Sal, Señor.
EN LA FOTO WILLIAM LEVY ACTOR CUBANO
Amarse a uno mismo, es amar a Dios en sí mismo.
Dios está dentro de nosotros mismos y está ahí,
esperando que se le abra la puerta de su corazón.
Puesto que Dios está a menudo encerrado en nuestro corazón,
no puede salir.
Decimos siempre: ” ¡ Entra Señor! “
Yo, diría más bien:
” Sal, Señor y estate vivo en mí. “
AUTOR: Florilegio de Michael Lonsdale