Drástica caída en los servicios médicos en Cuba
El sistema de salud cubano experimentó una disminución de casi el 20 por ciento de los centros de asistencia médica y de un 10 porciento de su personal especializado durante el último sexenio, según revelan cifras oficiales.
Un reciente informe de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) pone al descubierto la condición de hacinamiento de los centros médicos del país. En el 2011 había un 18.5 por ciento menos de instalaciones de servicios médicos que en el 2006, con un 16 por ciento menos de camas, mientras que los ingresos -incluyendo hospitales, policlínicos y puestos rurales- aumentaron un 6.4 por ciento durante el mismo período. El reporte estadístico -divulgado la pasada semana- traza un panorama nada halagüeño del estado de la salud pública cubana desde que el gobernante Raúl Castro asumió el mando del país en el 2006. El total de centros médicos en funcionamiento en la isla pasó de 16,100 en el 2006 a 13,117 en el 2011. La cantidad de hospitales y clínicas decreció de 243 en el 2006 a 161 en el 2011, una caída del 33 por ciento.
La mayor disminución se registró en los hogares maternos, que se redujeron en más de la mitad, de 338 en el 2009 a 143 en el 2011.
Menos consultorios y hogares de ancianos
Por otro lado, los consultorios de médicos de la familia, piedra angular del sistema de salud cubano, cayeron un 18 por ciento. En el 2006 existían 14,007 y seis años después la cifra fue de 11,486.
Los centros de asistencia social se redujeron también, en particular los hogares de ancianos, que cayeron de 156 en el 2009 a 124 dos años después.
En cuanto a personal médico, la cifra de algunos profesionales aumentó (un 9 % en los médicos y 15 % en los estomátologos), aunque disminuyó significativamente la cantidad de farmacéuticos (35.4 %) y los técnicos (33.51%).
En total, la cantidad de empleados del sistema de salud pública -incluyendo médicos, estomatólogos, farmaceúticos, enfermeras y técnicos- ha descendido un 9.6 por ciento.
Los datos de la ONE cubren la situación de la salud pública en una etapa de seis años en la que Raúl Castro tomó el poder tras la enfermedad de su hermano Fidel y se vio obligado a emprender drásticas transformaciones en la economía del país, forzado por la carencia de recursos, el exceso de personal en las plantillas estatales y el descontento de la población.
Otro de los bastiones del régimen cubano en materia social, lel sistema educativo también ha sufrido drásticas reducciones en los últimos años. Estadísticas recientes de la ONE indicaron una caída del 27 por ciento el número de estudiantes en los diferentes niveles de enseñanza del país, de tres millones en el 2008 a 2.2 millones el pasado año.
A fines de 2010, las autoridades cubanas pusieron en marcha un plan de "reestructuración" para el sector de la salud pública, que incluía despidos de personal.
La vitrina desvencijada
El vicepresidente primero José Ramón Machado Ventura reconoció entonces que la salud pública recibiría un gran impacto con los despidos, "por lo inflado de sus plantillas y el número de personas que deberán ser reubicados". Funcionarios del sector enfatizaron en la necesidad de retornar al método de diagnóstico clínico y en el ahorro de recursos.
El deterioro en el sector, otrora vitrina de los logros sociales del proceso revolucionario, ha sido vertiginoso en los últimos años. En septiembre, se divulgó una carta a Raúl Castro del servicio de cirujanos del Hospital General "Calixto García" de La Habana, quejándose del deteriorado estado del centro médico. Al menos dos versiones de la carta circularon en internet.
La misiva salió a la luz semanas después de destaparse un escándalo de corrupción en la centenaria entidad médica, que condujo al arresto del entonces director, el doctor Miguel Fonseca, y al menos una docena de médicos y otros subalternos como parte de una investigación policial. En el operativo también fueron arrestados empleados del hospital Maternidad Obrera de La Habana.
En julio de 2010, al menos una docena de médicos del "Calixto García" fueron sancionados por un incidente de neglicencia médica que descuidó la atención a un anciano herido.
El mayor escándalo que ha sacudido a la salud pública cubana se produjo hace dos años, cuando 26 pacientes del principal hospital siquiátrico del país -conocido como Mazorra- murieron a causa de las bajas temperaturas. Todos estaban desnutridos.
Varios empleados del centro médico recibieron condenas carcelarias por negligencia.
El entonces ministro del ramo, José Ramón Balaguer, fue sustituido poco después, aunque sin hacerse mención a su responsabilidad en el escándalo. Balaguer se mentiene en la cúpula gubernamental como miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista y jefe de su Departamento de Relaciones Internacionales.
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