La cantante Lady Gaga encendió el ánimo de 40 mil personas que asistieron a su concierto en el Foro Sol del Distrito Federal Amenazó con invadir México con su música y anoche Lady Gaga consiguió encandilar a las más de 40 mil personas que asistieron a su show, gracias a sus altas dosis de autoestima y a la locura de un espectáculo explosivo.
Como parte de su gira internacional "The Born This Way Ball Tour", la diva estadounidense actuó en el Foro Sol de la capital mexicana, un recinto que si bien no estuvo lleno vibró como si estuviera a rebosar.
Compungida por el alto precio de las entradas, 176 dólares en la parte más cercana al escenario, Gaga prometió que iba a dar todo y así fue, con más de dos horas de música y espectáculo.
"Hay algo muy especial en México. Sé lo duro que trabajáis para ganar dinero para ahorrar y comprar las entradas y, por eso, voy a dejar todo en el escenario", dijo la artista.
Esta es la segunda visita de Gaga a México y la neoyorquina agradeció al público, menos numeroso que en su primera actuación en 2011, por haber ido a verla de nuevo.
La noche comenzó en torno a las 21:45 hora local (02:45 GMT), cuando el toldo que cubría el escenario fue retirado y quedó a la vista el imponente decorado, un castillo medieval de 25 metros de altura, con varios pisos y balcones.
Un caballo negro y sobre él Gaga, vestida de "alien" plateado interpretando la canción "Highway Unicorn", tema al que siguió "Government Hooker" y sus correspondientes escenas y gestos obscenos que tantos problemas le han causado en algunos países.
Asesinatos con metralletas y una vagina gigante de la que nació la artista, después de parirse a sí misma, fueron las primeras muestras de que aquello no iba a ser un concierto al uso.
Sonó "Born This Way", tema que da título a su segundo y último álbum y comenzó la locura entre el público, que obedeció cada una de las órdenes de Gaga ("levanten las manos", "griten mi nombre"), que en ocasiones interpretaba su papel de dominadora y en otras la de madre comprensiva.
Llegaron otros temas como "Black Jesus, Amen Fashion" o "Bloody Mary" y sus constantes cambios de vestuario y complementos surrealistas, aunque el público siguió aplaudiendo más temas discotequeros como "Bad Romance" o "Judas".
Icono de colectivos que sufren discriminación como los homosexuales, Gaga les recordó, así como a las mujeres anoréxicas, bulímicas, a los transexuales y a otras personas con problemas, a quienes animó a no prestar atención a las cosas que dicen sobre ellos.
Los vertiginosos cambios de vestuario y los frenéticos movimientos de las coreografías de ella y sus bailarines descansaron por breve momentos, tiempo en el que la cantante se soltó la melena naranja y escogió a un fan para que subiera al escenario, un joven que no pudo parar de llorar.
En este momento, la cantante transformó su moto con la que había recorrido el escenario para cantar "Heavy Metal Lover" en un piano y se sinceró ante su publico, a quienes les habló de los "años duros" que pasó antes de hacerse famosa, en los que tuvo que batallar con muchas cosas como la violencia o las adicciones a las drogas y al alcohol que "nunca acababan".
"Estaba perdida" dijo la artista, quien explicó que se obsesionaba con esas cosas tanto como ahora se obsesiona con la música.
"Vosotros habéis salvado mi vida. No estaría viva de no ser por vosotros porque he encontrado un sentido a mi vida, el de la música", dijo Gaga, y agradeció al público por hacerse sentir válida y hacer valiosa su música.
Comenzó después otra parte más intensa del concierto, con temas como "Pocker Face" o "Alejandro" y más reivindicaciones, esta vez en favor de las mujeres, para que "nunca más sean tratadas como un pedazo de carne".
Muchos fueron los objetos que a la diva del pop le llovieron sobre escenario, hasta el punto de que alguno impactó sobre su cabeza.
No faltaron ni el sombrero mexicano que Gaga se colocó, ni varias banderas que la artista ondeó para acabar de enloquecer a un país que ama su bandera y que se entregó por completo a la madre de todos los monstruos.
Por México, Lady Gaga deja todo en el escenario Compungida por el alto precio de las entradas, más de dos mil pesos en la parte más cercana al escenario, Gaga prometió que iba a dar todo y así fue, con más de dos horas de música y espectáculo
Los fans mexicanos vestidos como la reina del pop
CiudaAmenazó con invadir México con su música y anoche Lady Gaga consiguió encandilar a las más de 40 mil personas que asistieron a su show, gracias a sus altas dosis de autoestima y a la locura de un espectáculo explosivo.
Como parte de su gira internacional "The Born This Way Ball Tour" , la diva estadounidense actuó en el Foro Sol de la capital mexicana, un recinto que si bien no estuvo lleno vibró como si estuviera a rebosar.
Compungida por el alto precio de las entradas, 176 dólares (dos mil 300 pesos aproximadamente) en la parte más cercana al escenario, Gaga prometió que iba a dar todo y así fue, con más de dos horas de música y espectáculo.
