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General: Daisy Granados y su faceta de esbirra castrista
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: cubanet20  (Mensaje original) Enviado: 08/10/2012 16:42
Daisy Granados: Su faceta de esbirra castrista.
 
Enterense de quien es Daisy Granados, una oportunista que ademas de hacer su carrera en posicion horizontal, tambien ganó puntos golpeando a inocentes, cuyo unico delito era querer escapar del pais en el 1980, cuando el Mariel.
A continuacion el relato de cuando esta puta castrista le pegó a la bailarina y actriz Juanita Baró, esposa del poeta Manuel Ballagas.
 
Juanita Baró, actriz, balilarina y coreografa cubana
"Corría la última semana de abril de 1980. Temporada difícil. Mi esposo, mi hijo y yo acabábamos de salir de la embajada de Perú en La Habana con un salvoconducto que no valía para nada y habíamos padecido ya dos actos de repudio en nuestro vecindario. Nos habían quitado la luz eléctrica, gritado improperios y mantenido bajo asedio por dos días. Pero aun así había que comer, así que me decidí a bajar aquella mañana a la bodega, que estaba en la planta baja del edificio de apartamentos en que vivíamos entonces, en la esquina de las calles Tercera y C, en el Vedado.

Cuando llegué a la bodega, libreta de abastecimiento en mano, me tropecé con miradas hoscas y evasivas. Nadie claramente quería espontáneamente atacarme más de lo que antes habían hecho, bajo la instigación del Comité de Defensa de la Revolución. Incluso algunas viejitas me sonrieron de soslayo. Nunca tuvimos enemigos allí. El bodeguero, sin atreverse a mirarme a los ojos, tomó mi libreta y se fue a buscar el arroz y las viandas que había venido a buscar. Me hallaba aguardando, cuando alguien me tocó fuertemente la espalda.

-¡Oye, tú! –dijo una voz chillona.

Me volví de un salto. Mi sorpresa fue grande. La que así me increpó no era otra que una actriz a quien conocía bastante del ICAIC. Aunque no habíamos trabajado en las mismas películas, nos habíamos relacionado y, siendo ella del vecindario mío, hubiera podido decir que manteníamos relaciones cordiales. Nos saludábamos, nos preguntábamos por nuestras familias. Pero la expresión colérica y sus labios torcidos de asco y furia me dejaron fría esa mañana. Parecía otra.

-¡Descarada, hija de puta! ¡Y todavía te atreves a buscar la comida de nuestro pueblo!
–chilló Daisy Granados , casi pegando su cara a la mía y manoteando, como en una especie de delirio.

Mi primer instinto fue echármele encima y cubrir de bofetones y patadas a aquel energúmeno, pero me refrené. Mi salida del país y la de mi familia hubieran peligrado si me metía en un altercado así. De modo que lo que hice fue cubrirme la cara con las manos para evitar los golpes, puñetazos y pescozones que la actriz de Memorias del subdesarrollo y Cecilia me estaba propinando despiadadamente.

-¡Maricona, negra escoria, gusana de porquería! –me gritaba, sin cesar de darme golpes y empujarme.

Poco a poco, a base de empellones me fue arrinconando contra una pared cercana. Los que estaban en la bodega contemplaban aquel espectáculo, aterrados, en silencio. Yo me protegía lo mejor que podía. Inclinaba la cabeza, me tapaba con los brazos, pero Daisy Granados aprovechaba para darme golpes con la rodilla en la cara y el vientre. Cuando esquivaba esos, me empujaba contra la pared y volvía a empezar con la golpiza. Yo ya no daba más. La cólera me había ido invadiendo. Aquella blanquita flaca no era ni medio puñetazo mío. Así que me erguí de pronto y…

-¡Deja tranquila a esa muchachita, coño!.

La voz era ronca, como de alguien que fumara mucho. Pero era de una mujer, y me pareció reconocerla. Nos paralizó a las dos. Eso sí, Daisy Granados palideció, porque claramente no se lo esperaba, y le entró miedo. Cuando se volvió, tropezó con la mirada de una negra alta, canosa, levemente corpulenta, y de ojos relampagueantes de cólera.

