Televisión Digital, ¿estrategia de aislamiento?
Por Aleaga Pesant / CubaNet
Envuelta en “celofán”, los funcionarios del gobierno presentaron al público la idea de que la utilización del sistema DMB-T/H, de Televisión Digital Terrestre (aérea,TDT), de tecnología china, sería una gratificación para los cubanos.
La información se presentó el miércoles 29 de mayo, en el programa televisivo Mesa Redonda, del Canal Cubavisión. Un grupo de funcionarios del primer nivel en la aplicación de esta tecnología, expuso el punto de vista oficial sobre el tema. En orden de aparición, estuvieron Grissel Pérez, jefe de dirección del Ministerio de Comunicaciones, Glauco Guillén, Director del Instituto de investigaciones de las Telecomunicaciones, Eusebio Granier, Director técnico del ICRT y Justo Moreno, Director de Radiocuba.
Argumentaron a favor del uso de este sistema, por ser más confiable y mejor –según ellos- para nuestras condiciones. Dijeron, además, que el gobierno chino permitiría a profesionales cubanos del sector participar en el desarrollo de esa tecnología, incluyendo el entrenamiento en el país asiático, y el envío a Cuba de personal especializado. Mientras tanto, el gobierno cubano y el Instituto Cubano de Radio y televisión (ICRT), no pagarían Derechos de Propiedad Intelectual por la aplicación de esta tecnología, lo que parece ser la razón relevante para un gobierno que, como dice el pueblo, ahorra centavos y dilapida pesos.
Según los informadores, los estudios para la instalación de la TDT llevan más de diez años, y se deben acoplar las potencialidades de más de 30 telecentros en el momento de establecerse definitivamente. Dijeron que los tiempos de instalación del sistema y aplicación del “apagón analógico” estarán completados dentro de ocho años, o sea, para el año 2021. También existirán para esa fecha, según sus pronósticos, ocho canales digitales, pues en el período de prueba entrarán tres nuevos canales temáticos. Ellos se conformarán según la opinión de los televidentes, a través de encuestas en el terreno.
Los especialistas disertaron sobre los mecanismos para la instalación de los nuevos receptores de TDT, y sobre la forma en que se aplicará la “transición tecnológica”, de la televisión analógica a la digital. A nivel internacional –argumentaron-, se aplican tres formas de apagón, el total, por regiones y con subsidios. O la mezcla indistinta de ellos. Estas acciones se relacionan directamente con la disponibilidad financiera de los operadores, en este caso el Estado, y la capacidad del público de actualizarse tecnológicamente. Es en este tema donde la Isla puede tener las mayores dificultades.
En los hogares cubanos existen televisores de muy vieja tecnología (soviéticos y cubanos), de la década del 80. También hay otros más avanzados, que entraron en la década del 90, sobre todo de producción asiática, pero aun analógicos, y algunos de tecnología digital. Pero para cambiar el equipamiento, existe insuficiencia financiera, pues aun la población lleva la deuda por haber adquirido, hace menos de diez años, los televisores Panda y Atec- Panda, de tecnología china, durante la llamada “revolución energética”.
Sin embargo, el problema mayor es entronizar la tecnología MDB-T/H, pues se deberán adquirir nuevos televisores que acepten solo ese sistema. Por lo que además de usar una norma tecnológica singular, también deberemos adquirir los equipos en China, lo que crearía nuevamente una dependencia tecnológica. O por otra parte, tendríamos que adquirirlos multisistemas, para permitir captar otras señales del área (Estados Unidos, México, Venezuela, Colombia). Pero eso sería una inversión aún superior y, por lo pronto, no recomendable
Los especialistas reunidos omitieron que Cuba es el único país del hemisferio en utilizar la norma china. Eso nos aislaría, regionalmente, del sistema de señales digitales, al no poder obtener señales de televisoras cercanas, por solo poner ejemplos en un continente donde únicamente cinco países no han digitalizado su televisión. Ellos son Bolivia, Paraguay, Guyana, Surinam y Costa Rica.
Los países que ya aplicaron la TDT, se sumaron, en su mayoría, a la norma japonesa ISDB, en su versión brasilera ISDB-tb, mientras norte y Centroamérica utilizan la norma ATSC, sin lugar a dudas la más cercana a la Isla. Por su parte, Uruguay, Colombia, Guyana Francesa y Panamá, se suscribieron a la tecnología europea DVB-T, que también se usa en países africanos y del medio oriente.
La aplicación en solitario del gobierno cubano de la norma DMB-T/H, nos aísla tecnológicamente del hemisferio. Es otra forma de mantener al país fuera de la integración regional y de la pluralidad de información. Y en específico fuera del área de influencia de los Estados Unidos, de donde vendrían, a través de la comunidad cubana, cientos o miles de esos televisores digitales, llegado el momento.
Por cierto, sobre la Televisión Digital por Cable, no se habló ni una palabra
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