¿Por qué estornudamos?
La respuesta tradicional explicaría que cuando alguna partícula intrusiva penetra en nuestras fosas nasales, nuestro organismo se defiende estornudando, pero un nuevo estudio añade mucho más.
Cuando inhalamos partículas externas, los sensores ubicados en nuestras fosas y senos nasales las detectan. Los cilios (pequeños pelillos alojados en las fosas) hacen la labor de captar estas diminutas amenazas externas.
Los cilios siempre están listos para entrar en acción cuando sea necesario, dijo el coautor del estudio, Noam Cohen, un otorrinolaringólogo, de la Universidad de Pennsylvania.
El estudio encontró que la ráfaga de aire producido por un estornudo, no sólo despeja los conductos nasales, sino que también activa los sensores de los cilios durante un largo período de un par de minutos-dijo Cohen.
El estudio considera la nariz como un "órgano subestimado", sobre todo en términos de prevención y salud, agregó Stella Lee, otorrinolaringólogo de la Universidad de Pittsburgh.
Deconstruyendo el estornudo
Los cilios forman una especie de alfombra sensible y móvil que se encarga de interceptar las amenazas potenciales para nuestro sistema respiratorio, y para que estos trabajen, necesitamos los mocos, de los cuales nuestro cuerpo suele producir en torno a un litro por día.
La gente con sinusitis y otros problemas, suele tener problemas a la hora de evacuar los excesos mucosos, y a la vez estos pueden traerles problemas infecciosos.
El estudio de Cohen le llevó a un problema de contradicciones, pues ellos pensaban que cuando estornudábamos era, entre otras cosas para limpiar los cilios de excesos de mocos, entonces se plantearon lo siguiente:
El equipo tomó células de las fosas nasales de personas sanas, así como los pacientes con sinusitis. Los investigadores cultivaron las células en una incubadora durante varias semanas, hasta que estas formaron el mismo tipo de recubrimiento que está en nuestros senos.
Entonces, los científicos soplaron sobre el revestimiento, en una especie de "estornudo in vitro" y pudieron comprobar que este movimiento excitaba en mayor medida las células de los cilios, dijo Cohen.
Cuando el equipo tomó muestras en los tejidos de pacientes con sinusitis y soplaron sobre él, los cilios no se movían más rápido.