Alegaciones de abuso infantil
empañan a los Boy Scouts
Los abogados de los Scouts en todo el país han estado luchando en las cortes para mantener esos expedientes alejados de la vista pública.
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Por Kim Christensen y Jason Felch
Durante dos décadas, los Boy Scouts de Estados Unidos dejaron de informar a la policía sobre cientos de pederastas y a menudo escondían las acusaciones a los padres y al público.
Una revisión de Los Angeles Times de 1,600 expedientes confidenciales que datan de 1970 a 1991 ha encontrado que los directivos de los Scouts frecuentemente urgían a los que admitían ser infractores a que renunciaran sin hacer ruido – y ayudaron a muchos a cubrir sus rastros.
Se les permitió a voluntarios y empleados sospechosos de abuso dejar su trabajo citando razones falsas, como demandas empresariales, “disfunción cerebral crónica” y deberes en un festival de Shakespeare.
Los detalles están contenidos en los “archivos de perversión” confidenciales de la organización, una lista negra de supuestos pederastas, que los Scouts han usado internamente desde 1919. Los abogados de los Scouts en todo el país han estado luchando en las cortes para mantener esos expedientes alejados de la vista pública.
Como reportó en agosto el Times, la lista negra no funcionaba a menudo: los hombres expulsados por supuestos abusos regresaban al programa, solo para ser acusados de nuevo. Ahora, una revisión más amplia ha mostrado que los Scouts a veces ayudaban a los pederastas al ocultar las acusaciones.
En la mayoría de los casos, los Scouts se enteraron de los supuestos abusos después de que se informaran a las autoridades. Pero en más de 500 ocasiones, los Scouts se enteraron por las víctimas, los padres, los miembros del personal o informaciones anónimas.
En unos 400 de esos casos –el 80 por ciento– no hay registro de directivos de los Scouts informando a la policía de las acusaciones. En más de 100 de los casos, los directivos buscaron activamente ocultar los supuestos abusos o permitir que los sospechosos los ocultaran, encontró el Times.
En 1982, un director de un campo de Boy Scouts en Michigan, que supo de acusaciones de repetido abuso por parte de un miembro del personal, dijo a la policía que no lo informó porque sus jefes querían proteger la reputación de los Scouts y de la persona acusada.
“Dijo que sus supervisores y consejero legal le aconsejaron que debía neutralizar la situación y mantenerse tranquilo”, de acuerdo con un informe de la policía en el expediente.
Ese mismo año, el director de un campamento de Boy Scouts en Virginia escribió al abogado principal de los Scouts, pidiéndole ayuda para tratar con un empleado veterano sospechoso de un “patrón de toda la vida” de abuso que no se había informado a la policía.
“Cuando surgía un problema, se le pedía que dejara la posición ‘por voluntad propia’, en vez de arriesgarse a una investigación posterior”, escribió el director. “El momento ha llegado para que alguien asuma una posición y prevenga más ocurrencias”.
No hay indicación de que los Scouts llevaran el tema por un curso legal.
En 1976, cinco Boy Scouts escribieron quejas detalladas en las que acusaban a un jefe de un grupo de dos violaciones y otros crímenes sexuales, de acuerdo con su expediente. El jefe renunció abruptamente por escrito, al decir que tenía que viajar más debido a su trabajo.
“Buena suerte en tu nueva posición”, le escribió de vuelta un alto representante del grupo, quien dijo que aceptaba su renuncia “con extremo pesar”.
Directivos de los Scout declinaron ser entrevistados para este artículo. En una declaración preparada, el portavoz Deron Smith dijo, “Siempre hemos cooperado plenamente con cualquier solicitud de cumplimiento de la ley y en la actualidad requerimos a nuestros miembros que informen directamente de cualquier sospecha de abuso ante sus autoridades locales”.
