La salud de ser gay
Menos deprimidos, menos estresados y con mejor salud física. Así son los gays según un estudio realizado en Canadá que ha comparado la salud de personas heterosexuales, bisexuales y homosexuales. Eso sí, un requisito principal para que esto se cumpla es haber salido del armario, porque aquellas personas que por cualquier motivo ocultan sus preferencias sexuales disfrutan de peor salud, tanto psicológica como física. El estudio ha sido llevado a cabo por los neurocientíficos Robert Paul Juster, de la Universidad McGill y Sonia Lupien, del Centro para el Estudio del Estrés del Hospital de Lafontaine de la Universidad de Montreal.
El estudio partía de dos bases, la comparación entre la salud de las personas heterosexuales y las pertenecientes a minorías sexuales y entre el estado de salud de quienes están dentro del armario y quienes viven su sexualidad libremente. Para no quedarse en datos superficiales, Juster y Lupien decidieron analizar varios aspectos para obtener una imagen global de la salud de las personas. Así, el estudio analizó desde parámetros como el nivel de triglicéridos a las hormonas relacionadas con el estrés. En el estudio participaron 87 personas, 31 de las cuales pertenecían al colectivo LGBT. Catorce de ellas todavía estaban en el armario.
El resultado más sorprendente del estudio para los investigadores fue constatar que las personas del colectivo LGBT tenían mejores marcadores de salud, tanto física como mental. Esto a pesar de que la teoría que impera generalmente establece que las minorías de cualquier tipo suelen presentar un peor estado de salud, debido a la presión por culpa de la discriminación que sufren. Como posible explicación, Juster Lupien señalan que precisamente el hecho de haber vencido una situación social adversa hace que los gays estén mejor preparados mentalmente para superar las adversidades. Al tiempo que aventuran que es posible que los gays cuiden más de su cuerpo que los heterosexuales y tiendan a llevar un estilo de vida más saludable. También, de manera parecida a los resultados de otros estudios, los investigadores concluyeron que mantener ocultas las preferencias sexuales conlleva daños mentales, relacionados con la depresión y con niveles mayores de estrés. Ambos advierten en sus conclusiones de que acabar con la discriminación hacia el colectivo LGBT es una cuestión de salud.