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General: Un día como hoy 28 de enero nacé José Marti
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: cubanet201  (Mensaje original) Enviado: 28/01/2013 17:57
 
El legado de José Martí
 
Uva de Aragón

No existe una figura que gravite más en la Historia de Cuba que José Martí. La República le levantó un altar, ante el cual le rindieron culto políticos, intelectuales y artistas. El castrismo lo designó autor intelectual del asalto al cuartel Moncada, lo colocó junto a Marx, Engels y Lenin, y espulgó su obra en busca de aval, muleta y ornamento….
 
Grande también ha sido el impacto de su nombre e imagen en el ámbito de las historias de vida y la cultura popular: la verbena martiana, la canastilla martiana, la cena martiana, el busto ubicuo, el rincón martiano, el teatro Martí, la calle y parque Martí de tantos pueblos de la isla, las frases sentenciosas (al estilo de “Ser cultos para ser libres”), los versos sencillos, La niña de Guatemala, Los zapaticos de rosa, los cantos escolares (“La calle de Paula quiere florecer…”), los desfiles del 28 de enero, el billete de un peso, Santo de América, el Apóstol, el Maestro, las portadas de Bohemia y Carteles, la Fragua Martiana, La Rosa Blanca del Indio Fernández, la Plaza Cívica, “Como lo soñó Martí” en la voz de Orlando Vallejo, la Plaza de la Revolución, el serial “En silencio ha tenido que ser”, los poemas de Martí cantados por Amaury Pérez, Páginas del Diario de José Martí, de José Massip, el humor popular de “Viví en el monstruo y cómo se le extraña”, las Obras Completas en 26 volúmenes del Centro de Estudios Martianos, las jornadas martianas, El ojo del canario, de Fernando Pérez, Radio Martí… No, Martí no debió de morir.
 
Una obra literaria impresionante (novela, ensayo, poesía, oratoria, periodismo…) a sus 42 años, el Partido Revolucionario Cubano, la guerra de independencia de 1895 y una muerte heroica de cara al sol. Sin embargo, a 160 años de su nacimiento —28 de enero de 1853—, cabe preguntarse: ¿tiene vigencia su ideario, su ejemplo? ¿Nos sirve aún José Martí como inspiración? ¿Cuál sería su lugar en una Cuba democrática? ¿Cuál es, en fin, el legado de José Martí?
 
Cinco intelectuales cubanos responden a estas preguntas.
 
JOSE MARTÍ: ADELANTADO A SU TIEMPO
 
José Martí fue un hombre superior y multifacético. Profesores, periodistas, prosistas, poetas, críticos literarios, traductores y políticos por igual reclaman para sus respectivos campos su mayor grandeza.
 
Su legado más significativo, a mi juicio, es como poeta, si consideramos no solamente los versos que escribió —contribución clave al modernismo— sino su actitud vital, su capacidad de imaginar el futuro. Recordemos que en la antigüedad se denominaba a los poetas, vates, es decir, adivinadores.
 
Martí previó la necesidad de sus compatriotas de nutrirse de un mito fundacional. Cada acto de su vida y su propia muerte apuntan a la creación consciente de ese mito. Durante el último medio siglo los cubanos hemos vivido dolorosamente divididos, pero pese a lecturas contradictorias y a menudos falsificadores, todos coincidimos en honrar al Apóstol.
 
Martí supo asimismo presagiar la integridad latinoamericano, aún en formación en el siglo XXI. Su periodismo es el mejor testimonio de su creencia en un diálogo Norte-Sur. El universalismo de sus temas y su talente cosmopolita se adelantan a la globalización de la que hoy somos testigos.
 
Fue un precursor de la trascendencia de los derechos humanos, que no fueron reconocidos mundialmente hasta 1948, más de medio siglo después de su muerte. En especial, se anticipó a la necesidad de respetar a las minorías étnicas, como expresa en esta frase de su ensayo “Mi raza” de 1893: “El hombre no tiene ningún derecho especial porque pertenezca a una raza u otra: dígase hombre, y ya se dicen todos los derechos”.
 
