¿Por qué odia el Papa a los gays?
En la misma semana el Papa Benedicto XVI culpa a los homosexuales de ser una seria amenaza para la paz y para la continuidad del ser humano en una alocución de Año Nuevo ante los diplomáticos acreditados en el Vaticano de 180 naciones. En el mismo saco de los caballos del apocalípsis, Benedicto XVI mete a la eutanasia y el aborto. Así no nos extraña que Rebecca Kadaga, presidenta del Parlamento de Uganda y promotora de la llamada "Ley para Matar Gays" que anunció como un regalo para su país estas Navidades, haya recibido también la bendición de manos del Papa en El Vaticano.
Kadaga lideró la delegación de legisladores ugandeses que visitó esta semana el Vaticano, donde recibieron la bendición de Joseph Ratzinger y al que entregaron un regalo. Ni al Papa, ni a la diplomacia vaticana pareció importar que esos mismos legisladores, con Kadaga a la cabeza, quieran aprobar una ley que perseguiría la homosexualidad aún más duramente que en la actualidad. De hecho, cuando Kadaga expresó su deseo de aprobar la ley antes de fin de año como un “regalo de Navidad” para los ugandeses, el proyecto aún incluía la pena de muerte en casos de “homosexualidad agravada”. Por si fuera poco, la delegación ugandesa se encontraba en Roma participando en la 7ª Asamblea Consultiva de Parlamentarios por la Corte Penal Internacional y el Estado de Derecho, y en la Conferencia Parlamentaria Mundial sobre Derechos Humanos. Menuda ironía.
A día de hoy parece difícil que se cumplan los deseos de Kadaga de aprobar el proyecto antes de final de año, dado que su discusión ha quedado, por el momento, fuera de los órdenes del día ya programados. Un retraso que podría estar relacionada con la posición del primer ministro ugandés, Amama Mbabazi, que hace unos días se distanciaba del proyecto afirmando que no tenía mucho sentido aprobar una ley que criminalizaba lo que ya en estos momentos es ilegal.
En Uganda reina una fuerte homofobia social. Allí fue asesinado en enero de 2011 el activista gay David Kato (su asesino fue condenado a 30 años de cárcel, una de las pocas noticias positivas que nos han llegado de aquel país). Kato era uno de los 100 ciudadanos homosexuales cuyo nombre y fotografía habían sido publicados por Rolling Stone (una publicación local), acompañados de la leyenda “Hang Them” (“a la Horca”). Y en agosto de 2011, la oficina de Freedom and Roam Uganda (FARUG), entidad presidida por la activista Kasha Nabagesera, fue víctima de un asalto. Entre el material desaparecido figuraba un listado electrónico de miembros. En septiembre era encarcelado el británico David Cecil, productor de una obra teatral que denuncia la grave situación que viven las personas homosexuales en Uganda. Cecil fue liberado bajo fianza y se encuentra a la espera de juicio, que fue retrasado a enero de 2013 (podría ser condenado a dos años de cárcel).
A pesar de todo, los valientes activistas LGTB siguen al pie del cañón, como demostraron en junio, cuando miembros de Ice Breakers Uganda inauguraron en Kampala la primera clínica del país dedicada a las necesidades del colectivo, con un enfoque especial sobre VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual, o en agosto, cuando celebraron un festivo Orgullo LGTB.
Recientemente, Bajo el titular “Smoked Out” (“Al descubierto”), el tabloide amarillista ugandés Red Pepper se jactaba de haber “pillado in fraganti” al jefe de los Uganda Cranes, Chris Mubiru, sodomizando a un jugador y mostraban una foto de ambos en ese comprometido momento. En el interior, más imágenes con textos describiendo las escenas de la forma más homófoba posible, destinados claramente a incendiar la opinión pública. No se pudo identificar al joven jugador, ni pudo determinarse la validez de las imágenes que más obedecen a un burdo montaje de photoshop con el objetivo de alentar el odio hacia los gays en el país.
La organización Avaaz.org tiene en marcha una petición dirigida al presidente de Uganda, Museveni, a Rebecca Kadaga, presidenta del Parlamento, a los diputados ugandeses y a los líderes del mundo para que eviten la aprobación de este terrible proyecto. De momento ya van más de un millón de firmas y se pretenden alcanzar 1.250.000. Piden a los líderes de Uganda y a los países socios que se unan en el rechazo de la persecución y en la defensa de los valores de justicia y tolerancia. Si quieres estampar tu firma en esta iniciativa pincha sobre este enlace.
¿Cómo es posible que una institución que representa los valores del amor y la paz mundial puede bendecir a personas que fomentan el asesinato y el exterminio de otros seres humanos?.