Por Dimas Castellanos |Desde La Habana |
La inmediatez, una añeja tradición cubana en la introducción y demora de los adelantos científico-técnicos en el país, tuvo un memorable episodio en el año 1922, cuando una cadena de inventos y descubrimientos en el siglo XIX —la teoría de las ondas electromagnéticas del físico británico Maxwell; la demostración de la transmisión de electricidad en forma de ondas electromagnéticas del físico alemán Hertz; el desarrollo de la comunicación transatlántica del ingeniero italiano Guglielmo Marconi, entre otros adelantos— hicieron posible que el 2 de noviembre de 1920 saliera al aire en Pittsburgh, Estados Unidos, la primera emisora radial en el mundo.
En Cuba, dos años después, el teniente y subdirector de la Banda del Estado Mayor del Ejército y creador del género criolla, Luis Casas Romero, después de instalar una planta de radioaficionados, construyó la emisora 2LC, la cual salía al aire con una señal emitida por una corneta de juguete en el momento que sonaba en La Habana el cañonazo de las nueve. En ese instante la 2LC comenzaba a trasmitir un boletín sobre el estado del tiempo, que fue el primer noticiario radial cubano.
Dos meses después, a las 4 de la tarde del 10 de octubre de 1922, se inauguró oficialmente en la estación PWX de la Cuban Telephone Company, desde cuyas torres se trasmitió un programa por el aniversario del Grito de Yara. Ese día, mediante una línea telefónica que unía el despacho presidencial con los equipos trasmisores de la calle Águila, Alfredo Zayas pronunció un discurso en inglés dirigido al pueblo norteamericano: el primer control remoto de la radiodifusión nacional.
Por vez primera se dirigió un jefe de Estado a otro país por la radio, se trasmitió un programa artístico de un país a otro, se estableció una trasmisión entre dos emisoras de países separados por el mar, se escuchó música cubana en un barco en alta mar y se bailó un danzón en Ciego de Ávila, a 461 kilómetros de la capital. La radio irrumpió cambiando gustos, ideas e interpretaciones que aceleraron la modernización social. Eventos culturales, laborales, económicos, políticos, científicos y deportivos llegaron simultáneamente a cientos de miles de hogares y establecimientos cubanos, cuyo disfrute incluía a los analfabetos no sordos.
El papel desempeñado por la familia de Luis Casas Romero fue destacado. Entre otros aportes, la 2LC fue la primera emisora en América Latina que utilizó a una mujer anunciando los números musicales, por lo que su hija Zoila Romero, que desde 1923 leía cuentos en un programa para niños, se le considera la primera locutora latinoamericana. En 1941, en las audiciones infantiles que se radiaban por la COC (primera planta de onda corta montada en Cuba) y por la CMKC, Luis Ángel, uno de los nietos de Luis Casas, interpretaba el Pinocho en versión radial. Su hijo, Luis Casas Rodríguez, fue visitado por el ingeniero norteamericano E. D. Mille cuando llegó a Cuba, lo invitó a presenciar el montaje de la planta PWX y pasó a formar parte del equipo de técnicos que fue enviado a Key West para instalar el sistema de alta voz conectado a un receptor que brindaría la inauguración de esta emisora.
Basados en las libertades refrendadas en la Constitución de 1901, el asociacionismo radial se expandió desde 1923 y se multiplicaron las emisoras para trasmitir programas alternos. Ocho años después de la inauguración, existían en Cuba 61 estaciones de radio, cantidad proporcionalmente superior a las existentes en Nueva York. Se inauguró la 2EP, primera prensa radial y la Voz del Aire, primer radio periódico. Esos datos ubicaron a Cuba en cuarto lugar en estaciones de radio, después de Estados Unidos, Canadá y Rusia. A su vez, la masiva adquisición de equipos receptores permitió que en 1953, el año en que fue asaltado el Cuartel Moncada, el 80% de los hogares cubanos contaran con esos equipos, los que conjuntamente con la prensa escrita y televisiva, el hecho fue conocido de forma inmediata en toda la nación.
La prensa escrita, que en sus inicios vio a la radio como rival, terminó en contactos entre periódicos y radioemisoras. Si cierto es que en 1931 empezó el periodismo radial en los periódicos parisinos Le Figaro y Le Monde; cierto es también que en 1923 la 2LC anunciaba en el Heraldo de Cuba que diariamente daría a conocer las noticias de última hora. La 2AZ del Diario de la Marina fue el primer periódico que inició un noticiario informativo por la radio; en marzo de 1925, el periódico El País inauguró la 2EO y a fines 1932 por la emisora CMBZ se leía lo que publicaba el periódico El Mundo.
Internet, muy poco, muy tarde
Con internet, cuya inauguración oficial se produjo en octubre de 1996 —separado en más de diez años de su explotación en otras latitudes— se perdió la tradición de la inmediatez y la democratización. La Constitución vigente no reconoce otros derechos y libertades que no sean para la defensa del sistema político vigente.
Noventa años después de la inauguración de la radio en Cuba, internet, la red de autopistas de información que está transformando radicalmente las concepciones sobre la vida, las comunicaciones, la información, el espacio y el tiempo, es inasequible a la gran mayoría de los cubanos. Incluso, miles de emisoras radiales que transmiten a través de Internet, no se pueden escuchar por esa vía debido a que es necesario contar con una computadora y con una línea a precio asequible.
Esos hechos ocurren en Cuba precisamente cuando la extensión de las autopistas de la información por todo el planeta marcan unas pautas tales, que imposibilitan al hombre moderno vivir al margen de la novedad técnica, lo que constituye una burla a la Declaración de Principios y el Plan de Acción aprobados en la Cumbre de la Información, celebrada en 2003 en la ciudad suiza de Ginebra y firmados por la delegación que representó al gobierno de la Isla.
Cuba es el país del hemisferio occidental con menor conectividad a la web. Varios estudios han demostrado que el índice de conectividad a la red está incluso por debajo de países como Haití. La cifra de quienes acceden a internet apenas llega a 1.6 millones, cifra que no sobrepasa el 14% de la población cubana, sin contar que entre ellos se cuenta a los que están limitados a navegar por una intranet local, controlada por el Estado.
A finales de 2007 se informó que Cuba se enlazaría con Venezuela a través de un cable de fibra óptica que multiplicaría en miles de veces la capacidad de conexión. Sin embargo, nada se ha publicado en los medios informativos acerca de dicha instalación, que culminó hace aproximadamente un año, lo que demuestra la voluntad del Estado de mantener el monopolio de la información y la añoranza de los cubanos por la época en que se inauguró la radio en Cuba.