Primer día de debate
Supremo se muestra cauto sobre bodas gay pero cuestiona a detractores
La mayoría de los estadounidenses aseguran tener un amigo o un familiar cercano gay

Concentración multitudinaria ante el Supremo estadounidense en favor del matrimonio homosexualde
EFE / Washington --
Los nueve jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos cuestionaron el martes algunos argumentos de los defensores de la Propuesta 8, la enmienda que prohibió los matrimonios gay en California, pero se mostraron cautos y divididos ante el papel que la máxima instancia judicial debe tener en el caso.
El juez Anthony Kennedy, magistrado conservador que ha defendido en ocasiones los derechos de los gays, llegó a cuestionar durante la audiencia si el Supremo hizo bien en aceptar el caso, que se refiere a una medida aprobada en referéndum en el 2008 que ilegalizó las bodas gay poco después de que California reconociera ese derecho.
No obstante, los jueces hicieron un arduo cuestionario a Charles Cooper, abogado de los defensores de la Propuesta 8, a quien Kennedy recordó que hay aproximadamente 40,000 niños adoptados o concebidos por parejas homosexuales sólo en California, que “quieren que sus padres tengan un reconocimiento completo” de su unión.
“Sus voces son importantes, ¿o no?”, cuestionó.
No obstante, Kennedy reconoció que es difícil determinar cuáles son las consecuencias para la sociedad de permitir el matrimonio gay, una experiencia históricamente reciente.
Cooper instó a los jueces a no mediar en “un asunto tan difícil” y permitir que sean los votantes de los estados quienes decidan si desean aprobar o no el matrimonio gay.
Otros magistrados cuestionaron la noción de que la procreación sea la clave para definir el matrimonio, dado que hay “muchas parejas que se casan y no tienen hijos”, en palabras del juez Stephen Breyer.
La jueza Sonia Sotomayor preguntó, por su parte, qué “daño” han sufrido quienes defienden la Propuesta 8, a lo que Cooper replicó que se trata más bien de un “daño al Estado”.
En el turno del abogado que defiende la inconstitucionalidad de la enmienda, Ted Olson, los magistrados revelaron sus dudas y divisiones respecto al asunto del matrimonio homosexual.
El juez conservador John Roberts dudó que la prohibición de las bodas gay sea una afrenta contra la igualdad de los homosexuales, mientras que Sotomayor preguntó si el asunto puede ser comparable a las situaciones de incesto o poligamia.
Se espera que la máxima corte decida sobre el caso en junio. En caso de que declare inconstitucional la Propuesta 8, el matrimonio gay volverá a ser legal en California.
Los jueces también podrían decidir que su veredicto no se limite a California, sino que se extienda también a todos los estatutos y enmiendas constitucionales estatales que prohíben el matrimonio gay.
Treinta estados prohíben cualquier tipo de enlace entre personas del mismo sexo, y otros ocho prohíben de forma explícita el matrimonio gay pero permiten otras uniones civiles entre homosexuales.
Otra opción es que decidan que su veredicto se aplica solo a California y a los otros siete estados que permiten algún tipo de unión civil entre parejas homosexuales -Delaware, Hawai, Illinois, Nueva Jersey, Rhode Island, Nevada y Oregon, a los que se sumará Colorado en mayo-, y a los que podría forzar a calificar esas uniones como matrimonio.
El Supremo se dedicará el miércoles al otro caso relacionado con las bodas gay, el que reta la Ley de Defensa del Matrimonio, que define el matrimonio como la “unión entre un hombre y una mujer” e impide, por tanto, que los homosexuales casados en los nueve estados donde es legal logren reconocimiento y beneficios fiscales a nivel federal.
La Corte Suprema de EEUU se muestra muy dividida ante el matrimonio homosexual
Los nueve jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos se han mostrado este martes muy divididos en la audiencia sobre el primer caso de los dos que atienden esta semana relacionados con el matrimonio homosexual: el de la ley de California que los prohíbe.
Los abogados que se oponen al matrimonio gay y que tratan de mantener la prohibición (conocida como 'Proposition 8') afrontaron duras preguntas sobre su derecho a siquiera defender una medida ante los tribunales, ya que las autoridades estatales de California se negaron a hacerlo.