 
A ciento sesenta años del nacimiento de Martí
 
 
Junto con los cubanos, los que en el mundo aman la libertad y la cultura le están rindiendo homenaje este 28 de enero del 2013, al eximio pensador, poeta, escritor y prócer de la independencia cubana José Martí. Naturalmente, para los cubanos es una fecha excepcional de suprema significación patriótica y cultural porque Martí está considerado, con sobrada razón, como la figura más alta de esa nacionalidad.
 
La inspiradísima obra literaria de Martí fue motivo de formidables y emocionados elogios del más grande de los nicaragüenses, de gloria universal, Rubén Rubén Darío quien en su libro de 1896 “Los Raros” le rindiera honores lamentando su muerte.
 
Martí murió en combate, en gesto heroico, el 19 de mayo de 1895, a pocos meses de iniciada la guerra, que el llamó “justa y necesaria”, que culminó con la independencia. Esa guerra concluyó en 1898 y la independencia fue proclamada el 20 de mayo de 1902. Desde 1902 hasta 1959, en medio de aciertos y errores, de virtudes y defectos, floreció una república importante en el concierto de las naciones libres del mundo.
 
Lamentablemente, en 1959, como consecuencia de numerosos errores nacionales y complicidades internacionales gravísimas, Cuba dejó de ser república soberana e independiente para convertirse en un estado vasallo de la Unión Soviética. El ideal por el cual vivió y murió José Martí sucumbió por la tiranía totalitaria de Fidel Castro, pero no se ha hundido en el mar de la conciencia de los cubanos que han amado a su patria y la siguen amando desde el destierro o dentro de ella.
  
 
 


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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: cubanet201 Enviado: 28/01/2013 18:05
 
¿Apoyaría Martí al régimen cubano?
 
Por Miriam Leiva / LA HABANA
El 160 aniversario del nacimiento de José Martí, en La Habana, el 28 de enero, se conmemora en Cuba con interpretaciones de su pensamiento y obra, según conviene a la estrategia política del momento. Entre sus pródigos escritos, contentivos de su pensamiento político y social, y con los testimonios de sus denodados empeños por lograr la independencia nacional, sobresalen los dedicados a la formación y desarrollo del Partido Revolucionario Cubano (PRC).
 
Luego de varios años de ardua labor unificadora entre los emigrados, sobre todo entre los excombatientes de las guerras por la independencia, Martí viajó de Nueva York a Cayo Hueso, donde los presidentes de las agrupaciones políticas y personalidades representativas aprobaron las Bases del Partido Revolucionario Cubano y sus Estatutos Secretos, el 5 de enero de 1892. Entre enero y abril fueron discutidos y acatados por los clubes de emigrados de las diferentes localidades, y se proclamaron el 10 de abril, en Cayo Hueso, Tampa y Nueva York.
 
Desde 1959, a los cubanos se nos ha dicho que Martí dispuso que solamente debiera existir un partido, soslayando el contexto histórico en que él gestó el PRC, cuando la frustración por la forma en que terminó la guerra de 1868-1878, las rencillas entre los jefes mambises y el desánimo entre los excombatientes y emigrados, nutrían la discordia y amenazaban con aniquilar los planes de una nueva lucha emancipadora.
 
Esas circunstancias (y el modo en que realmente las veía Martí) pueden apreciarse en muchos de sus textos. Por citar un ejemplo, en “El Tercer Año del PRC. El Alma de la Revolución y el Deber de Cuba en América”, artículo publicado en Patria, el 17 de abril de 1884, donde expresa: “Un pueblo no es la voluntad de un hombre solo, por pura que ella sea, ni el empeño pueril de realizar en una agrupación humana el ideal candoroso de un espíritu celeste, ciego graduado de la universidad bamboleante de las nubes… Un pueblo es composición de muchas voluntades, viles o puras, francas y torvas, impedidas por la timidez o precipitadas por la ignorancia. Hay que deponer mucho para atar mucho, que sacrificar mucho, que apearse de la fantasía…”
 
Uno de los mayores méritos de José Martí fue su capacidad para aunar voluntades por encima de las grandes disputas y recelos, con firmeza, y demostrando sus cualidades de organizador y estratega. Lamentablemente, una vez desembarcado en La Playita, zona oriental de Cuba, el 11 de abril de 1898, el alto mando militar no estuvo dispuesto a subordinársele -aunque sí al reconocimiento como Delegado, pues lo nombró mayor general del Ejercito Libertador-, ni aceptar la jerarquía de un gobierno en armas lastrado por las nefastas experiencias de la gran contienda anterior. Entristecido, José Martí murió en Dos Ríos el 19 de mayo.
 
