Biscet pide la intercesión del Papa
Oscar Elías Biscet
Por Erika Bolstad
En una conversación por teléfono en directo desde Cuba, uno de los más conocidos disidentes políticos del país le dijo el martes al Congreso que el Papa Benedicto XVI debería usar su poder y visibilidad como líder mundial para destacar los abusos a los derechos humanos y la opresión política bajo el régimen de Castro durante su próxima visita al país comunista.
Si tuviera una oportunidad de reunirse con el Papa, le pediría que fuera un defensor de los oprimidos, dijo el doctor Oscar Elías Biscet a la subcomisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes. Biscet habló a través de un traductor en un testimonio por teléfono desde Cuba.
“Le diría que me encantaría que cabildeara por nuestra libertad de expresión y por un sistema multipartidista, para que todos puedan participar y ser representados”, dijo Biscet. “Esperamos que su llegada traiga un gran cambio a nuestro país”.
La comisión del Congreso no anunció el nombre de Biscet antes de la audiencia, por la preocupación de que las autoridades cubanas pudieran detenerlo antes de que fuera capaz de rendir su testimonio desde la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana. Durante la audiencia, la foto de Biscet se proyectó en dos pantallas separadas de video. Su imagen estaba en varios carteles colocados a lo largo de la pared en la sala de audiencias.
El presidente George W. Bush le entregó a Biscet la Medalla de la Libertad en el 2007, cuando aún cumplía una sentencia a 25 años de prisión por su oposición al régimen de Fidel Castro. Biscet acusó al gobierno cubano a mediados de la década de 1990 de permitir y encubrir abortos mal hechos, y fue encarcelado de 1999 hasta finales del 2002. Fue dejado en libertad durante 37 días cuando fue arrestado de nuevo.
Biscet, de 50 años, fue liberado en marzo del año pasado, como parte de la decisión del gobierno cubano de dejar en libertad a más de 125 presos políticos, luego de un proceso de negociación con la Iglesia Católica, Algunos líderes del Congreso, incluyendo a la representante Ileana Ros-Lethinen, republicana por Miami, lo han nominado para un Premio Nobel.
Su testimonio del jueves se llevó a cabo bajo un considerable riesgo personal y podría llevar a que lo volvieran a arrestar, reconoció Biscet. “Todo es posible”, dijo. “Estamos bajo constante supervisión”.
El representante Christopher Smith, republicano por New Jersey; y el representante Albio Sires, demócrata por New Jersey, dijeron que le escribirían al Papa pidiéndole que se reuniera con Biscet. El representante David Rivera, republicano por Miami, dijo que el mensaje a la Iglesia no podía ser más claro.
“Ahora le toca a la Iglesia Católica responderle al doctor.Biscet”, dijo Rivera. “Le toca al Papa mismo responderle al doctor Biscet. Esperaría que ellos fueran receptivos a la esperanza y las aspiraciones del doctor Biscet, así como a su solicitud al Papa y a la Iglesia Católica”.
Biscet le dijo el jueves a la comisión que la policía en Cuba lo golpeó, desfiguró su rostro y le rompió un pie en un esfuerzo por “impedirme defender los derechos humanos”.
También describió las condiciones que experimentó en la prisión en Cuba. Algunos presos eran desvestidos
colectivamente, ignorando “cualquier respeto a la dignidad humana”, dijo Biscet. Eran esposados de pies y manos por más de 12 horas y hasta 24 horas. Algunos eran colgados por la manos, con sus pies apenas tocando el piso.
El periodista cubano Normando Hernández González, también un preso político recién liberado que vive actualmente en Miami, le dijo a la comisión que las mujeres son tratadas con brutalidad particular por la policía. Algunas mujers han informado que sus captores las desvisten, les gritan obscenidades, les tocan sus genitales y las amenazan con violarlas, agregó.
“Aún tengo frescos en mi mente los gritos de los prisioneros que fueron recién torturados”, dijo Hernández. “No sé si seré capaz de olvidar eso jamás”.
Sires sostuvo que el testimonio de Biscet no está contaminado por la política de la comunidad exiliada de Miami. Eso debería darle qué pensar al régimen de Castro, dijo Sires.
“El no es un producto de Miami Beach, no es un producto de Miami, no es un producto de los cubanos en el exilio”, dijo Sires. “Este es un hombre que fue educado en Cuba, y él ve que éste es un dictador, que éste es un país que oprime los derechos humanos. Que éste es un país que no le permite a nadie la libertad de expresarse por sí mismo. Y él ha visto personalmente qué les hacen ellos a las personas que buscan la libertad de expresión”.
Biscet prometió el jueves continuar lo que describió como un movimiento no violento para cambiar a Cuba. Agregó que ellos esperan pocas mejorías mientras tanto Fidel Castro como su hermano, Raúl, permanezcan vivos – pero dijo que no pueden esperar por sus muertes para provocar los cambios en Cuba.
“Así que crearemos un cambio por nosotros mismos”, dijo Biscet. “Esperamos que tengamos la capacidad de crear una coerción y presión no violenta para lograr realmente ese cambio político por nosotros mismos”.