Los jueces más liberales también pusieron en duda la afirmación de que el matrimonio homosexual es diferente del heterosexual debido a que no puede resultar en un hijo biológico.
El juez Anthony Kennedy, considerado un voto bisagra clave en la Corte, manifestó su preocupación por que no existan suficientes pruebas aún para tomar una decisión sobre el permitirle o no a las parejas homosexuales contraer matrimonio y parecía incómodo con la posibilidad de que el tribunal se adentre en "aguas desconocidas", dijo.
Los que se oponen al matrimonio homosexual y luchan por que la 'Proposition 8' se mantenga argumentaron que se debería dejar que los 50 estados del país establezcan sus propias leyes sobre el matrimonio.
Su abogado, Charles Cooper, afirmó además que la definición tradicional del matrimonio existe para proteger a los niños que podrían nacer de una relación de este tipo, por lo que "parejas del mismo sexo y de sexos opuestos no están en la misma situación".
El otro punto de vista
Entretanto, el principal argumento de los defensores de que la unión de las parejas del mismo sexo obtenga el mismo reconocimiento -y derechos- que las heterosexuales dijeron a la Corte Suprema que el matrimonio es un "derecho personal" que debe ser ampliado a parejas homosexuales.
El abogado Ted Olson afirmó que la "Proposition 8" viola la Constitución estadounidense porque "separa a gays y lesbianas del matrimonio" por su orientación sexual.
En declaraciones posteriores a la audiencia, frente a la Corte Suprema, miembros del equipo que acudió a presentar los argumentos en defensa del matrimonio entre personas del mismo sexo agradecieron ante las cámaras la oportunidad que la audiencia de este martes proporcionaba de "por primera vez poner los focos de atención en el lado humano" de la disputa legal.
El caso Edith Windsor
Además de la controvertida 'Proposition 8' presentada hoy, los jueces del máximo tribunal estadounidense deberán escuchar el miércoles un caso relacionado con una ley federal, el Acta de Defensa del Matrimonio (DOMA, por sus siglas en inglés), que prohíbe al gobierno federal el reconocimiento de matrimonios homosexuales -y por tanto garantizarles los mismos beneficios- incluso si éstos son legales según las leyes de los estados.
Se trata del caso de Estados Unidos contra Edith Windsor, una mujer de 83 años de Manhattan, Nueva York, cuya pareja durante 40 años y esposa legal durante seis -se casaron en 2007 en Canadá- murió en 2009.
Por ser una pareja homosexual, es decir, no reconocida a nivel federal, Windsor tuvo que abonar más de 360.000 dólares (277.000 euros) en impuestos de herencia, algo que no habría sido necesario de haber estado casada con un hombre. Este caso, de impuestos, es el que ha convertido ahora a esta anciana en una de las abanderadas del movimiento por los derechos de los homosexuales con su campaña contra el DOMA.
Las opciones
Los defensores del matrimonio gay esperan que los nueve jueces de la Corte Suprema determinen que el matrimonio entre parejas del mismo sexo está protegido bajo la Constitución estadounidense, por lo que revertirán las actuales prohibiciones de las uniones homosexuales. Sus oponentes por el contrario quieren que la Corte proteja la definición tradicional del matrimonio como una unión entre un hombre y una mujer.
Con todo, el alto tribunal podría eludir el tema de fondo y centrarse meramente en cuestiones jurisdiccionales, según expertos.
Las parejas homosexuales que quieren contraer matrimonio en Estados Unidos afrontan en la actualidad un entramado de leyes estatales que hacen que sus opciones difieran mucho dependiendo de dónde vivan. Sólo nueve estados, más el Distrito de Columbia donde se ubica la capital, Washington, permiten en la actualidad el matrimonio gay, si bien éste no es reconocido a nivel federal, el problema de fondo que llega ahora a la Corte Suprema. Además, 38 estados prohíben este tipo de uniones.
El caso ha despertado una gran atención mediática y popular. Cientos de defensores y opositores al matrimonio gay se concentraron ante la sede de la Corte Suprema en Washington, donde además en los últimos días se habían formado largas colas -pese a las invernales temperaturas- con personas ansiosas por asegurarse un puesto dentro de la sala que podría tomar una decisión histórica.