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De: cubanet201 (Mensaje original) |
Enviado: 29/04/2012 13:49 |
El amigo.
El amigo primero es el que no juzga en absoluto. Te lo dije, es el que le abre su puerta al vagabundo, a su muleta, a su palo depositado en una esquina y no le pide en absoluto bailar para juzgar su baile. Y si el vagabundo cuenta la primavera sobre el camino de fuera, el amigo es el que recibe en él la primavera. Y si cuenta el horror del hambre en el pueblo de donde viene, sufre con él el hambre. Porque te lo dije, el amigo en el hombre, es la parte que es para ti y que abre para ti una puerta que jamás abre posiblemente en otro lugar …
Y el amigo en el templo, aquel que (…) Me codeo y encuentro, es el que gira hacia mí el mismo rostro que el mío, alumbrado por la misma luz porque entonces la unidad está hecha, aunque en otro lugar es tendero cuando soy capitán o jardinero cuando soy marino sobre el mar. Por encima de nuestras divisiones, lo encontré y soy su amigo. Y puedo callarme cerca de él, es decir no temer nada para mis jardines interiores y mis montañas y mis barrancos y mi deisertos, porque no paseará allí en absoluto sus zapatos.
Tú, mi amigo, lo que recibes de mí con amor es como el embajador de mi imperio interior. Y lo tratas bien y lo haces sentarse y lo escuchas. Y nosotros he aquí felices.
¿ Pero dónde me viste, cuando recibía a embajadores, ponerlos a un lado o rechazarlos porque en el fondo de su imperio, a mil días de marcha del mío, se alimentan de platos que no me gustan en absoluto o porque sus costumbres no son las mías en absoluto?
La amistad, es primero la tregua, y la gran circulación del espíritu por encima de los detalles vulgares.
Y no sé criticar nada por el que reina a mi mesa. Porque sabe que la hospitalidad, la cortesía y la amistad son encuentros del hombre en el hombre. ¿ Que iría a hacer en el templo de un dios que discutiese sobre la talla o la gordura de sus fieles o en la casa de un amigo que no aceptaría en absoluto mis muletas y pretendería sacarme a bailar para juzgarme?
Encontrarás a bastantes jueces en todas partes. Si se trata de hacerte otro y de endurecerte deja este trabajo a tus enemigos. Se encargarán bien de eso como la tempestad que esculpe el cedro.
Tu amigo es hecho para acogerte. Sabe de nosotros cuando vienes a este templo en el que no se te juzga más, sino que te recibe.
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De: pura |
Enviado: 30/04/2012 12:11 |
Tu amigo es hecho para acogerte. Sabe de nosotros cuando vienes a este templo en el que no se te juzga más, sino que te recibe.
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