Entre la espada y la pared
El movimiento gay cubano será una fotocopia política de viejas organizaciones castristas
si no encuentra un proyecto alternativo y viable, alejado del CENESEX de Mariela Castro.
Mariela Castro durante un evento organizado por el CENESEX.
Julio César Álvarez | La Habana |
El movimiento gay cubano será una fotocopia política de viejas organizaciones revolucionarias, como la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), o los Comité de Defensa de la Revolución (CDR), si antes no encuentra un proyecto alternativo y viable que no sea solamente el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX).
A lo largo de casi todo el mes de mayo se celebró la VI jornada contra la homofobia. Los homosexuales desfilaron nuevamente. Bailaron conga por la céntrica calle 23, celebraron gala en el teatro Karl Marx y les cedieron un espacio en la televisión. Fue la jornada más mediática de cuantas se han realizado.
A semejanza de la conmemoración por el 26 de julio, por los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, se elige también desde hace seis años una sede provincial para los festejos por el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia.
Algunos critican que los desfiles de los homosexuales ya tienen el mismo formato que cualquier otro desfile político convocado por el Gobierno. Ya constituye un patrón en esos desfiles los carteles y consignas en apoyo a agendas gubernamentales, como el que exige la liberación de los cinco espías cubanos presos en EEUU.
La conocida y lapidaria frase de Fidel Castro, "dentro de la revolución todo, fuera de la revolución nada", continúa siendo una guía inviolable para el Gobierno. Por eso, a proyectos que se distancian de la ideología comunista, como el de lesbianas, gay, bisexuales, transexuales (LGBT), se les acusa de estar financiados por Estados Unidos. No cuentan con la protección del Estado. Son muy vulnerables.
Pupy, un homosexual que labora como enfermero en el hospital Calixto García, ve este asunto, según él, desde un ángulo práctico. "Mira, periodista, a la gente en Cuba no le gustan los maricones. No tenemos quien nos defienda. Mariela es una protectora poderosa. La única que tenemos. Si gritar consignas revolucionarias es el precio de esa protección, para mí está bien. ¿Acaso no es eso lo mismo que ha hecho el pueblo de Cuba durante más de cincuenta años por sus propios motivos?"
Otros objetan a Mariela Castro como la representante del Gobierno en la defensa del movimiento gay cubano. Su padre, Raúl Castro, fue en su momento el promotor de las detenciones e internamiento de los gay en los campos de trabajo forzados llamados eufemísticamente Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP).
Para Yosvany, un homosexual que ha participado en las seis jornadas contra la homofobia, y que perteneció a un grupo de las redes sociales del CENESEX, ese argumento es irrelevante. Afirma conocer bien la historia de las persecuciones contra los homosexuales. Considera que, en lo referente al tema, ningún gobierno del mundo está en condiciones de lanzar la primera piedra contra otro. Todos han pecado contra los homosexuales.
"Lo que descalifica a Mariela Castro para estar al frente de esta cruzada contra la homofobia no es ser hija de su padre, sino tener su misma agenda política. Nosotros, los homosexuales, estamos contra la espada y la pared. El pueblo cubano, como muchos otros, aún no está preparado para aceptarnos. Es el Gobierno, no la sociedad, el que con su apoyo nos ha dado un espacio. Pero en el sistema político cubano eso tiene un precio: el apoyo incondicional de los homosexuales a su agenda política", asegura Yosvany.
Sabe que el Gobierno les recordará en todo momento que gracias a la revolución tienen lo que tienen, y han llegado a donde han llegado.
"Es algo con lo que tenemos que lidiar. Si ya hay alguien con una solución viable a este dilema cubano, por favor que nos la haga llegar", concluye Yosvany.
Cuba, fuera de los Outgames porque a Mariela Castro no la dejan ser copresidenta de derechos humanos
'Cómo voy a ser discriminada por mis ideas políticas yo, que soy una luchadora por la inclusión de todos los seres La sexóloga Mariela Castro Espín, hija del general Raúl Castro, dijo que en respuesta a una decisión en su contra de los organizadores de los Juegos Internacionales de Homosexuales (World Outgames), que se realizarán en Amberes, Bélgica, la delegación cubana no asistirá, informa el diario deportivo mexicano Esto.
Los juegos comenzarán el 31 de julio próximo. Era la primera vez que la Isla participaba en este tipo de eventos.
En declaraciones a Esto, Castro Espín dijo que los responsables de los Outgames —a los cuales la hija de Raúl Castro había asistido como conferencista en ediciones anteriores— le retiraron una invitación para ser copresidenta del capítulo de derechos humanos.
Se trató, "a todas luces" de "alguna presión política foránea, parece que holandesa o de Miami", dijo la sexóloga. "De repente me comunicaron que no lo fuera y que nada más participara como ponente".
Opinó que "hubo atravesamientos políticos hostiles a Cuba, cosa que nunca había pasado", por lo que autoridades deportivas de la Isla declinaron participar.
"Cómo yo voy a ser discriminada por mis ideas políticas; yo, que soy una luchadora por los derechos humanos y por la inclusión de todos los seres humanos", se quejó Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) y diputada.
La hija de Raúl Castro hizo sus declaraciones durante el I Festival Deportivo contra la Homofobia, el sábado, en la Ciudad Deportiva de La Habana, donde casi un centenar de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales compitieron en varias disciplinas.
Estuvo acompañada por el presidente del INDER, Christian Jiménez, y el bicampeón olímpico de Montreal-76, Alberto Juantorena.
La sexóloga dijo que el Gobierno belga "para nada" tuvo que ver en lo que calificó de "manipulación política".
Informó además que el debut de Cuba en juegos mundiales de este perfil quedó postergado para 2014. La Isla asistirá entonces a unos "Gaysgames", en una ciudad de Estados Unidos que no precisó.
"Ya el INDER está participando con nosotros en la organización de la delegación cubana desde el punto de vista técnico", dijo.
Interrogada sobre la práctica en Cuba del boxeo femenino, modalidad olímpica desde Londres, pero que las autoridades deportivas de la Isla han considerado hasta el momento "inapropiado", Castro Espín evitó pronunciarse.
"Yo sinceramente te digo: los deportes que pueden dañar a las personas no me gustan. Yo no disfruto el deporte donde las gentes se pegan, ni el boxeo, ni el taekwondo, ninguno de ese tipo. No me gustan ni para los hombres ni para las mujeres. Así que ahí soy antideportiva, lo siento", se limitó a decir la directora del CENESEX, que también se presenta como una defensora de la igualdad de la mujer.
humanos', se queja la hija de Raúl Castro.
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