Rosa María Payá en el listado de rehenes del castrismo
Rosa María Payá, hija del fallecido activista político y presidente del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), Oswaldo Payá Sardiñas, está teniendo dificultades para poder viajar fuera de la isla. La noticia de que se le negó este elemental derecho ha trascendido esta semana, cuando la joven intentó tramitar la documentación para asistir a un Diplomado Internacional en Teoría Política y Gestión Pública en la Universidad Miguel de Cervantes, de Chile, que tendrá lugar del 8 al 15 de enero de 2013.
Según la propia Rosa María, las autoridades de Emigración cubanas le negaron el permiso de salida sin más explicaciones, aun cuando tenía todos sus papeles en regla.
Este incómodo y denigrante silencio administrativo ha ocurrido varias veces con la reconocida bloguera independiente Yoani Sánchez, a quien tampoco la dejan salir a congresos y entrega de premios internacionales a su nombre.
Según una reforma de la ley migratoria aprobada recientemente, a partir del 14 de enero próximo los cubanos no necesitarán un permiso especial para viajar, conocido comúnmente como Carta Blanca, por lo que existe una gran expectativa para ver qué sucede a partir de esa fecha.
Rosa María Payá, a raíz de la extraña muerte de su padre en julio de este año en un accidente de tráfico, se ha manifestado abiertamente como activista en contra del régimen, a través de su cuenta de Twitter y en otras redes sociales, lo que hace sospechar que la negativa a su viaje se debe a un ajuste de cuentas oficial.
En la edición de hoy, el Nuevo Herald, diario en el español de La Florida, dice que al menos dos políticos chilenos han solicitado explicaciones al gobierno de Cuba, a través de legaciones diplomáticas. El senador y presidente de la Democracia Cristina en Chile, Ignacio Walker, y el diputado de esa agrupación, Jorge Burgos, intentaron infructuosamente entregar una carta de protesta a funcionarios de la embajada cubana en Santiago de Chile.
Ninguno fue recibido personalmente. Un empleado de la sede diplomática les dijo escuetamente que podían dejar la misiva en el buzón de correo.
“Hemos concurrido hasta la embajada cubana para entregar una carta respetuosa pidiendo que reconsideren la negativa de no dejar salir a Rosa María Payá para que venga a estudiar a Chile. Sin embargo, no hemos sido recibidos, viéndonos obligados a dejar la carta en un buzón en la calle”, dijo Walker al diario La Segunda. “Esto demuestra que no existe ni siquiera la deferencia mínima hacia un senador y un diputado de la República de recibir una carta”.
El partido oficialista chileno Renovación Nacional también se mostró en desacuerdo.
En septiembre, informa el Herald, la joven tampoco pudo viajar a Roma junto con su madre, Ofelia Acevedo. La Internacional Demócrata de Centro (IDC), una asociación de partidos políticos demócrata y cristianos de distintos países, las invitó al congreso anual de la organización. El congreso se realizó el 21 y 22 de septiembre. La cita incluía una audiencia privada con el Papa Benedicto XVI.
“¿Hasta dónde van a llevarnos (…)? ¿Acaso no nos han hecho ya suficiente?”, escribió la joven en su cuenta de Twitter.
El Movimiento Cristiano Liberación, cuyo líder fue su padre, es una organización pacífica que promueve el cambio en Cuba a partir de la reconciliación nacional.
El Proyecto Varela, también organizado por su padre, fue un proyecto de ley ideado y dirigido por el activista político cubano Oswaldo Payá en 1998, que abogaba por reformas políticas en Cuba a favor de mayores libertades individuales. El nombre del proyecto se eligió en honor a Félix Varela, un líder religioso cubano de principios del siglo XIX. El movimiento logró cierta repercusión internacional entre 2002 y 2003.
El Proyecto se basa en el artículo 88 de la constitución cubana de 1976, que permite a los ciudadanos proponer leyes si 10.000 electores registrados presentan sus firmas a favor de la propuesta.
La organización reportó haber conseguido 11.200 firmas, más del número requerido para ser considerado por la Asamblea Nacional Cubana. En el 2002, Payá presentó personalmente 11.020 firmas apoyando el Proyecto Varela a la Asamblea Nacional, y en el 2004 presentó 14.000 firmas adicionales. Sin embargo, la Asamblea Nacional rechazó el pedido.