-¡Tate quieta, puta! ¿Me oíte?.

Yo la reconocí vagamente. Era una señora mayor, muy reservada y rara, que solía pasearse por el vecindario paseando dos perros y sin hablar con casi nadie. Algunos decían que estaba medio loca, que había sido criada de una casa de gente rica en otros tiempos, y cuando sus patronos se fueron del país, había perdido un poco la razón. Yo nunca había cruzado con ella ni media palabra. La Granados pareció recuperar el aplomo y pretendió echarse encima de la señora, pero ésta, con una fuerza increíble para sus años, le propinó un empujón que casi la hace caerse de culo. Ahora sí que la blanquita estaba asustada. Miró a su alrededor.

-¡Policía! –chilló entonces- ¡Llamen a la PNR, pa que se lleve a esta contrarrevolucionaria!

Pero ni siquiera el bodeguero le prestaba atención. Horrorizada, la Granados contempló entonces como la tortilla se le viraba al revés, porque la señora la había ido arrinconando contra la pared.

-No se te ocurra molestar más a esta niña, que ella se tiene que ir, pero yo no –masculló entonces la anciana, pegándole la cara a la acobardada actriz- Si te veo hacerlo otra vez, por Dios que voy a ir a tu casa pa picarte la cara con esta mismita navaja…

No se me olvida. La vieja sacó entonces una navaja de larga y afilada hoja, y se le mostró bien de cerca a la Granados, en cuyos ojos se reflejaba un terror que nunca habría sido capaz de proyectar en una película. Luego, volviéndose hacia mí, la anciana dijo:

-Y tú, recoge tus mandados y no salgas más de tu casa, muchacha. No salgas hasta que te llegue la salida, coño.

Y así hice. El bodeguero me tendió los cartuchos y no quiso ni cobrarme la mercancía. Corrí escalera arriba en el edificio y me eché a llorar."

Este relato de mi esposa, la bailarina, coreógrafa y actriz Juanita Baró, resume muy bien el espíritu de un momento siniestro de nuestras vidas, pero sobre todo, la baja calaña de una señora que ahora pretende dárselas de “cubana sin fronteras”, de esos artistas que vienen a Miami y dicen que no quieren “hablar de política”. De esos que mantienen residencia en el extranjero para ellos y los suyos, pero en su momento ultrajaron a sus compatriotas por querer abandonar ese país infernal que era y es Cuba comunista. Mi mujer no olvida ese horror. Y yo, mucho menos.

La memoria de este relato pasaba por mi mente en mi último viaje subrepticio a Cuba, al amparo de otro pasaporte europeo que los esbirros castristas tampoco pudieron detectar, y eso que viajaba así por tercera vez, nada menos que como parte de una delegación a un Festival de Cine Latinoamericano. Me paseé por La Habana tranquilamente, me alojé en hotel St. John’s, fui agasajado en cocteles y recepciones. Me presentaron al maricón de Alfredo Guevara, ahora convertido en un anciano de facciones deplorables. Pero sobre todo, pude obtener toda la información que quería sobre la la hija de puta Daisy Granados.

La contemplé incluso de lejos, conduciendo un auto alquilado en las cercanías de su vivienda. Un funcionario del ICAIC, bien aceitado con moneda dura y otros regalitos, incluso me dio pistas para localizar los escondrijos de la Granados en México y otros sitios. Sé que tiene familiares de este lado y dónde se hospeda cuando se acerca por acá. También me mantienen bien al tanto de sus movimientos y viajes.

Todavía no sé para qué quise saber todo esto, ni para qué hice todo un viaje subrepticio a Cuba para saberlo; pero algún día, cuando nos crucemos en el mundo civilizado con esta maricona, ya lo sabremos. Quizás ni nos ocupemos de ella. Quizás simplemente le recordemos cortésmente lo que hizo hace tanto tiempo. Las cosas en la vida son así.
Publicado en el blog “Descansa cuando te mueras” de Manuel Ballagas


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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: cubanet20 Enviado: 08/10/2012 16:44
 