"Hay algo muy especial en México. Sé lo duro que trabajan para ganar dinero para ahorrar y comprar las entradas y, por eso, voy a dejar todo en el escenario", dijo la artista.
Esta es la segunda visita de Gaga a México y la neoyorquina agradeció al público, menos numeroso que en su primera actuación en 2011, por haber ido a verla de nuevo.
La noche comenzó en torno a las 21:45 hora local (02:45 GMT), cuando el toldo que cubría el escenario fue retirado y quedó a la vista el imponente decorado, un castillo medieval de 25 metros de altura, con varios pisos y balcones.
Un caballo negro y sobre él Gaga, vestida de "alien" plateado interpretando la canción "Highway Unicorn", tema al que siguió "Government Hooker" y sus correspondientes escenas y gestos obscenos que tantos problemas le han causado en algunos países.
Asesinatos con metralletas y una vagina gigante de la que nació la artista, después de parirse a sí misma, fueron las primeras muestras de que aquello no iba a ser un concierto como cualquier otro.
Sonó "Born This Way", tema que da título a su segundo y último álbum y comenzó la locura entre el público, que obedeció cada una de las órdenes de Gaga ("levanten las manos", "griten mi nombre"), que en ocasiones interpretaba su papel de dominadora y en otras la de madre comprensiva.
Llegaron otros temas como "Black Jesus, Amen Fashion" o "Bloody Mary" y sus constantes cambios de vestuario y complementos surrealistas. El público animado siguió aplaudiendo a más temas como "Bad Romance" o "Judas".
Icono de colectivos que sufren discriminación como los homosexuales, así como a las mujeres anoréxicas, bulímicas, a los transexuales y a otras personas con problemas, Gaga les animó a no prestar atención a las cosas que dicen sobre ellos.
Los vertiginosos cambios de vestuario y los frenéticos movimientos de las coreografías de ella y sus bailarines descansaron por breves momentos, tiempo en el que la cantante se soltó la melena naranja y escogió a un fan para que subiera al escenario, un joven que no pudo parar de llorar.
En este momento, la cantante transformó su moto con la que había recorrido el escenario para cantar "Heavy Metal Lover" en un piano y se sinceró ante su público, a quienes les habló de los "años duros" que pasó antes de hacerse famosa, en los que tuvo que batallar con muchas cosas como la violencia o las adicciones a las drogas y al alcohol que "nunca acababan".
"Estaba perdida" dijo la artista, quien explicó que se obsesionaba con esas cosas tanto como ahora se obsesiona con la música.
"Ustedes salvaron mi vida. No estaría viva de no ser por ustedes porque he encontrado un sentido a mi vida, el de la música", dijo Gaga, y agradeció al público por hacerse sentir válida y hacer valiosa su música.
Comenzó después otra parte más intensa del concierto, con temas como "Pocker Face" o "Alejandro" y más reivindicaciones, esta vez en favor de las mujeres, para que "nunca más sean tratadas como un pedazo de carne".
Muchos fueron los objetos que a la diva del pop le llovieron sobre escenario, hasta el punto de que alguno impactó sobre su cabeza.
No faltaron ni el sombrero mexicano que Gaga se colocó, ni varias banderas que la artista ondeó para acabar de enloquecer a un país que ama su bandera y que se entregó por completo a la madre de todos los monstruos.
Monstruitos escasos pero fieles a Lady Gaga A las 18:15 horas Lady Gaga abandonó el hotel en una camioneta Suburban escoltada por seis motocicletas de vialidad
Desconcertado, esta mañana un pequeño grupo de fans de Lady Gaga que la esperaba a fuera de un hotel en Paseo de la Reforma, se preguntaba si la cantante ya había llegado y si estaría en el sitio correcto.
Dos horas después, algunos desistieron y otros se sumaron a la espera, donde reinó la incertidumbre.
Poco más de 20 seguidores de Stefani Germanotta, nombre real de Gaga, la esperaron pacientes al frente del hotel y por momentos en la parte trasera, donde una fila de 10 motocicletas de vialidad encendieron la esperanza de que la espera terminara, pero nada sucedió.
“¡Esto va a salir en las noticias, Gaga! Van a decir que no saliste y la próxima vez que vengas no vamos a comprar boletos”, amenazó uno de ellos. Minutos antes de las 17 horas, la mitad de ellos abandonó el lugar. Alrededor de las 18 horas, el equipo de seguridad el hotel comenzó la movilización para que la cantante emprendiera el camino rumbo al Foro Sol, donde daría su concierto. Aunque todo parecía indicar que saldría por la parte trasera del estacionamiento, donde ya se había despejado la vialidad para facilitar la partida del vehículo de la artista, la esperada Lady Gaga finalmente abandonó el hotel por la puerta principal.
Los 40 fans al percatarse de esto echaron a correr intentando alcanzarla, pero de nada sirvió. A las 18:15 horas Lady Gaga abandonó el hotel en una camioneta Suburban escoltada por seis motocicletas de vialidad.