Baste contrastar los siguientes conceptos martianos (aparecidos también en el artículo citado anteriormente) con lo establecido en la etapa de la revolución de 1959: “A su pueblo se ha de ajustar todo partido público, y no es la política más, o no ha de ser, que el arte de guiar, con sacrificio propio, los factores diversos u opuestos de un país de modo que, sin indebido favor a la impaciencia de unos ni negación culpable de la necesidad del orden en las sociedades –solo seguro con la abundancia del derecho- vivan sin choque, y en libertad de aspirar o de resistir, en la paz continua del derecho reconocido, los elementos varios que en la patria tienen título igual a la representación y la felicidad”.
 
Ese Martí no habría participado de la imposición en la Constitución de Cuba del Articulo 5: “El Partido Comunista de Cuba, martiano y marxista-leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines de la construcción del socialismo, y el avance hacia la sociedad comunista”.
 
Tampoco Martí habría admitido la Disposición Especial, adicionada en 2002, que fijó que: “el carácter socialista y el sistema político y social contenido en ella sean declarados irrevocables”.
 
En el 160 aniversario martiano se ejecuta la farsa de las elecciones para delegados provinciales y diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, prevista para febrero próximo. Bien se conoce que en las asambleas se aprueban las personas designadas desde el partido comunista para conformar una lista con la cantidad exacta a ser elegida, la mayoría de las cuales son miembros del mismo partido.
 
Quien fue elegido Delegado del Partido Revolucionario Cubano, el 8 de abril de 1892, para períodos anuales, y renovado en su cargo los tres años siguientes, hasta que marchara a la manigua mambisa, quedaría estupefacto ante las nominaciones y votaciones de los últimos decenios. Con su amplitud de criterios y abundante verbo, habría impedido su aprobación, y hasta hubiera escrito hoy otros artículos sobre el presidio político en Cuba. O quizás residiera aún en Nueva York.
 
CubaNet Noticias

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: cubanet201 Enviado: 28/01/2013 18:34
Bandera Animada CubaSi José Marti viviera"
 
cuba.gif CUBA image by morniagfxmonster
 
José Julián Martí Pérez el aposto de Cuba nació
en la Habana Cuba un 28 de enero de 1853 
Si José Marti viviera
escribiría un poema,
que sería el anatema
contra dictadura fiera.
 
Y la libertad él diera
al noble pueblo cubano,
prisionero del villano
de Fidel el dictador,
la huelga de hambre y el clamor,
son armas contra el tirano.
 
Cuba bella la llamaron
es del Caribe la perla,
libre quiero conocerla
de aquellos que la "apresaron".
 
Las gentes que la regaron
con los llantos y gemidos,
hoy aún son oprimidos,
son torturados y presos,
por dictador y sabuesos,
los ciudadanos cautivos.
 
No murió Orlando Zapata
lo mato la dictadura
que en Cuba ésta aún perdura
y a los disidentes mata.
 
Porque al mundo esto ya espanta
y que al amigo y hermano
del bello país cubano
el mundo debe apoyar
y la libertad lograr
para el pueblo soberano.
 
Se le murió de la pena
la esperanza del cubano,
pues la vida del tirano,
se prolonga en forma obscena.
 
No se acaba la condena
de un dictador cual Fidel ,
cree que Cuba es cuartel,
y Castro su comandante.
Mas sólo es un gran farsante,
que a su pueblo ha sido infiel.
 
Autor Roberto Santamaría
 
 
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