Daisy Granados actuará en Miami

Por Redacción CaféFuerte
La actriz Daisy Granados, uno de los rostros emblemáticos del cine cubano, se encuentra en Miami para estrenar el espectáculo unipersonal Leyenda, inspirado en un legendario personaje teatral.
Granados, de 69 años, se dispone a subir al escenario del club Hoy Como Ayer, en el corazón de La Pequeña Habana, para protagonizar a La Jabá, personaje recreado por el texto de Raquel Carrió.
La dirección del espectáculo está a cargo de Lilliam Vega y el estreno está fijado para el viernes 12 de octubre, según indicó un comunicado de la firma F & F Media, de Miami.
Granados interpretará a La Jabá, la amante del mítico proxeneta habanero Alberto Yarini y Ponce de León (1882-1910). La vida y el asesinato de Yarini ha sido fuente de inspiración del teatro y el teatro cubanos, especialmente a partir del drama Requiem por Yarini (1960), de Carlos Felipe.
En la obra de Carrió, una reconocida teatróloga y profesora, el personaje de La Jabá se desdibuja confundiéndose con la actriz que un día lo interpretó. La pieza recrea la historia secreta de otra mujer, una actriz que como La Jabá, vivió tiempos difíciles, y defendió con pasión la vida y el amor.
La obra "corporiza la nostalgia por una ciudad, un amante y un tiempo ya perdidos”, según el comunicado.
Seis funciones en Miami
El espectáculo está a cargo de la compañía El Ingenio Teatro, que patrocina el viaje de la actriz a Miami.
Leyenda tendrá seis funciones en el Hoy Como Ayer, durante los días 12, 13, 14, 19, 20 y 21 de octubre. La obra se presenta como parte de la tercera edición del TEM Fest, que organiza anualmente Teatro en Miami Studio.
Granados es uno de los íconos de la cinematografía cubana de los últimos 50 años. Debutó en el cine en 1964 con La Decisión, de José Massip, pero su personalidad artística tomó relieve a partir de Memorias del subdesarrollo (1968), de Tomás Gutiérrez Alea.
Su nombre está asociado a grandes momentos de la filmografía cubana contemporánea, como Retrato de Teresa (1979), de Pastor Vega, Cecilia (1981), de Humberto Solás, y Plaff (1989), de Juan Carlos Tabío.
Granados, que ha protagonizado más de 25 películas, recibió el Premio Nacional de Cine en el 2007.
Las funciones de Leyenda serán a las 8:30 pm, los viernes y sábados, y los domingos, a las 6:30 pm.
Reservaciones en el (305) 541-2631 a través del correo electrónico
info@hoycomoayer.us. Hoy Como Ayer está ubicado en el 2212 de la Calle Ocho, en Miami.

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: cubanet20 Enviado: 13/10/2012 16:58
 
Presiones de exiliados cubanos
obligan a cancelar presentación de Daisy Granados
 
 
La que sería la primera presentación de la actriz cubana Daisy Granados en Miami fue cancelada por el dueño del local Hoy Como Ayer, Fabio Díaz Vilela, según confirmó uno de los trabajadores del lugar a Martinoticias.com.

En declaraciones al diario El Nuevo Herald, Díaz Vilela explicó que la cancelación se debe a llamadas y mensajes recibidos de parte de exiliados cubanos, quienes aseguran que Granados participó en los actos de repudio contra quienes salieron de Cuba durante el éxodo del Mariel, en 1980.

La actriz insistió en la falsedad de estas acusaciones y expresó su tristeza por la decisión de cancelar su debut. “Una y mil veces voy a repetir que jamás en mi vida hice semejante barbaridad porque nunca estuve de acuerdo con la barbarie”.

“Esto es algo que está orquestado por alguien que no sé a qué responde. No sé si son recelos o resentimientos contra mi persona, que están utilizando mi presentación en Miami para hacer este escándalo”, cita el diario floridano.

"Leyenda", obra escrita por Raquel Carri y dirigida por Lilliam Vega, estaba prevista a estrenarse hoy una sala de la Calle Ocho, zona conocida en Miami, como La Pequeña Habana como parte del festival TEMFest 2 012, y estaban programadas otras cinco funciones hasta el 21 de octubre, según detalla la agencia EFE


 
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