POR DANIEL LOZANO / ESPECIAL PARA Diario Las Americas “Estoy renaciendo en una nueva vida, plena, feliz, para vivir viviendo con la patria bonita, con la patria nueva”. Hasta en el cielo dibujado por el chavismo, Hugo Chávez repite las mismas consignas que en la tierra. Así lo demuestra la nueva serie animada que emite el principal canal público, Venezolana de Televisión (VTV), una continuación de los ya exhibidos tras la muerte del “comandante perpetuo”.
El serial, titulado “Chávez nuestro que estás en los cielos”, repite ideas y personajes, con un acento bolivariano más marcado. Incluso el tránsito entre la vida y la muerte lo realiza en un Metrocable, en el que se exhibe la palabra amor. En esta ocasión el encargado de recibir al líder bolivariano, con un abrazo, es Simón Bolívar. En la primera animación, era la abuela Rosinés, quien le cuidó durante su infancia en Sabaneta.
Tampoco falta la música llanera, la preferida por el mandatario fallecido, que anima la jornada en un cielo que parece el camarote de los hermanos Marx: Bolívar, Salvador Allende, Néstor Kirchner, el Che Guevara, José Martí, Manuela Sainz, Emiliano Zapata, el cantante revolucionario Alí Primera, el jefe indígena Guaicaipuro, el rebelde Negro Primero…
Tras la bienvenida, el ritmo lo marca “Patria Querida”, el himno de la 414 de los Blindados Bravos de Apure, convertido en el favorito del chavismo después de que Chávez lo entonara antes de partir a La Habana en diciembre para operarse por última vez. Tan pegadiza música precede a una serie de frases históricas entonadas por el mandatario a lo largo de su carrera. La más conocida, la famosa “¡Huele a azufre!”, con la que Chávez comparó en 2006 al expresidente George Bush con el diablo en la sede de Naciones Unidas.
Consignas como “Eres un burro, Mr. Danger”, “Imperio Yanki, ¡go home!”, “el pueblo unido por su fuerza indestructible” o “Venezuela independiente” que consiguen, gracias al empuje del líder revolucionario, expulsar del cielo al Tío Sam. Quien también tiene su hueco en la gloria bolivariana es Nicolás Maduro, que aparece conduciendo el “autobús de la Revolución”.
“El gobierno de Maduro capitaliza la memoria del líder fallecido sin ocuparse mucho de sus propias debilidades, tal como si el recuerdo fuera una garantía de vigencia política perpetua. No sé si el gobierno logrará con esto más de que lo Chávez ya cosechó por sí mismo”, resume el escritor Leopoldo Tablante. “Desde que la Revolución bolivariana comenzó, una de las grandes obsesiones de los chavistas ha sido reclamar como patrimonios intangibles a cuanto héroe de casaca y charretera pueda desempolvar”, añade.
Incluso desde antes de su muerte el 5 de marzo, el aparato ideológico del chavismo profundizó sin disimulo en la conexión de Chávez con las clases populares para convertirlo en un mito religioso. “Afiches, dibujos animados o cualquier otra es parte de los intentos por tratar de mantener ese imaginario religioso que se creó con fines políticos y que suponen un uso político de lo religioso con fines electorales y de sostenimiento en el poder. Sin embargo, también es instrumentalizar al difunto y hacer uso de su imagen de forma degradante, muy a pesar de lo que tal vez él hubiera querido”, asevera el teólogo venezolano Rafael Luciani.
En un país sincrético donde se reza a los muertos, la apuesta gubernamental lucía acertada electoralmente. El paso del tiempo lo ha relativizado. Han transcurrido 99 días, pero Venezuela parece otro país. “Estas iniciativas terminan siempre en una suerte de ridiculización de estas figuras políticas y, poco a poco, van generando un rechazo por parte de los seguidores que tuvo ese líder, hacia quienes las crearon y llevan a cabo actualmente”, remacha Luciani, en estos momentos en la Universidad Gregoriana de Roma.
La serie animada de Barriotv ha tomado por sorpresa a los usuarios de VTV, pero todo tiene su explicación. “Se me hace una especie de respuesta votiva a La Isla Presidencial, que la oposición comenzó a sacar en 2009”, estima Tablante.
Esta sátira política, creada por Juan Andrés Ravell y Oswaldo Grazini, ha atraído en youtube a miles de seguidores, gracias a las aventuras de los líderes latinoamericanos en una isla desierta en la que no falta Chávez, incluso muerto. De hecho, en los últimos episodios se convierte en el mesías del resto de los mandatarios, al que veneran hasta que se dan cuenta que es un robot. Puro sarcasmo.