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De: cubanet201 (Mensaje original) |
Enviado: 05/08/2012 13:55 |
50 AÑOS SIN MARILYN MONROE La «tentación rubia» dejó de palpitar en la madrugada del ferragosto de 1962
Por E. Rodríguez Marchante Llegó en el 26 y se fue en el 62, y lo que parece un trayecto de ida y vuelta en el autobús equivocado fue la vida de la mujer, estrella y finalmente actriz llamada Marilyn Monroe, probablemente el enigma más sobeteado de la historia. Ni su vida ni, mucho menos, su muerte arrojan otra luz que la de los focos y de la puesta en escena: no hay duda de que vivió ni la hay, tampoco, de que murió: pero, ¿cómo?, ¿focos y puesta en escena?... Meses antes de su muerte, Marilyn contaba que le había escrito Somerset Maugham para confesarle su entusiasmo ante la idea de que interpretara a Sadie Thompson, el personaje de "Rain" (Lluvia) que ya encontrara antes albergue en Gloria Swanson, Joan Crawford y Rita Hayworth; a Marilyn le fascinó la idea porque entendía al personaje, "una mujer que sabe comportarse alegremente a pesar de ser muy triste, y eso es algo grande".
Nunca se despojó de la imagen de chica rubia del gángster, tal y como apareció al principio de su carrera en "La jungla del asfalto"... Y sus últimos meses en Los Ángeles, deprimida y acogida por Frank Sinatra, también dan ahora la impresión de viaje de vuelta en el autobús equivocado. Murió un sábado, o en la madrugada de un sábado hacia el domingo, y aún no se sabe de cierto ni cómo, ni dónde. El dictamen forense, "probable suicidio" en su casa, es una colección de incógnitas que han alimentado las más diversas fabulaciones, desde la CIA a la mafia y desde Cuba a los Kennedy...
Pero el gran misterio de Marilyn Monroe no reside ya en las incógnitas de su muerte, sino en las de su vida, una mujer que supo domesticar sus mejores talentos: nadie hubiera dicho nunca de ella que estaba en posesión de uno de los más altos coeficientes intelectuales del siglo XX, y nadie habría aceptado que sus medidas y contornos nunca acabaron de cuadrar con los cánones. Supo pasar gloriosamente "desapercibida" para directores con ojo de halcón como Howard Hawks o Huston, que necesitaron mirarla por segunda vez para que nosotros la viéramos, o como Joseph L. Mankiewicz o hasta Fritz Lang (al que casi consigue matar de ira durante el rodaje de "Encuentro en la noche", pues se empezó a comportar como si ya fuera realmente Marilyn Monroe, ese colmo de impuntualidad que delataría con sarcasmo años más tarde Billy Wilder diciendo que nunca perdió el tiempo esperándola en el set de rodaje y aprovechó para leerse "Guerra y paz").
Pero lo curioso de su enigma era el punto en que decidía su transformación, ser ambas cosas, esa explosión rubia en la pantalla que sugería personajes nacidos para contonearse y llamarse Lorelei o Sugar Kane, y de repente alguien que se planta ante el plano con una sinceridad y una conmoción dramática nunca vistas -y probablemente hasta inesperadas- en momentos precisos de "Bus Stop" o "Vidas rebeldes", su última película (entera) en la que medio siglo después cualquiera podría pensar que urdió un solitario y triste pacto final con Clark Gable.
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HOLA
Q BELLA ESTA FOTO
NOS RECUERDA UNA POSTAL Q NOS MANDO TONY PEREZ CON
UNA FOTO PARECIDA PARA EL CUMPLEANOS D ROBERTO
SERA LA MISMA FOTO?
TENGO Q PREGUNTARLE
PRECIOSA
THANKS |
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Huevos crudos batidos en leche para desayunar: la extraña dieta de Marilyn Monroe La actriz reveló en una entrevista de 1952 sus extraños hábitos alimenticios.
Una periodista ha tratado de emular su dieta y la ha dejado a los tres días.
La manzana fue solo para la foto porque en su dieta no estaban incluida la fruta.
