Dueña de la escena
Con 60 años de trayectoria, aún cuenta con el respeto del público
Por Patricia Vargas CASIANO /
Artista desde niña, su fama como vedette y su belleza llevó a Flor de Loto de la Rúa De la Peña a ser primera figura del Casino Parisien del Hotel Nacional, a los 18 años, en su natal Cuba.
En 60 años de trayectoria artística ha trabajado en países como Brasil, donde vivió cinco años; México, Venezuela, Estados Unidos y República Dominicana, hasta llegar a Puerto Rico en los años 70, cuando su carrera tomó otro giro. Fue aquí donde incursionó en la actuación y donde se produjo su primer disco, “Adultos”, para el sello Hit Parade.
De su vida privada habla poco. Por eso ‘Desnudando el alma’, tema incluido en su nuevo disco con igual título, le ha servido para hacer una introspección para redescubrirse y liberarse de prejuicios que le han hecho sufrir y que aquí confiesa.
“Después que uno ha pasado por tantas experiencias emocionales durante toda la vida, lo que quiere es liberar el alma, porque como dice la letra de la canción de Lydia Rosa Hernández, ‘al alma le crecen alas’ y es la única manera de echar a volar y dejar atrás lo que le te ha hecho sufrir. Descubrí las fallas que tengo, pero ahora que soy libre y he llegado a una edad en que puedo ponerme mis propias metas, creo que es el momento de liberarme completamente de muchos prejuicios”.
¿De qué prejuicios hablas?
Por ejemplo, uno siempre está expuesto a la crítica, con quién estás, por qué no tienes familia, y esos prejuicios me afectaban. Pero no hoy en día, porque me tienen que aceptar como soy. Me he dado cuenta que lo que realmente le interesa al público es mi arte, mi entrega en cada canción que interpreto.
¿Te ha dolido que se ponga en entredicho tu sexualidad?
Me duele que se inmiscuyan en mi vida privada y que la gente se convierta en juez para ponerme una etiqueta. Me molesta porque soy muy privada y siempre he respetado al público que viene a ver a la artista. Lo que yo quiera entregarles, divulgar o confesar, lo hago a través de mis canciones y creo que el público inteligente interpreta perfectamente mi posición y me siguen admirando. Me siento muy realizada como artista.
¿Y como mujer?
También, a pesar de que no llegué a tener hijos. Perdí dos bebés, uno en Cuba y otro en Estados Unidos, y no pude tener más. Contrario al primero, el segundo era un embarazo no deseado y decidí no continuarlo al mes y medio de gestación, porque me puse muy mal de salud y mi vida estuvo en riesgo, hubo que escoger.
¿Estuviste casada?
Sí, con un actor cubano. Lo fusilaron en el paredón, porque no estaba de acuerdo con el régimen castrista y aparentemente encontraron pruebas. Estábamos en plena luna de miel, sólo estuvimos un año casados. En 1960 me habían contratado para actuar en México por seis meses y parece que durante ese tiempo él se dedicó al clandestinaje, cuando regresé estuvimos juntos sólo cuatro meses y lo mataron estando yo embarazada. La pasé muy mal porque después de perder a Sergio me estuvieron investigando a mí.
¿Cómo escapaste de Cuba?
A través de un contacto de la embajada americana, porque mi tía por parte de madre era americana y vivía en Nueva York. Llegué a Miami y me acogí a la ciudadanía dominicana, porque mi madre, Elvira de Peña, era dominicana. De ahí me fui a Brasil y estuve trabajando con Roberto Carlos en su show “La joven guarda”. Él me ayudó mucho, también Nelson Ned. Estuve en otros países, pero cuando llegué aquí me quedé.
¿Cómo fue tu infancia?
Soy artista desde los 8 años. Mi padre, Amado de la Rúa, era actor y libretista. Mi madre murió y quedé huérfana a los 13 años y cabeza de familia, porque mi papá era impedido. Quedé al cuido de una hermana menor, Valentina de la Rúa.
¿Volverías a Cuba?
Me gustaría ver la casa en que me crié, el barrio... pero sé que he de morir sin volver.
Háblame del espectáculo “Desnudando el alma”
Será el 11 y 12 de mayo en el restaurante Yerba Buena del Condado, donde daré la primicia del nuevo disco “Desnudando el alma” y de temas incluidos en éste como ‘No lo voy a negar’. También los éxitos de siempre y las “cortavenas” que el público espera.
¿Hasta cuándo estarás en los escenarios?
“Hasta que muera, como Vicentico Valdés y mi gran amiga Celia Cruz.
recibe las llaves de la Ciudad de Miami
Fuente: El Nuevo Día