Algunos miembros recogieron firmas para que se levante el veto
DMC es homosexual. Pero también se considera miembro de los boy scouts, a pesar de que ya no forma parte de la organización. "Si eres un scout, siempre lo vas a ser" dice, sin disimular su orgullo, este estadounidense de 24 años. Él llegó a ser 'Eagle scout', que es una especie de 'general' de los boy scouts: un cargo de responsabilidad al que solo se llega tras cumplir una serie de misiones, entre ellas prestar servicios comunitarios. "Un Eagle Scout es un mentor, un guía y una referencia al resto de la tropa", explica.
Sin embargo, él tuvo que ocultar su orientación sexual para llegar a ser ese modelo. Porque los boy scouts estadounidenses prohíben explícitamente la entrada en la organización de gays y lesbianas. Es algo importante en un país en el que los boy scout son parte de la cultura nacional.
Con 2,7 millones de miembros, a los que hay que añadir otro millón de adultos que colaboran voluntariamente, la organización tiene un patronato entre cuyos miembros están, por ejemplo, el consejero delegado de la segunda mayor telefónica del país, AT&T; el de la consultora Ernst & Young. Pero ambos directivos han pedido que se levante la prohibición a los jóvenes homosexuales de entrar en la organización.
La aceptación o no de los homosexuales en los boy scouts está provocando un debate agónico en la organización. En 2010, el Tribunal Supremo dio la razón a los boy scouts en la disputa. Ahora, el debate está abierto de nuevo. Se suponía que el mes pasado los boy scouts de América (ése es su nombre oficial) iban a tomar una decisión. Pero todo quedó en una confusa excusa, en virtud de la cual el tema no se replanteará hasta mayo.
Tampoco está claro si el veto se mantendrá, se eliminará o si se dejará a cada organización local de los boy scouts decidir. Mientras tanto, los boy scouts están empezando a ser objeto de boicots de artistas que hasta ahora les habían apoyado, como la cantante Carly Jae, que ha cancelado un concierto que tenía previsto en una reunión de boy scouts en julio como protesta por la prohibición de entrada a los homosexuales. El grupo 'Train' también está estudiando una acción similar.
Pregunta: ¿Qué opina del actual debate en los Boy Scouts de América acerca del levantamiento de la prohibición a los homosexuales de ser miembros de la organización?
Respuesta: La verdad es que creo que, si eliminan la prohibición, los Boy Scouts darán un paso que ya deberían tomado hace tiempo. Gran parte de las enseñanzas de la organización se basan en la diversidad y en la fortaleza de cada uno de los miembros y cómo eso redunda en el conjunto del grupo. Pertenecer a una organización que valora eso y en la que al mismo tiempo uno puede ser considerado como una persona ajena a ella por su orientación sexual no solo es discriminatorio, sino completamente contradictorio con su mensaje.
Ser homosexual es uno de los componentes más importantes de mi identidad personal y pertenecer a un grupo que apoya la autoestima y, al mismo tiempo, me obliga a mantener oculta esa parte de mi ser disminuye parte del efecto positivo que los Boy Scouts tienen en mí. En definitiva, creo que es un cambio importante y estoy contento de que parezca que esta vez se va a producir.
P.: ¿Le dijo usted a alguien de los Boy Scouts su verdadera orientación sexual? ¿Tuvo que disimularla? ¿Cree que podría haberse metido en problemas de haber hablad abiertamente de su homosexualidad?
R.: Nunca lo mencioné a nadie en los Boy Scouts, ni a los líderes ni a mis compañeros. Por supuesto que conocía la prohibición, así que no quería problemas. Claro que, al mismo tiempo, mee parece que [mi homosexualidad] estaba bastante clara para los que me rodeaban. Mi idea es que todos estábamos muy unidos, al menos en mi ‘tropa’, así que no habría sido ningún problema si alguien se hubiera enterado.
Es más: creo que mi orientación sexual era el secreto peor guardado en el grupo, y dudo que hubiera sido castigado de haberla hecho pública. Los Boy Scouts se basan en los llamados ‘valores tradicionales’, pero la gente que conocí allí era extremadamente diversa y abierta de mente. Aunque no hablé de ello, nunca traté de ocultar mi personalidad o mi comportamiento. Yo era ‘yo mismo’ cuando estaba con mis amigos y líderes.
P.: ¿Durante cuánto tiempo estuvo usted en los Scouts?
R.: Oficialmente, durante 10 años. Pero yo creo que nunca dejas de ser un Boy Scout. Los valores y las lecciones que aprendes te acompañan en la vida adulta. Dejé de estar involucrado de forma activa en la organización a los 18 años. Desde los 14 hasta los 18 estuve en los Venturing Scouts (‘Scouts Aventureros’), que es una organización que forma parte de los Boy Scouts, pero en la que hay chicas y se centra más en actividades de aventura. Allí tenía algunos de mis mejores amigos—chicos y chicas—y la presión de ser homosexual desapareció. Aunque no se lo dije a nadie, parte de la presión [por mi orientación sexual] se fue a medida que el grupo se hacía más diverso. Aún así, no se lo dije a nadie. Dejé de estar involucrado activamente en los Boy Scouts al entrar en la Universidad, más que nada porque tenía poco tiempo libre.