Enloquece Lady Gaga a más de 40 mil espectadores mexicanos
Más de 40 mil espectadores vieron renacer ayer en la capital mexicana a un ser fuera de este mundo, mitad humano y mitad alíen de nombre Lady Gaga, quien consiguió enloquecer a toda una ciudad, que no dejó de alabar el mensaje de igualdad y amor que transmitió con su "Born this way ball".
Desde temprana hora, decenas de tropas de "Little monsters", recorrieron las calles aledañas al Foro Sol de la ciudad de México para reunirse tan pronto cayera la noche con la "Mother monster", quien deleitaría horas más tarde a una audiencia ávida de locura y desenfreno.
Pasadas las 21:30 horas, el telón cayó y comenzó el "show" con un escenario espectacular y un gigantesco castillo medieval del que salió Lady Gaga montada en un corcel negro para recorrer la pasarela, que formaba parte del "Monster Pit", donde cientos de afortunados fanáticos no daban crédito a lo que veían.
Minutos más tarde, un vientre gigantesco apareció en el templete y de el brotó una diminuta mujer ataviada en un vestido amarillo, como si de un extraterrestre se tratara, ante los gritos ensordecedores de los asistentes que observaban atónitos el renacer de un ser fuera de esta tierra.
Una vez que ese alien, llamado Lady Gaga, tomó posesión del escenario se escucharon los primeros acordes de "Born this way", tema con el que dio la bienvenida y entonó con sus seguidores el himno que apela al amor y la igualdad social.
“Gracias México, bienvenidos al Born This Way Ball, hemos logrado estar juntos de nuevo", dijo la cantante para seguir con la interpretación de "I don´t close my eyes", que acompañada de movimientos atrevidos inició este fastuoso espectáculo.
Con más de una decena de cambios de vestuario, Gaga hizo gala de su virtuosismo y extravagancia sobre el escenario al cantar de manera espectacular, y en un acto evangelizador, el tema “Black jesus+amen fashion", con el que se robó los aplausos y gritos de sus fieles discípulos
Pese a que el recinto no estaba lleno en su totalidad, de él emanaba una energía particular de fraternidad y festividad gracias a las miles de luces y pancartas de apoyo a la cantante, quien recompensó las muestras de cariño con la interpretación de "Born this way".
Durante esta pieza musical, Gaga sufrió un pequeño accidente al caer de manera estrepitosa al suelo, pero de inmediato pudo recuperarse para seguir la interpretación y portar un sombrero de charro, que algún fanático le obsequió.
Ataviada con diversos atuendos futuristas, la cantante reapareció en el escenario para ejecutar “Judas”, interpretación provocadora en la que llevaba una metralleta que le hizo conseguir la ovación de los presentes al pasearse por el escenario.
Más tarde, el clima se tornó pasivo cuando llegó el turno de "Fashion of his love", corte en el que la interprete cogió un retrato de Jo Calderone, su alter ego masculino.
Uno de los momentos más prendidos de la noche fue cuando "Just dance" y "Love game" hicieron acto de presencia para hacer vibrar y bailar a los capitalinos, quienes no pararon de brincar y de gritar durante estas piezas musicales.
"México, te amo, estamos felices de regresar aquí, gracias por todo, se que trabajaron mucho para poder comprar sus boletos y estar aquí, gracias", expresó la cantante para continuar con "Hair" y "Telephone", esta última canción no dejó que el ánimo decayera a pesar de las bajas temperaturas que imperaron en el inmueble.
De manera accidental pero afortunada, un fan golpeó a la artista luego de intentar darle un presente, situación que no la molestó, pues por el contrario lo invitó a subir al escenario.
Con esto resultó afortunado el envidiado seguidor, ya que tuvo la oportunidad de estrechar y besar a su ídolo, quien le entonó al oído y montada en su piano-motocicleta la canción "You and I".
Al terminar esta interpretación, la cantante entre lágrimas tomó una bandera mexicana para correr por la pasarela, la cual formaba parte del "Monster Pit".
Hacia la recta final de este espectáculo, la emoción aumentó debido a canciones como “Paparazzi”, en la que la artista demostró su gran dominio del escenario con los sobresalientes bailes que ejecutó durante dicha actuación.
Minutos más tarde, vestida de novia recitó “Americano”, tema de gran relevancia para la situación de este país.
Después, Lady Gaga, cubierta en un vestido de carne junto a unos pedazos de res, interpretó su alabado tema "Poker face". Este momento lo hizo en forma de alzar la voz por cómo la sociedad mira en ocasiones a la mujer, como un objeto.
Pero, con esta canción anunciaba que el fin de la noche, en el último acto del "show", Lady Gaga cerró de manera fastuosa este recital con "Electric chapel" y "Alejandro", canciones con las que agradeció a sus monstruos para después abandonar el escenario.
Sin embargo, minutos más tarde volvió y cerró este espectáculo con "The edge of glory" y "Marry the night", en donde consiguió reunir y deleitar a un público que se entregó a la “Reina de los Monstruos”.
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