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General: ¿Es Rafael Correa un defensor 0 un represor de la libertad de expresión?
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Respuesta  Mensaje 1 de 4 en el tema 
De: administrador2  (Mensaje original) Enviado: 25/06/2012 19:08
 
La derrota de Assange
Correa, persecutor del periodismo independiente en Ecuador, defiende al fundador de WikiLeaks en nombre de la libertad de prensa.
 
Julian Assange
Inicio Por Bertrand de la Grange | Madrid
 
Vaya paradoja: al fundador de WikiLeaks y "héroe de la libertad de prensa", el australiano Julian Assange, no se le ha ocurrido mejor idea que la de pedir asilo político al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, que está en guerra con los medios de comunicación de su propio país. Hace apenas cuatro meses, el director del diario El Universo, Carlos Pérez, se refugió en la embajada de Panamá en Quito para eludir una condena descomunal —tres años de prisión y 40 por millones de dólares de indemnización— por "injurias" al jefe del Estado. Y ahora, ese mismo jefe de Estado se solidariza con Assange, que se ha plantado en la misión diplomática de Ecuador en Londres para huir de la justicia británica y sueca (debe responder a denuncias de violación y abusos sexuales presentadas por dos mujeres en Estocolmo).

¿En qué quedamos? ¿Es Rafael Correa un defensor o un represor de la libertad de expresión? Depende de las circunstancias. En casa, el líder del socialismo del siglo XXI, también llamado "revolución ciudadana" en Ecuador, ve a la prensa como su principal enemiga. Correa no cesa de denunciar una confabulación entre "los intereses económicos, los bancos, la partidocracia y los medios de comunicación". Son instrumentos de "la contrarrevolución", al servicio de "unas cuantas élites  en contubernio con poderes extranjeros", que impiden la construcción de "verdaderos Estados populares" en América Latina. Para el inquilino del Palacio de Carondelet, que buscará un tercer mandato presidencial en 2013, la prensa internacional es también parte de esa "conspiración".

No pasa una semana sin que Correa se enfrente con algún medio o llame a los ciudadanos a "no comprar la prensa corrupta". Un día rompe en público un ejemplar del diario La Hora. Luego le toca el turno a El Universo, contra el cual lleva una guerra personal y política. Además, este año el Gobierno ha clausurado 14 emisoras de radio y de televisión por incumplir los contratos de concesión de frecuencias, pero no aplica el mismo rigor a los medios oficialistas. En un intento más de meter en cintura a los periodistas, Correa ha dicho que estaba "pensando seriamente" en prohibir todo contacto de su Gobierno con la prensa de oposición. ¿Sueña el presidente ecuatoriano con una prensa amordazada al estilo de Cuba?

En cambio, con su defensa entusiasta del fundador de WikiLeaks, Rafael Correa quiere aparecer como el gran valedor de la libertad de expresión. No fue siempre así. Cuando Assange hizo públicos los cables secretos de la Embajada de Estados Unidos en Quito, donde se señalaba la corrupción al más alto nivel de la policía ecuatoriana, el presidente enfureció. Llovía sobre mojado: unos meses antes, los correos de la guerrilla colombiana habían revelado el financiamiento de la campaña electoral de Correa por ese grupo armado vinculado al tráfico de cocaína. El Gobierno descalificó toda esa información y decidió cortar por lo sano: expulsó a la embajadora de EE UU, en abril de 2011, y rehabilitó al mando supuestamente corrupto.

A finales de abril, Correa se explayó sobre WikiLeaks en una entrevista a la nueva cadena internacional Rusia Hoy. Su interlocutor era Julian Assange, que el canal del Kremlin contrató para hacer entrevistas desde Londres, donde estaba en arresto domiciliario mientras la justicia estudiaba la petición de extradición presentada por Suecia contra él. "Mi querido Julian, los WikiLeaks nos fortalecieron", aseguró Correa, que se hizo el simpático. "¡Ánimo! Bienvenido al club de los perseguidos", le dijo a Assange, que tuvo la desfachatez de criticar a "los grandes medios, como The Guardian, El País o The New York Times, [porque] han censurado nuestro material […] para proteger a oligarcas […], así como a grandes y corruptas compañías petroleras italianas operando en Kazajistán".

