Créate problemas; si no te parecen suficientes los que ya tienes, aprópiate de los que tienen los demás.
Llena tu vida de complicaciones y dale mucha importancia a los sucesos negativos.
Convéncete de que sólo hay una verdad absoluta: la que tu posees; y de que sólo hay una opinión correcta: la que tú expresas.
Rechaza por norma lo que opinen los demás. Si sus propuestas aportan algo positivo, recházalas de todas maneras.
Aférrate al pasado; pero hazlo con tanta fuerza que no te quede tiempo para ocuparte del presente.
Obsesiónate con algún suceso negativo que haya dejado profunda huella negativa en tu interior. Tenlo en tu mente de manera tan constante, que ya no vivas más que para pensar en eso.
Convéncete de que eres una víctima. Las circunstancias siempre están en tu contra. La gente que te rodea sólo piensa en perjudicarte.
Nunca te perdones tus errores. Si batallas para perdonar a los demás, perdonarte a ti mismo es punto menos que imposible.