Todas las religiones en Gran Bretaña, excepto la Anglicana
podrán casar homosexuales en sus templos
La propuesta del Ejecutivo de Cameron para legalizar el matrimonio homosexual
en Reino Unido permite ceremonias en cualquier religión menos la inglesa
El Gobierno británico
prohíbe a la Iglesia Anglicana casar a homosexuales
Por Ana Mellado / Londres
De promover la celebración de bodas homosexuales en los templos religiosos a prohibirlas expresamente en la Iglesia Anglicana. El primer ministro británico, David Cameron, ha cedido ante la férrea presión ejercida tanto por la jerarquía religiosa de su país como por el ala más conservador de su partido, que se llevaron las manos a la cabeza al conocer la atrevida intención del premier inglés de oficiar matrimonios gays en las iglesias.
En la propuesta de ley que ha presentado esta mañana en el Parlamento para legalizar el matrimonio homosexual, ha optado no sólo por eximir a la Iglesia de Inglaterra y Gales de oficiar casamientos gays sino que ha declarado ilegal su celebración en dichas instituciones.
La ministra de Cultura e Igualdad, Maria Miller, ha explicado a los diputados que, debido a la gran oposición encontrada tras presentar el plan se ha visto obligado a rectificar en lo que se preveía como una ley muy atrevida con la que se ganaría la enemistad del núcleo duro del Partido Conservador y la cúpula religiosa nacional.
Cameron, firme defensor de las uniones entre parejas del mismo sexo, da así un paso atrás calmando a sus agitados secuaces de partido, más de un centenar de tories que han votado en contra de la propuesta, y que ya preparaban una rebelión interna ante un proyecto que resultaba muy progresista.
«Soy un gran partidario de la institución del matrimonio», declaró Cameron el pasado fin de semana. «No creo que los homosexuales deban quedar excluidos. Es más, una decisión como ésta servirá en todo caso para reforzar la institución», aseguró.
El resto de religiones podrá casar a gays
Pese a la oposición en su propio partido y las resistencias de la Iglesia Anglicana y Católica, las transgresoras pretensiones de Cameron contaban con el respaldo de sus socios de Gobierno liberaldemócratas y los laboristas, principal partido de la oposición.
Según la legislación que prepara el Ejecutivo, el resto de organizaciones religiosas que quieran casar a homosexuales deberán solicitarlo expresamente, sin que, en ningún caso, estén obligadas a hacerlo.
Algunos credos, como los cuáqueros o los unitarios -de los sectores más progresistas del protestantismo-, son partidarios de tener la posibilidad de oficiar matrimonios entre parejas de gays y lesbianas.
Para evitar la vulneración de la libertad religiosa, el Gobierno introducirá en el proyecto de ley «un candado legal cuádruple», que garantizará la libertad de actuación de los templos. Ningún templo estará obligado a casar a parejas del mismo sexo ni a permitir que suceda en sus dependencias e incluso será ilegal oficiar esos matrimonios sin permiso explícito.
Además, se enmendará la ley de igualdad para evitar que nadie pueda demandar a las organizaciones religiosas por no querer oficiar esos matrimonios.