Fue quizá a raíz de esa entrevista, donde se nota una gran complicidad entre los dos hombres, que se armó el plan para recibir a Assange en la misión diplomática de Ecuador en Londres. Él se presenta como una víctima del "imperialismo yanqui", que habría inspirado las denuncias de las dos suecas para neutralizarlo, primero, y obtener luego su extradición a EE UU, donde lo podrían condenar a muerte por "traición y espionaje". Ahí vio Correa la gran oportunidad para desafiar a Washington y aparecer como el defensor de una causa supuestamente noble.

En cambio, Assange tiene todas las de perder. El Gobierno británico no le dará un salvoconducto para tomar un vuelo rumbo a Quito. Le quedarán cada vez menos amigos, como los que acaban de perder los 370.000 dólares que habían depositado como fianza para que pudiera salir de la cárcel. El fundador de WikiLeaks, que puso patas arribas la diplomacia internacional, se ha convertido en un simple peón en una partida de ajedrez que le supera.
 
 
***************
Pedido de asilo de Assange no es tema sencillo para Ecuador

La aversión que siente el presidente Rafael Correa por lo que percibe como el intervencionismo de Washington en América Latina y el placer que le causó el que Julian Assange sacara a la luz numerosos secretos de Estados Unidos parecen haber convencido al fundador de Wikileaks de que Ecuador la ofrecía les mejores perspectivas de evitar ser extraditado por Gran Bretaña.

Pero cuatro días después de que Assange se refugió en la embajada ecuatoriana en Londres y pidió asilo político, el líder izquierdista de esta nación todavía no ha tomado una decisión.

Esa decisión no es sencilla.

Así lo dio a entender Correa el jueves por la noche a su retorno de la cumbre de Río de Janeiro, cuando dijo que había consultado con otras naciones involucradas.

"No queremos ofender a nadie, menos aún a un país al que estimamos profundamente como el Reino Unido", manifestó.

¿Vale la pena exponerse a la ira de Washington y de la Unión Europea por proteger a un activista australiano? ¿Qué gana Ecuador con ello?

Por un lado, Correa podría cimentar sus credenciales antiestablishment asociándose con alguien que denuncia que los grandes medios de difusión están al servicio de los intereses económicos de los más poderosos.

"Al darle asilo a Assange, Correa reforzaría su estatura como figura totalmente opuesta a Estados Unidos", opinó Michael Schifter, presidente de la organización Diálogo Interamericano. "Correa y Assange no solo tienen buena química personal. Los dos se sienten víctimas del poderío estadounidense".

Los dos bromearon al respecto el mes pasado cuando Assange entrevistó a Correa para un programa de televisión costeado por el Kremlin y se hizo evidente que había afinidad entre ambos.

"La ironía salta a la vista: Correa, que suprimió la libertad de prensa en Ecuador, se asocia con alguien que se presenta como el abanderado de la transparencia", expresó Shifter. "Con esto queda claro que todo gira en torno a la ideología".

Correa generó el malestar de militantes de los derechos humanos y defensores de la libertad de prensa por usar leyes sobre difamación y que regulan la propiedad de los medios para silenciar a los medios opositores, a los que acusa de corruptos y empeñados en derrocarlo.

Esas actitudes no lo han perjudicado demasiado a nivel interno. Correa es popular entre las clases bajas de Ecuador, que se benefician con sus generosos programas de gasto público. Su tasa de aprobación ha superado el 70%.

Correa tampoco tiene una fijación con Washington, como el presidente venezolano Hugo Chávez. A diferencia de Chávez, nunca acusó a Washington de tratar de derrocarlo.

Pero le gusta coquetear con los tradicionales rivales de Estados Unidos, como Rusia, China e Irán, y no dudó en expulsar a diplomáticos estadounidenses que consideró una amenaza.

Ya echó a tres desde que asumió la presidencia en el 2007, incluida una embajadora que dijo que Correa hacía la vista gorda ante altos niveles de corrupción policial, según cables diplomáticos difundidos por Wikileaks.

Además boicoteó en abril la Cumbre de las Américas en Colombia para protestar la insistencia de Washington en excluir a Cuba de esas citas hemisférica.

El que esté dispuesto a plantársele a Washington no quiere decir que Correa vaya a ofrecerle asilo a Assange.

"Los costos internos políticos y económicos no compensan los beneficios", declaró la experta en relaciones internacionales Grace Jaramillo, de la universidad de post grado FLACSO.

