Una mirada al cine español del ayer
Santiago Rodríguez
El cine español a través de los años nos ha entregado maravillosos momentos. Un cine que por mucho tiempo estuvo avalado por los cantantes de moda. A la memoria nos viene Carmen, la de Triana (1938) con Imperio Argentina, Suspiros de España (1939) con Estrellita Castro, La Dolores (1940) con Conchita Piquer, La Lola se va a los puertos (1947) con Juanita Reina, La niña de la venta (1951) con Lola Flores, María Morena (1951) con Paquita Rico, Violetas imperiales (1952) con Carmen Sevilla y Luis Mariano, y Antonio Molina con Esa voz es una mina (1956).
En 1948, Juan de Orduña logra un éxito sin precedentes con Locura de amor, un drama histórico con un final considerado antológico dentro del melodrama. Pero no es hasta la década de 1950 con Bienvenido Mr. Marshall (Luis García Berlanga, 1953) y Muerte de un ciclista (Juan Antonio Bardem, 1957) que, con humor negro y espíritu irónico, se confronta a la sociedad española bajo el franquismo. Diametralmente opuesto es el caso de Sarita Montiel con El último cuplé (1957) y La violetera (1958), donde la actriz revive un género que parecía irresucitable: el cuplé.
En los años 1960 surgen los seriales de niños cantores: Joselito, Marisol, Ana Belén, Rocío Dúrcal que llenan la pantalla de banalidad y evasión mientras que paralelamente surge el cine de autor, donde el nombre de los directores es lo que prima: Miguel Picazo ( La tía Tula, 1964), Jaime Camino ( Los felices 60, 1964), Fernando Fernán Gómez ( El extraño viaje, 1964), Manuel Summers ( La niña de luto, 1964), Vicente Aranda ( Brillante Porvenir, 1964), Basilio Martín Patiño ( Nueve cartas a Berta, 1966), Antonio Eceiza ( Último encuentro, 1967), Mario Camus ( Con el viento solano, 1969) y el italiano Marco Ferrari ( El cochecito, 1960).
Un caso especial es el de Carlos Saura con un cine muy particular a la vez que nostálgico y humor ácido, muy lleno de simbolismos que cuestionan al franquismo. Se destacan La caza (1966), El jardín de las delicias (1970) y Mamá cumple 100 años (1979).
Con La Movida de los años 1980 surge Pedro Almodóvar, el director más internacionalizado que ha tenido España. La ley del deseo (1987) y Mujeres al borde de un ataque de nervios nos descubrió dos luminarias: Carmen Maura y Antonio Banderas.
Como parte de la historia cuatro españoles fuera de de su país ganaron el Oscar: Gil Parrondo por Mejor dirección de arte en 1970 y 1971, Néstor Almendros por Cinematografía en 1978 y Javier Bardem en 2007 y Penélope Cruz en 2008 por Actuaciones secundarias. En su haber, España tiene cuatro Oscar a Mejor película extranjera: Volver a empezar (José Luis Garci, 1982), Belle Époque (Fernando Trueba, 1993), Todo sobre mi madre (Pedro Almodóvar. 1999) y Mar adentro (Alejandro Amenábar, 2004).
Si alguien pudiera preguntarle a Cabrera Infante cuál película resumiría a este cine, su respuesta sería Vida en sombra (1948), un homenaje a Méliès y a la Rebecca (1940) de Alfred Hitchcock, la única obra de LorenzoLlobet Gracia.
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