Hoy les traigo una historia que ocurrió hace casi doscientos años, sin embargo, aún sigue siendo de gran actualidad a nivel global.
Enriqueta Favez, la primera mujer que ejerció la Medicina en Cuba vestida de hombre. Alguien que transgredió todas las barreras posibles de las discriminaciones pues fue guerrera, médica, viajera y lesbiana.
Siempre vestida de hombre, ocultando su verdadero sexo y en franco desafío al status quo de la época, Enriqueta Favez ejerció la medicina en Cuba y llegó a casarse con una muchacha local, Juana de León, hasta que fue llevada a juicio y sometida a un examen físico que confirmó la gran sospecha: era una mujer.
Por andar vestida de hombre es el título de la más reciente publicación del historiador cubano y profesor de la Universidad de La Habana, Dr. Julio César González Pagés, quien por más de una década siguió los pasos de la polémica mujer, motivado por su deseo de reivindicar la verdadera historia que marcó el curso y las acciones de la médico travestida.
La vida de Favez, nacida en Suiza en 1791, fue intensa y fascinante, y aunque físicamente nació mujer se auto-identificó y vivió como hombre.
Luego de quedar viuda a los 18 años de edad y contando con el apoyo de un familiar, se vistió de hombre y se recibió de “médico”; se enroló en el ejército napoleónico; emigró a América; ejerció su profesión en Cuba; se enamoró y casó con una cubana, Juana de León, en abierto desafío a la Iglesia Católica; y se enfrentó a las autoridades coloniales al ser procesada hasta que fue expulsada de la Isla.
Su pecado consistió en ocultar su verdadero sexo, imponiéndose ante los códigos epocales que limitaban el papel de la mujer a su condición de traer hijos al mundo y al ámbito doméstico.
Algunas consideraciones y valoraciones en torno a esta nueva entrega del autor de Macho Varón Masculino fueron obtenidas por Cubanow durante la presentación del texto, a cargo de la Editorial de la Mujer, en la capital cubana. Durante el encuentro el Dr. González Pagés expresó:
“Esta ciudad expulsó a Favez al ser ella una mujer diferente. Fue una mujer muy única de la que se habla poco. Inmigrante, ejerciendo una profesión negada a las mujeres y lesbiana; estos eran elementos suficientes para condenarla en aquella época. No obstante, no tenían cómo juzgarla, no había una legislación en la Cuba colonial que contemplara este caso y en el expediente que se encuentra en el Archivo Nacional de Cuba figura que la enjuiciaron ‘por andar vestida de hombre’, por eso el libro se llama así. En un momento determinado Enriqueta reconoce en el juicio que es mujer, pero a pesar de ello la morbosidad de la época hace que la conduzcan a que unos médicos la verifiquen.
”Esta mujer merecía una historia sobre su vida tal como ella la vivió. Por eso estuvimos en su casa en Suiza; la casa existe. Estamos empeñados en que sea un personaje de la historia de ese país. Queremos que cuando Suiza hable de Guillermo Tell hable también de Enriqueta Favez. Y es que ella es realmente la Juana de Arco suiza, una mujer que atravesó más de doce países, vestida de hombre; combatió con el ejército de Napoleón, en Rusia, en Alemania, en España; vestida de hombre estudió medicina en la ciudad de la Sorbona en París; estuvo en Guadalupe, en Cuba, y fue cirujana.
”En las primeras décadas del siglo XIX, existían en Cuba, en la zona oriental, solamente tres médicos y Favez era la única ‘cirujano’ y todo el mundo quería atenderse con ‘ella’ o ‘él’. Atendía a las personas que no tenían recursos, atendió a la población negra. Realmente fue una mujer muy trasgresora en todo lo que hizo y por eso creo que era importante el rescate, el recorrido por su historia.
”El libro para mí es importante porque, a su vez, es un intento de revertir el conocimiento de la Historia. Tradicionalmente hemos impartido una Historia de hombres; los libros que tenemos sobre mujeres no los damos dentro de esta disciplina. Si no cambiamos la concepción de la Historia y ponemos dentro de ella a mujeres como esta, estoy seguro de que pocas personas van a revertir esta manera de acercarnos al pasado.
”Creo que es muy difícil ser mujer todo el tiempo en una sociedad machista y nuestra sociedad sigue teniendo muchos rezagos machistas, por eso todas las personas que creemos en estos temas estamos unidos en una cruzada contra el machismo que no es solamente un slogan. Si realmente queremos ser una sociedad del futuro y sostenible tenemos que cambiar muchos de nuestros preceptos, que están en la literatura, en la ciencia, en la calle y en casi todos los sitios donde las personas que piensan diferente son mirados con sutileza, sutilezas que también ponen en el límite a los hombres cuando no usan solo vestuario de hombres; también sucede al revés.
”Nos tiene que servir para mucho el pasado. Mas allá de la Historia que estamos construyendo, siempre estamos repitiendo los errores del pasado. En la actualidad el derecho al que aspiraba Enriqueta Favez, que es el derecho al enlace matrimonial entre las parejas de un mismo sexo, no está institucionalizado en Cuba.
”Me encantaría que el libro sirviera también para visualizar todo este tipo de cuestiones no superadas, porque hay veces en que pensamos que son cosas del pasado y nos sentimos superiores en la época contemporánea; por eso espero que el libro sea del disfrute de los lectores.”
El autor de Por andar vestida de hombre confesó asimismo que existe un proyecto cinematográfico sobre la vida de la médica suiza, basado en el libro. De forma similar, la compañía de la notable bailarina cubana de danza española Irene Rodríguez creará una pieza con este argumento. “Con ella espero que Enriqueta Favez esté en el Gran Teatro de La Habana visualizada desde la danza”, apuntó Pagés.
De esta figura casi nada sobrevive, ni siquiera su cadáver....
Enriqueta Favez murió en 1856 en Nueva Orleans, a los 65 años. El huracán Katrina hizo el mismo recorrido de Favez por el Caribe y finalmente se llevó la tumba donde reposaba sus restos, pero antes había sido visitada por el autor. En su casa natal de la ciudad suiza de Lausana no hay ni una tarja que la recuerde. Ni allí ni en ninguno de los tantos lugares por los que pasó alguna vez.