"Estamos en un año electoral en el que un estrangulamiento en las relaciones con países europeos y Estados Unidos, con los cuales negociamos un acuerdo comercial y la renovación de las preferencias arancelarias, respectivamente, les daría una buena excusa para no negociar o seguir adelante", indicó.

"Ecuador perdería toda esperanza de renovar esas preferencias comerciales si le da asilo a Assange", manifestó Cynthia Arnson, directora para América Latina del Centro Woodrow Wilson de Washington.

Estados Unidos es el destino del 45% de las exportaciones de Ecuador, las cuales generan 400.000 empleos. Y si no se renueva el acuerdo comercial con la Unión Europea, las exportaciones se reducirían un 4% y se perderían decenas de miles de trabajos.

Correa buscará su reelección a principios del 2013 --en una fecha a definirse--, y podría perder muchos votos si Ecuador es percibida como un paria internacional por darle refugio a un hombre que, por más que se defina como un perseguido político, es requerido en Suecia, donde fue acusado de violación.

Assange afirma que las acusaciones son un pretexto para enviarlo a Estados Unidos, donde se lo quiere enjuiciar por haber publicado secretos que supuestamente comprometen las vidas de mucha gente.

Partidarios de Assange creen que fiscales estadounidenses están tramando formas de llevarlo a Estados Unidos para enjuiciarlo.

Vicente Torrijos, profesor de ciencias política de la Universidad del Rosario de Bogotá, dice que a Correa no le caería nada bien que Ecuador fuese "catalogado de país que obstruye la justicia" y que "ampara a transgresores de la ley internacional".

Correa sumaría puntos ante los izquierdistas latinoamericanos que consideran a Assange un "gran símbolo" de la cruzada contra la mano dura de Estados Unidos en la región, comentó Sandra Borda, especialista en relaciones internacionales de la Universidad de Los Andes, de Bogotá.

Pero Borda no cree que a Washington tampoco le atrae la idea de generar publicidad negativa por sancionar a Ecuador, "que dista mucho de ser un actor importante para Estados Unidos en estos momentos".

"Este es un asunto entre el Reino Unido, Ecuador y Suecia", sostuvo la portavoz del Departamento de Estado estadounidense Victoria Nuland el miércoles en Washington.

En cuanto a Assange, Borda dice que es historia antigua.

Wikileaks dejó de aceptar material hace meses y prominentes periodistas que colaboraron con ese medio le han dado la espalda.

"Difundieron todo lo que tenían para difundir. Ya causaron el daño que le querían causar a la diplomacia estadounidense", opinó Borda.

En las calles de Quito, mucha gente casi no sabía quién era Assange.

Un hombre que sí sabía, Julián Amaya, abogado de 43 años, dijo que admitir a Assange no le parecía una buena idea.

"Eso es no tener sentido común, porque ¿quien garantiza que acá no pueda hacer lo mismo, revelar los secretos del gobierno o de la oposición o del que él quiera?
 

 


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Respuesta  Mensaje 2 de 4 en el tema 
De: ALIPIA Enviado: 26/06/2012 01:00
APOYO A RAFAEL CORREA ...en todas sus decisiones
Alipia

Respuesta  Mensaje 3 de 4 en el tema 
De: cubanet201 Enviado: 26/06/2012 15:13
Aveces resulta malo apoyar a un politico en todo..pues algo malo debe tener, nadie es perfecto ni esta libre de equivocarse, en el caso de Correa la historia dirá la última palabra...
No hay peor ciego que el que no quiere ver...
GRACIAS ALIPIA  por aportar tú comentario ...

Respuesta  Mensaje 4 de 4 en el tema 
De: ALIPIA Enviado: 27/06/2012 00:02
Amigo querido......Una cosa es vivir aqui..........No se mucho de politica ..eso esta para quienes tienen pasion politica , ganas y ancias de mejorar al pais.....Mis viejos ojos , mi instinto natural....y las cosas que cambian dia a dia aqui...ME DAN LA CONFIANZA de apoyar a nuestro joven presidente....Un joven con vicion patriotica que apoya y piensa en los pobres que antes eramos muchos ,,,pero hasta ahora NO VEO MISERIA en las calles ..al contrario ...han cambiado muchas cosas y hasta los corazones de los incredulos se tranforma en forma positiva....VENGA AL ECUADOR PRIMERO y vea los cambios
Alipia..


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