La era está pariendo una bicicleta
Ante el desastre del transporte público, no se le ocurre a las
autoridades más que ofrecer como alternativa la bicicleta. Otra vez.
Pablo Pascual Méndez Piña | La Habana | 
Ante la debacle del transporte urbano, el Gobierno implementará un plan urgente que incluye el uso de bicicletas como alternativa para la movilidad de pasajeros, medida que desempolva los años cruentos del "periodo especial".
En la reunión del Consejo Ministros celebrada el pasado sábado 29 de junio en el MINFAR, el vicepresidente Marino Murillo Jorge analizó el deterioro del estado técnico de los equipos y calificó de "inestable, insuficiente y de baja calidad" el reordenamiento del transporte urbano en La Habana, reconociendo a la vez "la evasión de pagos de los pasajeros y el robo impune de la recaudación por parte de los trabajadores del sector".
El zar de la economía raulista evaluó como "deficientes" las gestiones de las empresas de ómnibus, incluyendo las lanchas de la bahía habanera y el limitado empleo del ferrocarril, señalando que los principales insumos para estas labores —combustible y piezas de reposición— son adquiridos en el mercado negro y el propio sistema estatal funge como su principal proveedor.
Los integrantes del Consejo de Ministros, junto a su presidente, propusieron rediseñar sistemas de incentivos con bonificaciones, excepciones de impuestos e, incluso, subsidios para evitar incrementos de los precios de las transportaciones.
La reunión se desarrolló a menos de quince metros de un parqueo abarrotado de automóviles de última generación, destinados al uso de los miembros del gabinete presidencial de Raúl Castro.
Vistazo a la calle
En la capital, los carros no tienen tan buen talante, los modernos ómnibus Yutong de fabricación china, importados durante los años 2005 y 2006, ya exhiben partes de sus carrocerías chamuscadas por el oxido y sus sistemas de escape despiden humaredas negras por la mala combustión.
Los vehículos particulares destinados al transporte de pasajeros sobrepasan los treinta años de uso. Muchos han sido re-motorizados para utilizar combustible diesel con el objetivo de recorrer más kilómetros por litros, y en el caso de los "almendrones" (automóviles de la primera mitad del siglo XX), la mayoría de sus carrocerías perdió sus líneas clásicas, como consecuencia de las adaptaciones para aumentar el número de asientos.
Las guaguas de las rutas "P", que brindan mejor servicio en la empresa estatal de ómnibus "Metrobus", pueden tardar hasta 40 minutos en llegar a las paradas, mientras otros recorridos como los de las rutas 8 y 34 sobrepasan la hora.
Solicitando el anonimato, un exfuncionario del Ministerio de Transporte alega que el Gobierno adquirió en los mercados de China y Ucrania más de 900 ómnibus, cuyos precios mayoristas fueron negociados por la bagatela de 30 mil dólares por unidad, a pesar de que su costo en el mercado mundial rondaba los 100 mil dólares.
La parte cubana comenzó a incumplir con los pagos y el suministro de piezas de repuesto fue cortado por los acreedores. "Así comenzaron los problemas en el transporte urbano", apuntó el exfuncionario.
Puso de ejemplo que en la base de transportes interprovincial Augusto César Sandino, sita en calle 20 de Mayo y Patria en el municipio capitalino del Cerro, los vehículos comenzaron a pararse por averías insignificantes, tales como intercambio de filtro de petróleo.
Pronto comenzó un proceso de "canibalismo" (extracción de parte y piezas para reparar otros equipos) que terminó estropeando severamente más del 70% del parque automotor sin haber cumplido su periodo de vida útil. "Lo paradójico del caso", agregó la fuente, "es que Cuba, aún no ha pagado por esas guaguas".
Atisbo al pasado
Buenaventura Martínez tiene 86 años, vive en el municipio Cerro y fue uno de los choferes que trabajó en la Cooperativa de Ómnibus Aliados (COA) antes de ser nacionalizada.
Él atesora un paquete de recortes amarillentos con datos de la empresa, que llegó a pagar anualmente más de 20 millones de pesos a sus cerca de 12 mil empleados.
Dice que la empresa estaba perfectamente organizada. Su equipo de dirección creó talleres para reparar las carrocerías y motores, y las contribuciones del sector del transporte estaban destinadas exclusivamente al Ministerio de Obras Públicas, para el mejoramiento de los viales, ya que estos garantizaban la conservación de los equipos.
En la década del 50, la empresa renovó su parque automotor, con la adquisición de más de 600 ómnibus de la marca General Motors. Según los expertos, esta generación de autobuses era la más moderna y eficiente que había construido la industria norteamericana. 600 ómnibus adquiridos frente a los 900 adquiridos más recientemente, y La Habana por entonces tenía una población cercana a los 800 mil habitantes, menos de un tercio de la actual.
Por un bici-socialismo próspero y sustentable
Para Félix Chamizo, un electricista industrial de 57 años que guardó sus alicates y destornilladores para ponerse detrás de un mostrador y vender churros por cuenta propia, el colapso del transporte público y la propuesta de usar bicicletas como medio alternativo, significa que "la segunda parte de la película de terror Periodo Especial comenzará a rodarse próximamente".
Comenta que en el año 1992 le vendieron en su centro laboral una bicicleta china y desde entonces la emplea para trasladarse por la ciudad. Sin embargo, le parece una burla que de nuevo obliguen montar bicicletas a una población envejecida, cuyo 60% sobrepasa la edad de 40 años.
Félix evade las guaguas y monta bicicleta moderadamente, ya que ha presentado síntomas de inflamación en la próstata. Sugiere que es necesario "jamar bien" para el gasto de energía que demanda el pedaleo, lo que representa un inconveniente en Cuba por las escaseces y altos precios de los alimentos.
Y cuando se le informó que, según estudios hechos por científicos británicos, el déficit alimentario y el exceso de ejercicio que sufrió la población cubana durante los años cruentos del "periodo especial" disminuyeron el riesgo de enfermedades cardiovasculares y en general, benefició a la salud de la población, Félix respondió: "Esos científicos son unos hijos de p…".
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