El rebaño de Mariela la hija de Raúl Castro
La hija del presidente de Cuba quiere desterrar el pasado y la represion homosexual.
Comienza una campaña contra la homofobia en Cuba,esta es la quinta vez que se realiza en toda Cuba..
Foto tomada el pasado sabado 12 de mayo del 2012, en la marcha por la calle 23 de La Habana.
Por Leannes Imbert LA HABANA, Cuba
Después de que Mariela Castro ofreciera a su padre una fórmula eficaz para convencer al mundo de que en la isla los homosexuales gozamos de libertad, muchos se preguntaron si realmente comenzarían los cambios desde el gobierno.
Históricamente, los gobiernos, las leyes, los partidos y hasta las dictaduras, han tenido seguidores y detractores. El proyecto de la Dra. Mariela Castro, creado indiscutiblemente para dar una buena imagen al gobierno, para recaudar fondos para las Arcas Reales, y quizás para muchas otras cosas y por otros motivos, excepto para buscar una mejor calidad de vida para las lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros, innegablemente ha encontrado muchos adeptos en Cuba y en el exterior. La mayoría, lacayos del régimen; otros, homosexuales que creen con absoluta ingenuidad que alguien que viola y desconoce los derechos humanos más elementales de millones de cubanos, puede respetar los de una minoría a la que, desde hace más de medio siglo, toda la cepa de los Castro ha demostrado despreciar.
Pero lo que me parece verdaderamente lamentable es que esas personas LGBT, sobre todo los transgéneros y travestis –el sector más discriminado, vulnerable y, por ende, manipulable, de la comunidad homosexual y a los que la habilidosa Mariela ha cegado con su falsa luz– al secundarla, aplaudir y aceptar las migajas que reparte el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), olvidan toda la humillación, la discriminación, el ostracismo, la persecución y las muertes a los que fueron sometidos ,y aún lo son, tantos homosexuales cubanos, por culpa de un grupo de depredadores que hicieron de la homofobia y la persecucusión de los homosexuales fuera, más que un problema de la sociedad, una política oficial de Estado. De este homofóbico clan la Dra. Mariela forma parte indisoluble, y no por consanguineidad, sino por su participación activa en la defensa y marketing del proyecto dictatorial de la familia.
¿Cómo pueden ignorar los “congueros” de Mariela todo el dolor y el horror de que fueron víctimas otros como ellos? ¿No ven que Mariela sólo los quiere y utiliza como soldados al servicio del régimen que, hasta hace pocos años, nos encarcelaba y sometía a los más horrendos abusos psicológicos y físicos?
¿Sabrán acaso los “soldados” homosexuales de los Castro que ese Papa que el gobierno -es decir, el padre y el tio de Mariela- acaba de recibir con bombo y platillo, y al que Mariela no se atrevió a rechazar, nos odia con diabólica tenacidad? ¿Se han preguntado por qué el CENESEX, ese centro que pretende monopolizar la supuesta defensa de los derechos de las personas LGTB, no los convocó a una conga para demostrar su repudio a Benedicto XVI, uno de los mayores enemigos de los homosexuales en el mundo, repudiado por los colectivos LGTB en cada país que ha visitado, con la única excepción de Cuba?
¿Estarán de acuerdo los miembros del rebaño de Mariela, con que el régimen hostigue y encarcele a otros activistas como ellos, sólo por no gozar del beneplácito del gobierno? ¿Habrán olvidado que no hay manera posible de hacerse respetar para aquel que no empieza por respetarse a sí mismo?
A ellos les digo que mientras continúen comportándose como ovejas obedientes, no recibirán más que sus galleticas de premio por ser disciplinados y portarse bien. No lograremos que se respete y cumpla nuestro derecho a casarnos, a adoptar, y también a expresarnos libremente no solo como homosexuales, sino como ciudadanos, porque, además de homosexuales somos ciudadanos y ambas cosas son indisolubles. Esta pobre gente debe comprender que solo se les permitirá hacerse visibles, gritar y sonreír, cada 17 de mayo, en conguitas dirigidas. El resto del año, seguirán siendo sólo un rebaño de ovejas silenciosas.