Begoña Gómez Urzaiz
Atkins, Dukan, la paleodieta, que se puso de moda el año pasado y consiste en comer como en el Paleolítico, la dieta de Jesucristo (con mucho predicamento en el Cinturón Bíblico de Estados Unidos)...al paso que van las dietas-fenómeno, no sería extraño que alguien pronto se haga rico patentando la Dieta de Marilyn.
Pero quienes quieran comer igual que la Monroe tienen que estar avisados. No es fácil. Para empezar, implica desayunar huevos crudos batidos en leche tibia, algo que algunos consideran una llamada a la salmonelosis. La actriz reveló éste y otros de sus curiosos hábitos alimentarios en una entrevista que concedió en 1952 a la revista Pageant y que volvió a salir a la luz con motivo del 50 aniversario de su muerte.
La protagonista de Niágara, que tenía entonces 26 años, era ya una estrella en aquel momento, pero sus hábitos culinarios se parecían a los de miles de solteras que por entonces vivían en apartamentos diminutos equipados con un hornillo de gas, como recoge un popular libro de cocina de la época, Saucepans & The Single Girl. "Empiezo por calentar una taza de leche en el camping gas que tengo en mi habitación de hotel. Cuando está templada, rompo dos huevos en la leche, lo bato con un tenedor y me lo voy bebiendo mientras me visto. Lo suplemento con una pastilla de multivitaminas".
Aunque llamativo, el desayuno de Monroe era un hijo de la época. Por aquel entonces, se creía que los huevos mantenían más proteínas crudos que cocinados, y, por lo menos en Estados Unidos, se consumían bastantes más huevos por persona: 389 frente a los 247 de ahora. La propia actriz estaba convencida de sus virtudes. "Dudo que ningún doctor recomiende un desayuno más saludable para una chica con prisas", dijo a la revista.
El almuerzo al mediodía directamente se lo saltaba y para la cena, explicaba: "Cada noche paso por el mercado y me compro un filete de ternera, cordero o un poco de hígado. Lo caliento en el horno eléctrico de mi habitación. Normalmente, me tomo cuatro o cinco zanahorias crudas con la carne. Debo tener algo de conejo porque nunca me canso de las zanahorias crudas".
Los negacionistas de los carbohidratos, tipo Dukan, aprobarían esta cena. Pero no todo era autocontrol para la Monroe: "Menos mal que como poco durante el día, porque en los últimos meses he cogido el hábito de parar en la tienda de helados de Will Wright y me compro un 'hot fudge sundae' cuando vuelvo de mis clases nocturnas de arte dramático. Estoy segura de que puedo permitirme este capricho, ya que mi dieta está compuesta casi totalmente de proteínas". El 'hot fudge sundae' es una bomba calórica que suele llevar helado, frutos secos, nata montada, chocolate caliente y varios toppings.
Respecto al ejercicio, Marilyn no estaba para sesiones diarias de SoulCycle o Bikram Yoga, como las starlettes actuales. En la misma entrevista, la actriz admite que solía hacer pesas hasta que se cansó. "No puedo soportar que se convierta en una obligación", dice. Sí que hacía, sin embargo, "ejercicios para fortalecer el busto".
La semana pasada, la periodista Rebecca Harrington, de New York Magazine, hizo un intento de replicar la dieta de Marilyn, como ya había hecho con la inusual rutina alimentaria de Elizabeth Taylor, que suena bastante más divertida: desayunaba cada día bacon, huevos revueltos y un cóctel Mimosa, de champagne con zumo de naranja, y pedía que se lo cocinasen todo con deliciosa crema agria. Harrington duró solo tres días sin hacer trampas (aunque soportó la tortura de acudir a una fiesta con pizza casera sin probar ni un bocado) y asegura que se sentía a la vez pesada y hambrienta, sobre todo en las interminables horas entre el desayuno y la cena. Sorpendentemente, el invento mañanero de la Monroe le encantó, pero se aseguró de pasteurizar antes los huevos.
Fuente: El País
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