La organización instituyó ese requerimiento en el 2010. Antes de eso, la policía tenía que obedecer las leyes estatales, que no siempre requerían a los grupos juveniles informar del abuso.
Sin embargo, en algunas instancias los Scouts pueden haber violado esas leyes estatales. Por ejemplo, desde comienzos de 1970, New Jersey ha requerido que cualquiera que sospeche de abuso infantil debe informarlo. En varios casos allí, los Scouts recibieron informaciones de primera mano de supuestos abusos, pero nada en los expedientes indica que informaron a las autoridades.
En las décadas de 1970 y 1980, el secreto estaba incrustado dentro de las políticas y procedimientos de los Scouts para manejar el abuso sexual infantil.
Una hoja de cubierta que acompañaba a muchos expedientes confidenciales incluía una casilla llamada “Interno (sólo los scouts saben)” como una opción para resolver los casos. Una carta modelo que se enviaba a los dirigentes que eran despedidos por acusaciones de abuso decía: “No hacemos acusaciones y no daremos a conocer esta información a nadie, así que nuestra acción no afectará de ninguna manera su posición en la comunidad”.
Esa carta estaba incluida en la política de la organización de 1972 sobre cómo deshacerse de dirigentes no apropiados, lo cual, según un memorando agregado, se mantenía confidencial “debido a malas interpretaciones que podrían desarrollarse si se divulgaban ampliamente”.
Los expedientes ofrecían a veces una versión incompleta de cómo se resolvieron las acusaciones de abuso. En esta declaración, dijo el portavoz de los Scouts, “en muchas instancias, los detalles básicos faltan como si no fueran necesarios para la razón de la BSA (Asociación de Boy Scouts) para mantener los expedientes, que eran para ayudar a identificar y mantener una lista de los individuos considerados inadecuados para pertenecer a los Scouts”.
Aún así, revelaron una cultura en la cual incluso a los pederastas conocidos se les mostraba una deferencia extraordinaria.
En un caso de 1987 en el estado de Washington, un ejecutivo de distrito escribió a la oficina nacional quejándose de que su jefe se había negado a poner en la lista negra a un ex jefe de grupo, a pesar de haber sido condenado por pederasta, “porque ha hecho mucho por el campamento y es un buen tipo”.
“El le envió un recorte de periódico con la condena a su jefe, quien lo estrujó, dijo que ya lo había visto, y agregó entonces, ‘¿Por qué no lo pone en un mural para que todos lo vean?’ ” escribió el ejecutivo. “Desde entonces, no se ha hecho nada”.
A un directivo de Maryland, quien en 1990 “estuvo de acuerdo rápidamente” en que las acusaciones de abuso en su contra eran verdad, se le dieron seis semanas para renunciar y se le dijo que podía dar a “sus asociados cualquier razón que escogiera”, muestra el expediente.
“Esto le dio una oportunidad para dejar los Scouts en una forma elegante determinada por él”, escribió un directivo. “También le recordamos que había acordado mantener confidencial todo el asunto y que no hablaríamos a nadie para darle la completa posibilidad de retirarse voluntariamente”.
En muchos casos, directivos de los Scouts dijeron que mantenían las acusaciones en silencio como una forma de evitar que se avergonzaran las víctimas jóvenes.
El resultado fue que algunos de los supuestos pederastas abusaron de otros niños, de acuerdo con documentos de los Scouts y registros de las cortes.
Los abogados de los Boy Scouts han alegado desde hace mucho tiempo que mantener confidenciales esos expedientes es clave para proteger la privacidad de las víctimas, de los que informaron del abuso sexual y de cualquiera falsamente acusado. Pero por años, cientos de expedientes se han admitido como pruebas – usualmente sellados – en demandas presentadas por las supuestas víctimas. El Times revisó 1,600 de los casi 1,900 expedientes que salieron a la luz como resultado de un caso en la corte de 1992.
