompañadas por la sombra de la muerte de dos presos políticos. Dilma sabe, mejor incluso que Lula, lo que es la cárcel y lo que significa tener que luchar contra una dictadura del signo que sea. Cuba es un test para la exguerrillera Rousseff.
Dilma Rousseff, con 23 años, interrogada despues de haber sido torturada,
por militares que esconden el rostro.