EL conocido activista Jorge Luis García Pérez (Antúnez) fue arrestado con violencia y de forma temporal en Placetas.
Por Juan O. Tamayo
La policía cubana puso bajo arresto domiciliario a un segundo disidente que testificó ante el Senado de Estados Unidos la semana pasada, y arrestó una vez más al hombre que gritó “¡Abajo el comunismo!” justo antes de empezar una misa del Papa Benedicto XVI a fines de marzo.
El activista de derechos humanos Elizardo Sánchez Santa Cruz, en La Habana, dijo que los arrestos de más de 10 disidentes y las amenazas de la policía contra otros marcan una ofensiva para bloquear los planes de la oposición dedicados en honor a los presos políticos el próximo domingo Día de los Padres.
“Tenemos las confirmaciones de la detención de varias Damas de Blanco y de otros opositores al gobierno en las provincias de Villa Clara y Santiago de Cuba”, dijo Sánchez a El Nuevo Herald por teléfono desde La Habana.
El disidente José Daniel Ferrer informó el martes que la policía estaba bloqueando la puerta de su casa en Palmarito de Cauto, en Santiago, amenazando con detenerlo si salía, y diciéndole que está bajo investigación por el estallido de una bomba en un pueblo cercano.
Los residentes de Palma Soriano han dicho a disidentes que un cóctel Molotov explotó en la noche del domingo en un descampado cerca de una escuela, y que otro fue encontrado intacto. Agentes de la Seguridad del Estado dijeron a los residentes que la explosión podría ser obra de disidentes.
Ferrer dijo que él es un crítico pacífico del gobierno, y que no tenía nada que ver con la bomba. Uno de los 75 disidentes arrestados en el 2003, Ferrer fue condenado a 25 años de prisión bajo la acusación de difundir “propaganda enemiga”. Fue liberado el año pasado como parte de la promesa del gobernante cubano Raúl Castro de liberar a todos los presos políticos.
Ferrer y Jorge Luis García Pérez, conocido como Antúnez, criticaron duramente al gobierno cubano el jueves, cuando declararon ante una subcomisión de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
Antúnez fue arrestado el sábado, golpeado y rociado con gas pimienta en un calabozo de la policía en su ciudad natal de Placetas, en Villa Clara, de acuerdo con su esposa, Yris Tamara Pérez Aguilera. Fue sacado de la cárcel esa noche, y no se ha sabido nada de él desde entonces.
La policía le dijo a Pérez Aguilera que Antúnez está encerrado en la capital provincial, Santa Clara, pero cuando ella y otros 12 disidentes fueron el martes a esa estación de policía, quedaron detenidos durante varias horas y luego los obligaron a regresar a casa sin verlo, agregó Pérez.
Si Antúnez estaba realmente allí, fue extraño que no se uniera a ellos cuando los 13 disidentes prorrumpieron en gritos de “¡Abajo la dictadura!”, dijo Pérez a activistas de derechos humanos en Miami.
Los teléfonos celulares de Pérez y otros disidentes en Villa Clara y Santiago parecían haber sido bloqueados por las autoridades el martes, para que no pudieran hablar con partidarios o periodistas.
Pero el senador John Kerry, demócrata por Massachusetts y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, se unió el martes al coro de los miembros cubanoamericanos del Congreso que han condenado la detención de Antúnez.
“Quiero dejar muy en claro que condeno firmemente todos los esfuerzos para intimidar al señor [Antúnez], o a cualquier otro ciudadano cubano para silenciarlos”, dijo Kerry, considerado como un candidato de primera línea para suceder a la secretaria de Estado Hillary Clinton si el presidente Barack Obama gana la reelección.
Andrés Carrión, que fue golpeado y arrastrado después de gritar consignas contra el gobierno antes de la misa de Benedicto XVI en la ciudad de Santiago de Cuba, fue arrestado el martes durante una protesta en un parque para exigir la devolución de artículos personales.
El fotógrafo independiente regresaba de La Habana cuando la policía lo detuvo en un control de carretera en las afueras de la ciudad, y le confiscaron una impresora de fotos nueva y otros artículos fotográficos, dijo Sánchez.
Carrión ha sido detenido en varias ocasiones desde marzo, por lo general durante períodos breves. Pero la policía le ha advertido que lo van a llevar a juicio por “desacato” si continúa criticando al gobierno y hablando con periodistas.
El disidente Darsi Ferrer, de La Habana, anunció por su parte que próximamente saldrá de Cuba con una visa de asilo político de Estados Unidos para reunirse con su esposa, Yusnaimy, y con su pequeño hijo, Dariel, en Chattanooga, Tennessee.
Ferrer, que es médico, ha sido particularmente activo en la denuncia del deteriorado sistema de salud de Cuba, y filmaba secretamente videos de las salas de hospitales con puertas y ventanas rotas, cables eléctricos desnudos, pisos ensangrentados y baños contaminados con heces.
Sánchez dijo que Ferrer quería que su esposa se fuera a Estados Unidos, porque ella sufre de problemas de salud no especificados. Pero las autoridades no querían dejarla salir a menos que él también accediera a irse, agregó.