Cientos más estarán pronto ampliamente disponibles. En junio, la Corte Suprema de Oregon ordenó la liberación de 1,247 de los expedientes confidenciales de los Scouts que cubrían dos décadas a partir de 1965. Los expedientes se sometieron en el 2010 a una demanda que resultó en un juicio por casi $20 millones en contra de los Scouts.
La liberación de los expedientes, muchos de los cuales se incluyeron en la revisión del Times, introdujo la posibilidad de una costosa ola de litigaciones contra los Boy Scouts. Sin embargo, en muchos estados los estatutos de limitación reducirán la capacidad de las víctimas para presentar una demanda.
Los Boy Scouts de Estados Unidos han respondido generalmente a las acusaciones de abusos pasados al enfatizar sus mayores esfuerzos para proteger a los niños en décadas recientes.
Por ejemplo, en la década de 1990, obligó a revisiones de antecedentes del personal, y en el 2008 extendió ese requerimiento a todos los voluntarios. La organización también aumentó el entrenamiento en la prevención del abuso infantil. El efecto de esas políticas es difícil de calcular porque los Scouts nunca han dado a conocer ni han analizado los expedientes más recientes.
A pesar de eso, los Scouts no han dado pasos para enfrentar los crímenes no reportados de hace años. En algunos de esos casos, ni siquiera se dijo a los padres de las víctimas del abuso lo que había sucedido.
Los Scouts han ayudado en algunas ocasiones en mantener el abuso fuera de la vista pública.
Cuando un directivo de los Scouts de Los Angeles fue atrapado en 1984 por la policía con cientos de fotos de Scouts desnudos – muchas de ellas mostrándolo mientras le administraba enemas a los niños – los funcionarios de los Scouts trabajaron estrechamente con la policía y el departamento de servicios a los niños del condado para impedir que el caso se hiciera público y pusiera en aprietos a los Scouts.
Un sumario de una reunión entre directivos de los Scouts y agencias locales contenía esta conclusión: “Reconocemos que esta desafortunada situación no es un reflejo de los Boy Scouts de Estados Unidos cuya integridad y reputación se debe mantener”.
En julio de 1987, un alto directivo de las instalaciones centrales de los Boy Scouts envió un “aviso de noticias” interno a los directivos nacionales sobre acusaciones contra un directivo de alto rango del consejo de los Scouts en Milwaukee.
“El Dr. Thomas Kowalski, presidente de salud y seguridad del Consejo del Condado de Milwaukee, uno de los más prominentes médicos en el estado y uno de los autores de las leyes de Wisconsin sobre el abuso infantil, ha sido sacado de su posición voluntaria en los Boy Scouts de Estados Unidos luego de acusaciones de que hizo avances sexuales a dos jóvenes de 16 años en el campamento de verano”, dijo el aviso.
Kowalski admitió haberse masturbado mientras acariciaba a los dos muchachos. Directivos de los Scouts de Wisconsin informaron del incidente a la policía, como se requiere por la ley estatal, pero los padres escogieron no presentar cargos, dice el expediente.
Los Scouts acudieron entonces a un miembro de la junta bien conectado para mantener el asunto fuera de los medios de comunicación – dijo un director de diarios locales no identificado.
El director “está consciente de la situación, pero aparentemente no pasará la información a sus editores”, escribió el directivo de los Scouts.
El caso no se reportó en los medios de comunicación, y Kowalski continuó trabajando con niños por los próximos 14 años, hasta que se retiró de la práctica médica en el 2001.
En una entrevista, Kowalski, actualmente de 75 años y viviendo en Milwaukee, dijo que había recibido asesoría psiquiátrica durante años y nunca había vuelto a hacer lo mismo.
“El tema no había surgido hasta su llamada telefónica de hoy”, manifestó Kowalski. “Si eso se hubiera publicado, hubiera estado fuera de la profesión, con la reputación destrozada, y no sé cómo le hubiera dado la cara a la gente en la iglesia”.
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