Las confesiones sexuales gays de un Obispo chileno
Cuando todavía tenemos muy presentes las desagarradorras declaraciones en televisión del ex seminarista chileno, Mauricio Pulgar, confesando como, desde los 13 años sufrió abusos sexuales por parte de varios sacerdotes de la congregación a la que pertenecía, ahora la Conferencia Episcopal de Chile emitió un comunicado para informar de la aceptación, por parte de Benedicto XVI, de la renuncia de monseñor Marco Antonio Órdenes como obispo de Iquique debido a sus "actos inmorales con un joven". Los obispos chilenos aseguran que están estremecidos y conmovidos por lo ocurrido y consideran graves las conductas impropias que el obispo Órdenes ha reconocido.
Un joven chileno llamado Rodrigo Pino denunció ante la fiscalía Chilena que mantuvo relaciones sexuales con el obispo Marco Antonio Ordenes cuando era menor. El prelado reconoció a un diario chileno esas relaciones, pero precisó que el muchacho no era menor de edad: "No siendo él menor de edad, yo reconozco haber tenido un acto imprudente con él, de lo que me arrepiento y de lo que pedí perdón en su momento. Pero no fue con un menor de edad", dijo el prelado al diario chileno La Tercera.
El joven, Rodrigo Pino, aseguró que mantuvieron relaciones cuando él tenía 15 años de edad, pero, subrayó ante la fiscalía que lleva el caso, que el prelado no abusó de él, como había mantenido en un principio. Las relaciones íntimas, según el joven, las mantuvieron desde finales de 1997 hasta el año 2002, momento en que se alejó del obispo.
Monseñor Marco Antonio Ordenes Fernández regresó el pasado martes al país, el mismo día en que se dio a conocer que la Nunciatura Apostólica investigaba una denuncia de abuso sexual a un menor de edad, presentada en su contra. El obispo más joven de Chile, el religioso que enorgulleció a su ciudad por haber nacido en la misma diócesis que encabezaba y a quien se atribuye la recuperación de la religiosidad de la Fiesta de La Tirana, iniciaba su semana de mayor exposición pública en sus 47 años de vida y 15 de sacerdocio.
No sólo es el primer obispo chileno en ser indagado por este delito canónico, sino también en uno de los pocos clérigos que ha elegido responder públicamente a este tipo de imputaciones. En rueda de prensa, el obispo afirmó que "no sin dolor, tomé la decision de renunciar al obispado de Iquique de la manera que esto que me afecta de manera personal no afecte al resto de la comunidad". Asimismo agregó que se siente tranquilo: "Ante el juicio de Dios me siento tranquilo y en paz... ante el juicio del mundo no resulta fácil defenderse", agregó. "He siempre buscado servir sin intereses... muchas veces me equivoqué", puntualizó Órdenes.
En tanto, el obispo de San Bernardo, monseñor Juan Ignacio González, quien también es miembro del Consejo Nacional para la Prevención de Abusos de Menores de Edad y Acompañamiento a las Víctimas en Chile, indicó que ante estos hechos “la Iglesia sufre”. Habría que decirle a la curia católica que no son ellos los que lo pasan mal sino las víctimas de sus abusos.
Ya no sólo se trata de que el prelado haya mantenido relaciones sexuales con un menor sino también el hecho de haber roto sus votos de castidad. También es cuestionable que la iglesia católica no haya tomado cartas en el asunto en el caso del ex seminarista Mauricio Pulgar quien señaló con nombres y apellidos a más de un sacerdote a los que culpó de abusos sexuales e incluso grabó una confesión telefónica de un cura al que acusó de obligarle a practicarle felaciones.